Isabel Wolff - Una pasión vintage

Crítica realizada por Linda

Voy a empezar diciendo que el chick lit no es el estilo que más me gusta, yo prefiro una novela de época. Pero soy de las que opino que hay que leer de todo, desde Historia pura y dura a novela negra, así que me decidí por esta novela cuando tenía unos días libres, de esos en que estás de relajo y te apetece leer algo sencillo, para distraerte.

A ver, esta novela saca a la palestra lo que tanta otras novelas del género: problemas de la protagonista, trabajo, moda. Supongo que están ahí porque el mundo de ahora es así, la gente se interesa por a cosmética y por los desfiles de moda, las mujeres trabajan, son independientes, no hacen ascos a un romance que no tiene por qué llegar a nada concreto. La libertad de ahora no es la de antes y eso se refleja en este género.

La protagonista, Phoebe, como es de esperar, es una mujer madura que ha pasado la treintena. Una profesional en todo el sentido de la palabra, que trabaja para una casa de subastas en Londres y conoce el mundo de las pujas. Es buena en su trabajo, y admirada por sus colaboradores. Sin embargo, ella quiere más. Quiere ser independiente, montar su propio negocio. Sabe que es complicado, que el mundo en el que se mueve tiene una competencia bárbara, que puede fracasar. Aun así, desea arriesgarse.

La autora nos retrata a una mujer que, aparte de sus miras profesionales, tiene sus problemas personales, una mujer que ha sufrido, que conoce lo que es el dolor de perder a una persona muy querida para ella. Esa muerte la a llevado a sentirse culpable, y ha ocasionado alejarse del hombre con el que estaba unida.

Los personajes que rodean la vida de la protagonista también tienen sus cuitas. Se nos plantean problemas sobre infidelidad, por parte del padre de Phoebe, un hombre maduro al que ha hecho tilín una mujer bastante más joven que su esposa, que casi puede ser su hija.

Nos vemos sumergidos leyendo esta novela en el mundo de la moda. La moda en mayúscula y en minúscula, porque no todo son grandes firmas. Aquí nos demuestra que se puede vestir con estilo sin gastar demasiado, sólo hay que tener ojo para saber dónde comprar y cómo combinar las cosas. Para alguien como yo, que odio estar de tienda en tienda porque prefiero ocupar mi tiempo leyendo, me ha servido de guía.

Así es como entre prenda y prenda, entre subasta y subasta, vamos conociendo la vida de Poebhe y la de los personajes circundantes, tan interesante a veces como la de la propia protagonista. Aunque hay varias historias entremezcladas, están bien definidas, son reales porque los problemas son reales, son los que suceden cada día a nuestro alrededor. Chispeantes a veces, amargas otras.

Me ha gustado Phoebe, es un personaje con el que te encuentras cómoda. Y me ha encantado Teresa, una mujer mayor con una historia triste. Porque a pesar de la diferencia de edad tienen mucho en común y esta mujer se confiesa con la protagonista, le cuenta su historia, que resulta enternecedora.

No voy a decir que es una novela para guardar y volver a leer más veces, sobre todo porque no es del género que más me gusta, pero sí diré que me he encontrado con una lectura agradable, fácil, sencilla, que me ha hecho pasar buenos ratos, donde he conocido personajes graciosos, serios, tristes y emotivos.

Para las adictas a la moda, es una novela muy entretenida que, sin duda, va a gustarles.