Jacqueline Briskin - Pronto, demasiado pronto

Crítica realizada por Melisma

"Nos lo dio todo demasiado pronto..."

Esa es la conclusión a la que tienen que llegar, ya en la madurez, las hermanas Sylvander, al pensar en lo que hizo por ellas el gran magnate Gideon Talbott, al volver la vista atrás en ese momento culminante de la existencia en que se puede evocar con los ojos del recuerdo, serenamente, el largo camino recorrido. Estas hermanas, que utilizan todas sus armas para lograr sus objetivos, son Honora, la mayor y más refinada; Crystal, sexy y despiadada, y Joscelyn, la más joven y con grandes aptitudes para los negocios. También está Curt Yvory, el carismático y brillante huérfano que levanta un imperio de la construcción a escala mundial para rivalizar con el de su mentor y enemigo Gideon Talbott, tío de las hermanas.

La historia de las hermanas Sylvander se desarrolla entre 1949 y 1985, treinta y cinco años cuajados de pasiones, de codicia, de triunfos y derrotas, de risas y dolor. Con el amor, la pasión y la ambición agitándolo todo. Novela palpitante de interés humano, discurre por ambientes tan dispares como Londres y los exóticos bazares de Marrakesh, las lujosas mansiones de San Francisco y una aldea arabe, llegando a los momentos de máxima emoción en los vestíbulos del edificio del Senado, en Washington.

Las hermanas Sylvander piensan que el magnate Gideon Talbot les ha facilitado la vida, pero son muy distintas y lucharán por lograr sus objetivos a pesar de tener que enfrentarse con el mundo entero.
Curt Yvory, el carismático y brillante hombre que consigue levantar un imperio con la construcción, rivaliza con Talbot.

En esta novela tenemos que destacar la personalidad de cada uno de los protagonistas. Vayamos analizando uno a uno.

Honora es la hermana mayor, refinada y culta, la más sensata de las tres.

Cristal es una mujer hermosa, sexy, pero despiadada. Nada ni nadie es suficientemente peligroso para ella con tal de conseguir lo que desea y utiliza todas las armas de las que dispone para lograrlo.

Joscelyn es la pequeña de las tres, pero increíble para el mundo de los negocios, donde nada se la resiste.

Gideon Talbot, magnate y tío de las tres muchachas, es un personaje con fuerza, que quiere mantener su estatus y que se opone al que intenta robárselo. Malcría, tal vez, a las muchachas en su afán por que tengas todo.

Curt Yvory, un hombre atractivo, con carisma, brillante, que a pesar de haber quedado huérfano ha sabido templarse, hacerse fuerte y conseguir un imperio a nivel mundial. Enemigo de Gideon y, consecuentemente, rival de las hermanas Sylvander.

No hay uno solo de los personajes que no tenga vida propia, que destaque. Todos y cada uno de ellos merecen un sobresaliente por su fortaleza y sus debilidades, por su modo de vivir. No son protagonistas perfectos, tienen sus virtudes y sus defectos. Son humanos, en una palabra.

La autora centra la historia entre 1949 y 1985, treinta y cinco años plagados de intrigas, negocios, odios y pasiones, rivalidades sin límite. La codicia, los triunfos y las derrotas se suceden. Y la pasión, que lo arrastra todo.

Es una novela que palpita y hacer palpitar, que nos envuelve en ambientes muy dispares, que nos lleva a Londres, a los bazares del exótico Marrakesh, a las magníficas mansiones en San Francisco o al mismísimo Senado americano.

Resumiendo: una historia maravillosa y real que hará pasar una horas deliciosas.