Janet Dailey - El horizonte de los Calder

Crítica realizada por Melisma

Libro 1º de la serie Calder

Chase Benteen Calder sabía que Montana era el único lugar para construir la fortuna de la familia. Esa tierra le susurraba promesas de riqueza. Un mar de hierba por donde corrían libremente los búfalos. Con una bellaza como Lorna a su lado, todo parecía ser posible. Ella, aceptando las bruscas formas de los hombres de esas latitudes, sabe que allí podrá hacer realidad sus sueños.

Texas es inmensa, hermosa y traicionera. A través de kilómetros de praderas de Texas y de un territorio hostil al que hay que sumar los peligros de los indios, y guardarse de la bulliciosa ciudad de Dodge City, Chase y Lorna se ven obligados a soportar mil privaciones y avatares. Además, se ven inmersos en las luchas de Montana, donde viejos rencores les acechan. Pero ellos están decididos a prosperar en esa nueva tierra.

Pero la fuerza indomable es el sello de los Calder y nada ni nadie podrá apartarlos de empezar una nueva vida, ni de su amor.

Janet Dailey se caracteriza por escribir bien, y por sus historias estupendamente ambientadas.

Chase Calder es el típico hombre duro, capaz de conseguir lo que quiere y lo que sueña, un indomable al que la vida no le asusta y decidido a cumplir un sueño. Un protagonista que se nos muestra, es posible, incluso demasiado huraño. Si esperamos ver un sujeto enamorado de la chica y que la trata con delicadeza, nos llevamos un chasco. Pero hay que tener en cuenta que en aquella época las cosas eran difíciles y lo que menos interesaba a un hombre eran las lisonjas a las damas; estaban más preocupados por atajar los peligros y por crearse un futuro. Para ello debían ser duros y Chase es una muestra de aquel tipo de individuos. En fin, un tripo frío y exigente al que a veces nos gustaría pegar un tiro.

Lorna es una muchacha joven, inexperta y apegada a su familia cuando parte con él hacia Montana. Puede que incluso la veamos como un poco llorona al principio, pero no es extraño puesto que debe abandonar todo lo que conoce y embarcarse en una aventura peligrosa. Sin embargo, paso a paso, página a página, el personaje de Lorna crece, se va convirtiendo en una mujer hecha y derecha. Debe luchar contra los contratiempos y, lo que es peor, contra el adusto hombre que la acompaña y que nunca tiene una palabra amable. Trabaja duro sin esperar nada a cambio. No le importa vestirse como un muchacho y ayudarle en las tareas del ganado. Calder ni siquiera le agradece el esfuerzo, para él es lo que debe hacer y se acabó.

Hay una escena que tal vez desagrade a muchas lectoras por no decir a la mayoría. Tiene una pelea terrible y Chase la fuerza. Que ella le perdone es hasta cierto punto lógico porque de otra forma se nos acabaría la novela, aunque no me gustan este tipo de escenas mucho menos que la protagonista no se las haga pagar todas juntas. No contento con haberla forzado, la deja sola poco después de tener su primer hijo.

No puedo decir que admire demasiado el personaje de Lorna, si he de ser sincera, porque me irrita que actúe como lo hace, soportando todo, callada y amando a un hombre casi cruel que apenas repara en ella. Pero sí admiro la fortaleza que demuestra, sin dejarse avasallar por los peligros y el trabajo.

La novela es interesante a pesar de estos puntos en contra y está muy bien ambientada. No cabe duda que es una aventura completa y que es romántica, aunque él le confiesa a ella que la ama demasiado al final, cuando debería habérselo dicho mucho antes. Y podemos viajar desde la Texas del 1800 a Montana entre las páginas de este libro, lo que resulta interesante. Por otro lado, las luchas contra los indios, las dificultades, la vida de los vaqueros y la tensión entre los protagonistas, mantienen al lector entretenido hasta el final.