Crítica realizada por Maribel Moreno
Me llamó la atención esta novela por varias cosas, primero por su título, que hace referencia a un famoso cóctel, después por su portada, y por último que estaba ambientada en los años cincuenta, algo que no suele ser muy habitual.
A la autora no tenía el gusto de conocerla pero me ha gustado mucho su estilo sencillo y elegante a la vez.
La historia nos sitúa en 1953 en la ciudad de Nueva York y los protagonistas son Olivia Joyner y Oscar Hancock.
Liv y Oscar están compitiendo por la remodelación del hotel Edén de Manhattan, un proyecto importante que supondría el gran salto para Liv y un nuevo éxito para Oscar.
Cuando Liv va a entrevistarse con la dueña del hotel, sin ver ni siquiera el proyecto, le dice que se ha decantado por el de Hancock por motivos personales, aunque después de ver la idea de la joven le guste más.
Liv, sospecha que Hancock no está jugando limpio y decide contratar a Jack Bradley, un detective privado para que lo investigue. Pero cuando Hancock se presenta en sus oficinas para hacer la remodelación conjuntamente, es confundido por el detective, y al saber que va a ser investigado decide hacerse pasar por él, además así podrá averiguar de quien son los cuadros que Liv ha presentado en el proyecto y que están firmados por G.F, de ahí que irónicamente llamen al autor Gin Fizz.
Liv y Jack, se ven en varias ocasiones y él cada vez echa más leña al fuego sobre Hancock, o sea, sobre él mismo. Pero en ningún caso contaba con que la calidez y dulzura de Liv se ganaran su corazón, algo recíproco además, y que la farsa se fuera complicando más y más, haciendo cada vez más difícil sincerarse con ella. ¿Qué pasará cuando ella descubra la verdad?
Me ha gustado mucho el personaje de Olivia, una mujer que es muy valiente para la época, ya que está luchando por conseguir un puesto entre los mejores, teniendo en cuenta que sus competidores son hombres. Ella ha dejado un poco de lado una faceta de su vida, como es formar una familia, para dedicarse de pleno a ese trabajo que adora.
En cuanto a Oscar, también me ha gustado, no así las decisiones que toma, ni como ha conseguido los dos últimos trabajos, pero lo he visto sufrir y redimirse y ha ido ganando puntos.
Quizás he echado en falta saber un poco más de los personajes, puesto que aparte del trabajo poco se conoce de sus vidas.
Secundarios hay pocos, pero todos valen la pena, Gilda una mujer descarada y liberada, Annie, tradicional pero siempre dando sus buenos consejos, Harry, un hombre maniático que se ve envuelto en situaciones divertidas y Prudence, esa secretaria que hace lo que le da la gana pero que es como una madre para Oscar.
Ya he comentado antes de que me ha gustado la pluma de la autora, fresca, con buenas dosis de humor, pero elegante. La narración es en tercera persona y nos deja saber lo que sienten y piensan los dos protagonistas perfectamente.
Gin Fizz, es una bonita comedia romántica, amena, fresca y divertida, que se lee en un suspiro, con unos personajes bien construidos y una trama donde no faltan los malentendidos, los enredos y escenas que nos hacen tener una sonrisa constante. Una novela recomendable para pasar un buen rato.
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