Crítica realizada por Kkekka
La noche en que Sam perdió la memoria, también desapareció su mejor amiga, Cassie. Mientras trata de rehacer su vida, se da cuenta de que no quiere volver a ser quien era. Bajo la brillante fachada de su antiguo yo se ocultaba una chica odiosa, y estaba claro que ella y Cassie eran grandes enemigas. Para Sam perder la memoria ha sido como ganar la lotería.
Pero Cassie sigue desaparecida y alguien más sabe lo que ocurrió aquella noche, alguien que no está dispuesto a correr el riesgo de que Sam recupere la memoria. La única garantía de que Sam siga viva es que no recuerde nada.
Jennifer L. Armentrout se adentra en el thiller romántico juvenil con una novela de la que no conviene desvelar demasiado del argumento. Esta es una historia en la que priman sobre todo la atmósfera, los sentimientos y emociones de la protagonista mas que la acción.
Nos encontramos con una chica de diecisiete años que se despierta sin saber quién es y sin conocer a nadie de quien la rodea. Solo sabe que su mejor amiga ha muerto y que ella fue la última persona que la vio. Sam no entiende nada de lo que sucede, no puede aceptar el tipo de persona que era ni la gente con la que iba. Muchas cosas no encajan en su mente y está dispuesta a hacer las cosas según le dicta su nuevo "yo". Pero a su vez los recuerdos y la realidad no la dejan salir adelante. Hay un misterio que resolver que la puede costar muy caro.
Junto a Sam, la autora nos va presentando a todos los personajes que conformaban "el mundo Sam-Cassie". Así el lector va conociendo poco a poco las intrigas, las relaciones y las diferencias con la actual Sam. Los personajes se entremezclan haciendo dudar tanto a la protagonista como al lector. Tenemos a los padres de Sam, un matrimonio en crisis permanente que vive pendiente de las opiniones ajenas. Un hermano que parece sorprendido de la nueva actitud de esta tan alejada de la chica prepotente y que tanto le recuerda a la pequeña Sam . Carson, un amigo de la infancia por quien empieza a sentir algo pese a que la antigua Sam parecía tratarle con despotismo. Luego tenemos a los amigos y el novio de la protagonista con quien descubre no tener mucho en común pese a que todos le dicen que eran inseparables.
Jennifer L. Armentrout sabe describir muy bien los caracteres, los sentimientos y las emociones. Tiene una gran capacidad para hacer que el lector se sienta intrigado por las tramas y su manera de escribir es muy atractiva. Es una novela de lectura muy ágil, con capítulos no muy largos y que invitan a seguir leyendo. No estamos ante una novela de acción, pero aun así el lector se ve inmerso en todo lo que va sucediendo. El deseo de saber qué ha ocurrido realmente, o los motivos que llevaron a ello, la agonía que el supone a Sam el no saber las cosas, sus visiones y pesadillas, su sentimiento de indefensión ante las miradas de los demás e incluso sus propias dudas sobre si misma. Todo esto conforma una atmósfera que está muy bien administrada y que la autora "libera", en cierto modo, con una historia de amor de desarrollo lento y creíble.
La frase de la novela "No mires atrás, lo que encuentres no te gustará" es muy intrigante y describe muy bien el tono de la historia.
Si bien puede que sea un tanto predecible, me ha parecido una historia muy entretenida, bien construida y de esas que te cuesta dejar a un lado. No se qué tiene esta autora que por ahora no me decepciona.
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