Jennifer Blake - Pasión real

Crítica realizada por Katon

Mara Delacroix conoció al príncipe Roderic de Rutenia en un campamento de gitanos. El ambiente era festivo y la música estridente. Por fin, Mara se encontraba frente a frente con el hijo del causante de su desgracia familiar. Desde ese momento su objetivo sería seducir a Roderic, utilizarle como una pieza más de su juego de intriga. Nunca hubiera podido imaginar que se enamoraría de él...
Pasión Real es aventura, es misterio y sobretodo es amor. Un amor lleno de hechizo y sensualidad en la Francia del siglo XIX.

Mara es una joven de Nueva Orleans que viaja a París con su abuela. Allí se hospedan con una prima, irán a las mejores modistas, frecuentarán los teatros y las tiendas más selectas, asistirán a bailes y también conocerán a jóvenes apuestos que se fijarán en Mara. Uno de ellos, Nicholas De Landes, introducirá a la abuela Helene en las reuniones clandestinas de juego, en poco tiempo su deuda alcanza cantidades insospechadas, como no pueden pagar la deuda, De Landes secuestra a la anciana y a Mara la chantajea para que se infiltre en el círculo del príncipe de Ruthenia.

Mara no conoce a la familia real de Ruthenia pero sí que está, de manera indirecta, conectada con ellos, su padre fue el antiguo prometido de la actual reina y madre de Roderic. Angeline, la reina es la madrina de Mara, y mantiene una buena amistad con Helene. Mara siempre ha tenido curiosidad por conocer a Angeline, pero nunca había tenido la oportunidad, ahora debe traicionar a su hijo.

Mara no sabe qué es lo que tiene que descubrir, pero acercarse al príncipe no será fácil, no solo por su escolta y guardia personal, sino porque el príncipe es un hombre astuto y que verá algo raro en esa joven que ha aparecido en medio del bosque y que afirma no recordar quién es ni qué hace allí. Roderic se sentirá intrigado por la bella joven, pero sabe que no puede fiarse de ella, aún no, está acostumbrado a desconfiar de todo el mundo y a no bajar la guardia en ningún momento, aunque lo que más desee es que ella deposite la carga que lleva en los hombros del príncipe.

A Roderic le acompaña una guardia un tanto singular; su primo Michael, el conde Estes, los hermanos Jared y Jacques, Trude, una mujer tan valiente como cualquier hombre y Luca, un gitano fiel a Roderic. Mara no tendrá que ganarse solo la confianza del príncipe, sino también la de su guardia personal. Tras abandonar el campamento gitano el grupo se dirige a París, donde se instalarán en la casa de Ruthenia.

La casa, o el palacio más bien, ha ido cayendo en decadencia debido a un servicio ineficiente y a un fiel pero muy mayor mayordomo. Mara se encargará de devolverle a la casa su antiguo esplendor, desde la limpieza, hasta la comida. La relación entre Mara y la guardia es cortés, hasta que un día los ve practicando una montaña humana y Estes, decide enseñarle cómo trepar. Desde ese momento su relación se estrechará y la incluirán dentro del selecto grupo del príncipe. Cuando días más tarde aparezca Juliana, la hermana de Roderic, Mara conocerá más detalles del esquivo príncipe y entenderá su manera de actuar y comportarse.

Roderic es un joven que ha aprendido a valerse por sí mismo, hace tiempo que sabe la información es poder, por eso intenta estar al tanto de todos los movimientos y comentarios de los círculos más importantes, aunque parece que se enfrenta a su padre en realidad su caracteres son muy parecidos y el respeto que se profesan es mutuo. Se sentirá hechizado desde el principio por esa joven de ojos verdes, intentará descubrir su secreto y que confíe en él, pero Roderic tampoco sabrá cómo hacerle saber que él podría ayudarla si ambos se sinceraran con el otro.

Por otro lado, la relación entre Roderic y Mara sufrirá varios altibajos, cada vez se estrechará más, pero Mara, dividida entre el temor por la vida de su abuela y la traición de ese hombre al que apenas conoce pero que la atrae irremediablemente, no encontrará el valor suficiente para confiar en él. Mara está decidida a conquistarle, y aunque intenta creerse ella misma que lo hace por su abuela, en realidad lo hace porque el magnetismo entre Roderic y Mara crece cada día. Todo enmarcado en medio de una situación política inestable, con un rey ya mayor y donde el descontento vuelve a tomar las calles, evocando los sangrientos días de la revolución.

En la primera parte del libro la autora abusa un poco de las descripciones llegando a aburrir, además, la situación histórica donde está ambientado el libro es una época muy interesante de la historia francesa, pero la autora no consigue conciliar bien los fragmentos donde describe la situación pasada y actual con el resto de la historia, pareciendo como si metiera a la fuerza esos detalles históricos. Aunque me gusta la historia se me ha hecho pesada esa parte del libro.

Conforme iba leyendo me iba gustando más, la relación entre Roderic y Mara está bastante bien descrita, puedes sentir las dudas de Mara y la desconfianza subyacente de Roderic. Podría haber sacado más partido de la historia de Juliana y Luca, creo que podría haber mejorado el libro. El final contiene un par de giros sorprendentes que hacen la lectura aún más ligera, pero aún así, creo que podía haber estado mejor. He disfrutado con su lectura pero poco más, no ha terminado de encandilarme.
Valoración: Buena