Gayle Forman - Si decido quedarme

Crítica realizada por Anasy

Mía tiene diecisiete años, un hermano pequeño de ocho, un padre músico y el don de tocar el chelo como los ángeles. Muy pronto se examinará para entrar en la prestigiosa escuela Julliard, en Nueva York, y, si la admiten, deberá dejarlo todo: su ciudad, su familia, su novio y sus amigas. Aunque el chelo es su pasión, la decisión la inquieta desde hace semanas.

Una mañana de febrero, la ciudad se levanta con un manto de nieve y las escuelas cierran. La joven y su familia aprovechan el asueto inesperado para salir de excursión en coche. Es un día perfecto, están relajados, escuchando música y charlando. Pero en un instante todo cambia. Un terrible accidente deja a Mía malherida en la cama de un hospital. Mientras su cuerpo se debate entre la vida y la muerte, la joven ha de elegir si desea seguir adelante. Y esa decisión es lo único que importa.

No sé muy bien por donde empezar, supongo que dando las gracias a todas las que me recomendaron esta historia tan conmovedora, y decir que la reseña será un pobre intento de describir este libro.

Si decido quedarme es uno de esos libros que dejan al menos una pequeñita huella para siempre, de los que no olvidarás fácilmente.

Mia es una chica de diecisiete años, es una violonchelista con un gran talento que espera que la acepten en una prestigiosa escuela de New York, tiene una familia maravillosa con unos padres peculiares bastante hippies en algunos sentidos, comprensivos, divertidos, cariñosos y un hermano de diez año al que adora. Tiene un novio, Adam desde hace dos años, y no penséis que es la típica relación de adolescentes no demasiado profunda que se dedican a darse el lote por ahí, al leer su historia me daba la sensación de que era mucho más fuerte y profunda que algunos matrimonios.

Resumiendo tiene una buena vida, con sus problemas, sus desilusiones , sus discusiones y frustraciones, pero con una familia encantadora, abuelos que la quieren, una mejor amiga., una vocación , el violonchelo, amigos y un futuro.

Pero todo se trunca una mañana , una mañana que prometía mucho, sin colegio y trabajo por la nieve que no llegó a caer, cuando los cuatro cogen el coche para pasar un buen día familiar juntos y que en un segundo todo termina.

Mia no está muerta, pero tan poco está viva, ve su cuerpo, ve como se la llevan los médicos, como la operan. Ve toda la gente que desfila por el hospital para ir a verla, se entera de lo que pasó en el accidente y de que la decisión de vivir o morir es solo suya. Pero ¿porque va a quedarse, porque va a seguir viviendo si su vida nunca volverá a ser la misma? ¿No es mejor dejarse ir?.

En las veinticuatros horas después del accidente tendrá que tomar la decisión de si quiere vivir o no, y mientras va recordando momentos de su vida, como conoció a Adam, como dio su primer recital, como nació su hermano.

Es una historia conmovedora y desgarradora a partes iguales, donde te emocionas casi hasta las lágrimas (no soy de lágrima fácil) , pero también te hace sonreír y echar alguna carcajada. Es una historia triste y preciosa al mismo tiempo, una de las frases que más me emocionaron fueron las del abuelo de Mia en el hospital cuando le dice que no pasa nada si no quiere quedarse, que lo entiende.

Espero no haber estropeado el libro, sólo animo a todos los que les llame el argumento a que lo lean, vale la pena.

Muy bueno