Jo Beverley - La alondra

Crítica realizada por paciencia68

Antes era la alegre y divertida lady Alondra, la belleza coqueta que enamoraba a todos los hombres con su jovialidad y desenfado. Ahora, tras la muerte de su marido, vive aterrorizada por las sospechas. Su hijo, Harry, se ha convertido en el único heredero de las posesiones de los Gardeyne y Laura recela los peligros que se ciernen sobre el pequeño. Aislada en un viejo caserón y prisionera de su familia política, los pensamientos funestos la atormentan. Para proteger a su hijo, sólo le quedará una salida: recurrir a Stephen, antiguo amigo de la infancia al que tiempo atrás rechazó en matrimonio. Juntos se embarcarán en una peligrosa aventura en la que desafiarán convenciones sociales y rescatarán la vieja llama de una pasión que todavía arde entre ellos.
 
 
Libro perteneciente a la serie "Los Pícaros", me parece que es el séptimo.
 
Laura ha quedado viuda en el último año, y la vida ha cambiado radicalmente para ella. Se siente sola viviendo con su familia política. Además está segura de que son muchos los peligros que acechan a su hijo, ahora que es el único heredero de los títulos y posesiones de su fallecido padre. Está convencida de que Jack, hermano de su difunto esposo, quiere asesinar a su hijo, así que cualquier cosa que ocurre a su alrededor le parece sospechosa.
 
Stephen Ball, miembro del parlamento y antiguo amigo de Laura, aparece de nuevo en su vida; no ha podido olvidar a Lady Alondra, apodo que él mismo le puso seis años antes y quiere aprovechar este nuevo encuentro para recuperar el tiempo perdido.
 
Con este argumento de reencuentros estaba segura de que el libro me iba a gustar, porque las historias de amor que se retoman pasados unos años son mis preferidas, pero nada más lejos de la realidad. Si bien empecé el libro con muchas ganas, poco a poco me fui aburriendo y la historia resultaba tan tediosa que necesité de todas mis fuerzas para finalizar el libro.
 
Los personajes son demasiado sosos. Laura es una mujer preocupada en exceso por su belleza exterior, a la que le gustan las fiestas y vivir bien, en algunos momentos demasiado práctica, sobretodo en lo relativo a Stephen; hace un estudio de su relación tan pormenorizado que termina por aburrir. Stephen representa a un hombre serio y recto, cumplidor de la ley, la escritora intenta describirlo con tal perfección, que no consigo que su carácter me atrape.
 
 A los personajes hay que añadir una narración excesiva, una característica propia de esta autora, que relata con gran exhaustividad y pormenoriza todos los detalles. Si bien esta forma de escribir permite conocer en profundidad a los personajes, muchas veces puede resultar tedioso sino se acompaña de una trama interesante.
 
 La relación entre Laura y Stephen me ha parecido muy fría, ¿fría? no, congelada. No hay chispa, ni entrega, ni nada, salvo una pequeña sesión de sexo, que para el momento que se produce casi podía habérsela saltado. Después de tantísimas hojas de puro aburrimiento nos incluye una guinda para el pastel, pero uno ya está tan saciado de comer, que ni los pasteles le apetecen.

 En cuanto a la trama es enrevesada y hubo momentos en que creí necesario un mapa para no perderme entre tanta elucubración que hacen ambos para descubrir la verdad.
 
 No me ha gustado el libro, me resultó aburrido, falto de chispa, con una trama poco atrayente que no se descubre hasta el final. Y con un único elemento de sorpresa, que quizás es lo que salva el final del libro, sino fuese por ese tema, quizás mi valoración sería peor. Pero al menos la escritora ha conseguido sorprenderme. Es un libro prescindible.

Valoración: 1,5/5.