J. de la Rosa - Montañeros, una especie en extinción

Crítica realizada por Luciago

Los Mountain, una familia de hombres marrulleros, hoscos y salvajes, son los dueños de la montaña. Al menos así lo creen ellos, que tratan al resto de habitante de Great Peak como si fueran forasteros, aunque sus antepasados llegaran a la zona cien años atrás.

Cuando tío Rhett Mountain decide explotar la mina de plata descubierta en sus propiedades, todos saben que la apacible vida de la comarca desaparecerá con ella. Pero Jedidiah Mountain, el mayor de sus sobrinos, tiene una idea para que los planes de su tío no se lleven a cabo.

Mientras tanto, la bióloga Julia Vanderbilt está decepcionada porque su carrera profesional se encuentra limitada a los oscuros sótanos del museo donde clasifica especímenes que otros han encontrado.

Cuando su jefe de departamento, el apuesto Richard Howard, le ofrece acompañarlo a las montañas para llevar a cabo un trabajo de campo, se siente la mujer más feliz de mundo. Lo que ignora es que tendrá que vérselas con Jedidiah y con el resto de los Mountain, tarea que no hará fácil su trabajo y le permitirá comprender que hay un tipo de hombres a los que les vendría bien una cura de humildad.

«Una especie en extinción» es la primera entrega de la serie «Montañeros».

Por lo que he leído, esta es la primera entrega de la serie y en cuanto ha salido, siendo otra novela de un autor que sigo y que me encanta, he decidido leerla. Como todo lo que conozco de José de la Rosa, siempre encuentro algo por lo que engancharme a sus historias. Tiene un estilo narrativo que te hace querer ir pasando las páginas rápidamente, para saber qué va a ocurrir.

Esta novela es una historia sencilla que nos cuenta la vida de unos hombres que viven en las montañas, rodeados de altos picos y verdes valles, aunque en esta primera entrega, esos valles y picos están cubiertos por un manto blanco de nieve. Este paisaje agreste e invernal se te queda grabado en el cerebro y durante toda la narración lo visualizas, agregando fuertes tormentas y aguaceros en los que vives por unas horas y que te crean un vínculo con esas montañas, lo mismo que les ocurre a los Mountain.

Julia, una mujer de buena familia, que ha estudiado biología sin el beneplácito de su familia, se siente decepcionada porque no puede ejercer su profesión como le gustaría. Pero surge la oportunidad de que su sueño se vea completado, yendo a las montañas para un trabajo de campo. Allí se encuentra con Jedidiah, un hombre hosco y malhumorado, pero terriblemente atractivo. La atracción y el rechazo son palpables desde el primer encuentro.

Después del primer día, la razón por la cual ha ido a las montañas, le va importando cada vez menos, debido al trato que recibe de Jed y, al mismo tiempo, la atracción que sienten va creciendo hasta una cota elevada. Son completamente diferentes y tendrán que buscar una situación que les convenga a los dos y, por pura suerte, aparece algo que les ayudará a lograrlo.

Los personajes secundarios, Carlisle, Richard y Chaz, aportan riqueza y simpatía a la historia, aunque no aparecen demasiado, pero son los causantes de algunas de las risas que he disfrutado.

La narración es muy bonita y con el característico estilo literario del autor, donde no falta un ligero sentido del humor y bastantes diálogos, donde los protagonistas demuestran sus caracteres y sentimientos. Es una novela corta y debido a esto, la acción empieza enseguida y te engancha totalmente.

Como siempre, la prosa está bien cuidada y la trama perfectamente ligada, añadido a todo esto la creación de unos personajes que te caen muy bien enseguida, con sus defectos y sus virtudes. E igual que siempre, recomiendo su lectura.