Crítica realizada por Adromaca
La bella y perspicaz Venetia Lanyon vive con su hermano Aubrey en una mansión de Yorkshire. A sus veinticinco años, disfruta de una existencia apacible y razonablemente feliz, aunque sólo ha tenido dos aburridos pretendientes que no han logrado conquistar su corazón.
Por suerte o por desgracia, todo cambia cuando el libertino y supuestamente depravado lord Damerel se instala en una propiedad vecina. Entre él y Venetia nacerán sentimientos a los que se opondrán con fuerza familia, amigos, conocidos e incluso el propio Damerel. Así pues, tendrá que ser Venetia quien, tras superar dudas y algún desengaño, se valga de toda su astucia para doblegar el destino y conseguir aquello que más desea.
Venetia es una joven de 25 años muy bien considerada entre sus vecinos. Hermosa y amistosa a partes iguales, se conforma con la vida que se ha visto obligada a vivir. Mientras su padre vivía, no le fue permitido presentarse en sociedad, y prácticamente, la única forma de relacionarse con otras personas, era cuando recibía alguna visita en casa. Ahora que su padre ha muerto, aguarda el regreso de su hermano Conway para que se haga cargo de las propiedades que heredó. Mientras, convive con su hermano Aubrey, un joven de 17 años, que sufre una fuerte cojera y quien dedica su vida al estudio. Venetia no ve el día en Conway regrese y pueda establecerse por su cuenta con Aubrey, el único familiar a quien realmente quiere.
Lord Damerel es rechazado por la sociedad por su escandalosa conducta desde que era muy joven, pues se fugó con una mujer casada, y se le conocen desde entonces múltiples amantes y depravadas acciones. Damerel se instala en la propiedad colindante con la de Venetia. Está al borde de la ruina y tratará de poner en orden sus cuentas.
Venetia y Damerel cruzan sus caminos por primera vez, durante un paseo, con una conversación y un "incidente" que habrían indignado a cualquier dama, pero no a Venetia. Pero es tras un accidente sufrido por Aubrey, éste y Venetia comienzan una relación de amistad con Damerel, que enseguida pondrá en alerta a todos los conocidos de la joven, especialmente, a sus dos pretendientes.
Venetia es una joven inteligente y avispada. Pese a no haber salido nunca de su entorno, conoce bastante de la vida. No es una joven completamente ignorante. Es una joven franca y sin artificio alguno. Damerel, un libertino de pies a cabeza, no puede evitar sentirse atraído por ella. El Lord tiene un atractivo que a Venetia no le pasa desapercibido, y a su vez se siente atraída por él. Venetia, a quien no le importan las apariencias ni el qué dirán, no ve que hay de malo en que ella se relacione con Damerel, ni tampoco en que éste sea un libertino. Pero Damerel si ve las complicaciones que una relación entre ellos puede acarrear, por su propia reputación y la diferencia de edad, y por éste motivo tratará de alejarse de ella.
Malentendidos, intromisiones, atracción, desengaños...todo se mezcla en esta historia aunque no esperéis una novela plagada de grandes pasiones, porque no las hay. Se trata más bien de una novela tranquila y agradable en la que todo sucede con mucha naturalidad.
Venetia es un personaje que me ha gustado mucho. Si fuera de carne y hueso, si existiera de verdad, me gustaría tenerla como amiga. Tiene muy claro que cosas quiere en la vida, y cuáles no. No tiene miedo de enfrentarse a un futuro incierto, no le gusta que traten de gobernar su vida, disfruta con los pequeños placeres que se le ofrecen.
Damerel es encantador. Tiene un atractivo innato, es muy fácil entender por qué Venetia se siente atraída por él. Quizá podría haber sido más explotado, pero aún así resulta bastante carismático.
Y luego hay unos cuantos personajes que me han sacado de quicio. Si habéis leído la historia, sabréis a quienes me refiero, y si no, cuando la leáis, enseguida lo sabréis.
Georgette Heyer me recuerda un poco a Jane Auten, por el tipo de historia y el estilo que utiliza. Es una lectura que recomiendo, en especial a las amantes de los clásicos.
Le doy un 6´5 de 10.
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