Heather Graham - Nunca duermas con extraños

Crítica realizada por Mailo

Habían pasado cuatro años desde que Jon Stuart contempló cómo su esposa perecía de una forma espantosa al precipitarse por el balcón de su residencia escocesa. Aunque la justicia dictaminó en su día que la muerte de Cassandra Stuart había sido accidental, todos sospecharon de él. Por fin, después de perder amistades y ver empañado su buen nombre durante años, Jon se había propuesto demostrar que la muerte de Cassandra no había sido accidental... sino provocada.

Para llevar a cabo su peligroso plan, Jon había reunido a los principales sospechosos en el escenario del crimen. Allí, en el castillo de sus antepasados, el pasado chocó con el presente, los antiguos amantes volvían a encontrarse... y el asesino tramaba otro crimen perfecto.

Sí, sí, sí, me encantan las novelas en las que hay que resolver un crimen, debe ser que tengo algo de sangre de detective. Qué más podía pedir de esta novela, con un posible asesinato, un hombre acusado falsamente, pasadizos secretos, calabozos... Bueno, no es oro todo lo que reluce, dicen. No era lo que me esperaba, pero tampoco me ha defraudado del todo, aunque mis ansias de hacer de investigadora a lo tipo novela de Colmes, no han resultado del todo.

Jon es un paria entre los suyos porque la sospecha de que asesinó a su esposa ondea sobre su cabeza desde que murió. Es por esa causa, por la que decide reunir a todos los personajes de los que él sospecha. No hay mejor sitio que el castillo.

Ya digo que me gustan las novelas de investigación, pero he de reconocer que me he llegado a liar un poco con los personajes porque apenas empezar el libro ya sospechaba de uno de ellos. O mi olfato de detective ha ido en aumento, o el argumento no es todo lo intrigante que yo quería.

En esta novela no paras, no tiene tregua ni momento de respiro. Un giro tras otro, una pista tras otra, te hacen vagar por el castillo. Por mi parte, me he olvidado de que ya había creído descubrir al asesino, única forma de poder disfrutar a tope de la historia.

A pesar de ese bache, me ha encantado leer una novela ambientada en un castillo escocés –no sé qué tiene para mí los castillos escoceses que me enamoran-.

Los secundarios son buenos, aportan intriga a la historia, cada uno con su personalidad y sus secretos. De todos ellos, me han gustado el ayudante de Jon y los escritores. Cualquiera puede ser el asesino, cualquiera pudo perpetrar el crimen durante aquella velada en la que Cassandra, la difunta mujer de Jon, se arrojó por el balcón.

Se trata de una novela bien escrita con un juego de intriga que anima a seguir leyendo (no os importe descubrir al criminal antes de tiempo, no pasa nada).

El punto álgido de esta novela es el museo de cera que existe en los sótanos del castillo, te pone los pelos de punta y es la base para poder destapar la trama.

Sabrina, la protagonista, me ha parecido un personaje bastante completo, que se debate entre su ex marido, Brett, que intenta volver con ella, y la atracción que siente por Jon.

Os vais a encontrar con escena extrañas, que parecen no tener pies ni cabeza. Es el método que utiliza la autora para despistarnos y llevar nuestra atención a otra parte. Como digo, es casi un juego de adivinanzas que te mantiene alerta hasta el final.

Sin ser una de esas novelas extraordinarias en las que acabas agotado de tanto pensar, pero con una sonrisa en la boca al ver que sí, que sigues siendo bueno buscando al asesino, es lo suficientemente entretenida como para conseguir que pases unas horas de relajo.

He leído alguna que otra crítica donde se dice que el libro ha decepcionado casualmente por las escenas que parecen ser un despropósito. Cada persona es un mundo y cada novela también, a algunas lectoras les gustan historias sencillas y a otras más enrevesadas. Por mi parte, decir que esta novela me ha gustado. No sé si será de esas que vuelvo a leer pasado un tiempo porque la intriga de descubrir al criminal ya no se me va a olvidar, pero sí que lo conservaré.