Crítica realizada por Merche
Las cosas están a punto de ponerse muy complicadas en Nueva Orleans. Ivy Morgan no es una universitaria cualquiera, ni su vida es tan tranquila como podría ser la de una chica de su edad... Ella pertenece a la Orden, una organización secreta encargada de combatir hadas y otras criaturas diabólicas que se mueven por el Barrio Francés de Nueva Orleans. Cuatro años atrás, esas criaturas le arrebataron a las personas que amaba... Y desde entonces no puede permitirse querer a nadie. En un trabajo como el suyo los vínculos emocionales están prohibidos. Entonces aparece Ren Owens, con sus ojos verdes y su metro noventa de tentación, a desestabilizar las barreras que ella misma se había impuesto... Y es que Ren es la última persona que Ivy necesita en su vida. Bajar la guardia con él es tan peligroso como ir a la caza de las hadas infernales que asolan las calles. Ivy necesita algo más que las exigencias de su deber, pero ¿valdrá la pena abrir su corazón? ¿O quizás el hombre, que reclama su alma y su corazón, podría causarle más daño incluso que los seres antiguos que amenazan la ciudad?
Creo que es la primera novela que leo de esta autora. Aviso que está escrita en primera persona, porque sé que hay lectoras a las que no acaba de convencer este tipo de narrativa. Para lectores de New Adult.
Nueva Orleans es una ciudad que, por razones que desconozco, es muy usada por los autores y autoras de novelas paranormales. Y esta, como no podía ser manos, ubica el argumento en sus calles también. Igual va a ser cuestión de darse una vueltecita por N Orleans, a ver si me encuentro con seres extraños.
El caso es que el argumento me ha parecido manido, no es la primera novela que leo de una chica que va a la caza de seres raros, ya sean vampiros, hombres lobo o, como en este caso, hadas maléficas, en las que aparece luego el chico o la chica que pone todo patas arriba.
Pero manido el argumento o no, la narrativa es de las buenas, y nos encontramos en un mundo extraño, un mundo en el que existen ese tipo de seres que conviven con nosotros. En este libro no son los vampiros los malos, son las hadas. Eso me ha hecho seguir la historia con más interés, porque para mí las hadas siempre han sido como las de los cuentos, y cambiar las cosas me ha hecho gracia y ha despertado mi curiosidad.
Primero, nos hace presentación completa de todo, puesto que, al ser la primera entrega de una saga "Las cazadoras de hadas", lo mejor es que ponga en antecedentes al lector. Esta parte, sin hacerse pesada, resulta un poco más lenta. Pero luego, cuando se inicia la acción de verdad, la novela se lee bastante deprisa.
Bien ambientada, podemos pasear por las calles de la ciudad, conociendo los entresijos de una urbe que siempre ha estado llena de misterio.
Hablando de los protagonistas, Ivy me ha recordado a la chica de una serie que había en televisión, creo que se llamaba cazadora de vampiros, o algo así. Decidida y valiente, se arriesga aunque el peligro en el que se ve involucrada puede ser mortal. El chico, casi perfecto. Casi, porque perfecto no hay nadie. Pero agrada bastante.
No esperéis grandes escenas románticas porque no existen, recordad que estamos leyendo novela casi juvenil, aunque sí es cierto que tampoco son tan descafeinadas como las de juvenil puro, aquí se tiñen algo más sin llegar a ser tan explícitas como en la romántica adulta. Me ha gustado el modo de narrar estas escenas, con finura y clase, lo que no todas las autoras saben hacer.
La novela tiene misterio, acción, magia a raudales, un poquito de acercamiento al sexo y también escenas graciosas.
Me ha entretenido y es probable que siga con la saga.
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