Crítica realizada por Rosamoni
Alana es una joven huérfana que ha sido criada por su tío en Inglaterra, allí ha tenido una vida llena de privilegios pero también de enseñanzas y responsabilidades, educada tanto en idiomas, cultura y defensa ya que su tutor le ha enseñado a manejar las armas como si fuera un hombre, el día que cumple 18 años descubre el por qué de esta educación, Poppie su tutor le cuenta la verdad, él era un asesino a sueldo al que encargaron el que iba a ser el ultimo trabajo de su carrera, asesinar a la heredera del rey de Lubinia, y él hombre sin escrúpulos iba a hacerlo hasta que ... ella le sonrió, toco su fibra sensible y huyo con la niña a Inglaterra, pero ahora deben volver ya que el trono corre peligro, el rey no ha tenido ningún heredero y el país esta a punto de entrar en graves revueltas que pueden derivar en una guerra civil. Ella será la encargada de evitar que su pais se vea envuelto en una guerra que costara la vida a miles de personas.
Christopher Becker, es el capitán de la guardia real, el encargado de la seguridad tanto de palacio como del rey, y así llega a sus oidos que alguien esta intentando hacerse pasar por la heredera secuestrada hace dieciocho años, debe desenmascararla y si para eso necesita seducirla pues.. no hay ningún problema, hará todo lo que sea necesario por su país.
Y así es como empiezan a saltar chispas entre los dos protagonistas, Alana reúne los típicos caracteres de las heroinas de lindsey que es valentía, honradez, inocencia pero a su vez perseverancia y Christopher es duro, leal, honesto, cabezota y como no podía faltar arrogante pero con un toque de ternura que hace que te enamores de él, ese choque de voluntades te hace disfrutar desde el primer momento ya que los dos luchan por descubrir la verdad y hacerle ver al otro que es su versión la que prevalece, todo esto rodeado de intriga ya que durante toda la novela se esta desentrañando la maraña que rodea la conspiración contra el rey, y pasito a pasito va quedando al descubierto.
Para mi la Lindsey es la mejor aunque reconozco que ha ido perdiendo fuelle, y en esta novela no sabia si me iba a encontrar un novelón de los suyos o un bodrio que lees porque es tu autora fetiche, y me ha gustado, no se puede decir que vaya a pasar al ranking de una de sus mejores obras pero vale la pena leerla, quizás podría haberle sacado mas jugo, desde luego ya que los dos protagonistas son perfectos para esas luchas dialécticas llenas de ironía y humor que la caracterizan pero bueno se queda en lo normal, entretiene y si no fuera porque siempre espero que sea una novela como "amable y tirano" por ejemplo, pues diría que esta bastante bien.
Me hubiera gustado encontrar más humor y que el final hubiera sido un poco mas elaborado porque es que lo acaba en un capitulo, pero el libro en si ha colmado mis expectativas, de lectura rápida, aunque creo que deja bastantes flecos sueltos, por ejemplo para que la forma su tutor en todas las armas si luego no le sirven para nada, el papel escaso de Henry que podría haberle dado mucha mas ternura a la novela, pero bueno detalles que si fueran de una autora desconocida no hubiéramos hecho ni caso.
Por lo tanto yo la recomiendo eso si siempre teniendo en cuenta que es una novela entretenida y poco mas.
Valoración: del 1 al 10 , le doy un 8
Crítica realizada por Mary Jo
Alana Farmer vive con su excéntrico tío en Londres, donde disfruta de unos privilegios y una educación dignos de una princesa. En vísperas de su presentación en sociedad, descubre un secreto acerca de sus orígenes. ¿De verdad es la princesa perdida de Lubinia? Alana se deja convencer por su tutor de regresar a su país natal y así poner fin a una revuelta, pero pronto se encuentra en un país montañoso y aislado.
La recién llegada está envuelta en sospechas e intriga, por lo que Christoph Becker, capitán de la guardia real, la arresta creyendo que puede tratarse de una astuta impostora. De pronto, mientras una abrasadora pasión estalla entre Alana y el hombre que la ha encerrado injustamente, el destino de una nación está en manos de estos y depende de los dictados de sus corazones.
OPINIÓN. CONTIENE SPOILERS
Johanna Lindsey ha sido siempre mi autora estrella del género romántico. Se podría decir que ella fue mi guía en mis primeras incursiones en la literatura romántica, y por ello siempre tiene un lugar especial en mi particular universo romántico. He perdido la cuenta de las veces que he releído Corazón Indómito. O de la cantidad de veces que he comentado que Anthony Mallory es mi héroe romántico por excelencia. Creo que si no tengo todas sus novelas, me faltaran pocas.
Aclarado esto, y que nadie se sienta ofendido, no sé qué es lo que mi autora favorita está haciendo. Mi opinión personal, (una deducción completamente mía), me dice que Johanna ya no se divierte. Creo que sus grandes obras, porque hay que llamarlas así, las creó cuando le gustaba escribir, cuando disfrutaba contando historias, cuando esos mundos preciosos, esos retazos de vidas de héroes y heroínas quedaban plasmados en papel. Con el tiempo, el éxito, o la escasez de ideas, ha provocado que esto ya no sea divertido para ella, es simplemente un trabajo bien remunerado y que le permite vivir cómodamente, pero al que hay que ir por obligación. Repito, que esto es una idea mía, no ha sido extraído de ninguna otra parte. Porque de lo contrario no puedo entender que la autora de Corazón indómito haya escrito los últimos libros que firma con su nombre.
Tal y como leemos en una crítica anterior, y si me hago a la idea de que esta autora se llama menganita y es desconocida, probablemente, ahora estaré negando con la cabeza, diciéndome que los fallos o pequeñas lagunas son propias de la inexperiencia, y lo más seguro es que no vuelva a comprar nada de ella. Pero esto no puede pasar en una escritora como Lindsey.
El primer capítulo es muy irregular, el asesino contratado primero dice ser un hombre sin escrúpulos que nunca ha fallado un encargo. Un asesino de negro corazón, que al saber que ha de asesinar un bebe, no se arruga ante las circunstancias y sigue adelante con los planes. El párrafo siguiente, es tan perverso que seduce a la niñera para poder acceder a su habitación y tiene claro que la va a matar, dos líneas después nos dice que no la mata que le ha cogido cariño y que la va a drogar. Decide que llevara el asesinato de forma que la niña sufra lo menos posible. Tres líneas más tarde nos comenta que no va a matar a la princesa en el castillo, porque no quiere que la niñera se despierte y se encuentre él bebe muerto en la cuna. Decide a trompicones llevárselo, sin que haya preparado como va hacerlo, pero bueno tiene un bulto cerca y andando. Resulta que ha dejado una cuerda colgada no sabemos cuándo, por la que baja con el bulto dentro de la camisa, en fin puedo tragármelo. El bulto se golpea y se oye un gemido, pero no volvemos a saber nada más de este pequeño accidente. Y cuando se dispone a asestar el golpe de gracia él bebe despierta y le sonríe.
Más. Se lleva a la criatura a Londres donde la educa como una dama pero, pero de manera inusual, le enseña a deducir, a usar armas, incluso armas de fuego. Cosa de la que no volvemos a oír más, cuando se tiene que defender lo hace con una pata de una silla. Sigo. Están ocultos de los enemigos que un día quisieron matar a la princesa y se ocultan si, en un país en el que salir al primer escalón sin sombrero y sin acompañante es ya un escándalo. Pero claro enseñar esgrima a una mujer no.
La quiere proteger con su propia vida, y, la deja ir sola al palacio, donde es encerrada en una mazmorra, donde es seducida, donde es atacada. Y aún se sorprenden que su palabra de que es la heredera desaparecida no sea aceptada como si fuera la Biblia.
Demasiados errores, demasiadas cosas que no tienen pie ni cabeza y todo eso en una prosa algo aburrida, sin demasiada química entre ellos, sin diálogos que provoquen una sonrisa, sin esas escenas que ponen la piel de gallina, sin escenas sensuales, ni puestos a decirlo ,sexuales tampoco. La escena en la que Alana pierde la virginidad, hay que echarle imaginación porque no sabes bien si está dormida o despierta.
Lo mejor del libro, Cristopher Becker, menos mal que no ha perdido su toque creando protagonistas masculinos, seductores y picaros, como es su sello personal, incluso los diálogos de Cristoph son mejores que los de ella.
En fin una novela flojita, ideal para una tarde mientras te comes un paquete de pipas y ves el futbol.
Crítica realizada por Loreena
La heredera legítima al trono de Lubinia, Alana Farmer, ha vivido durante toda su vida ignorando su verdadera identidad. Educada en Inglaterra, ha estado bajo el cuidado del hombre que recibió el encargo de asesinarla cuando era tan solo un bebé, por quienes querían usurpar el trono, y fue incapaz de cumplirlo cuando la niña le sonrió. Su tutor, Poppie, que así lo llama Alana, la quiere como a una hija y cuando esta cumple dieciocho años, decide revelarle toda la verdad sobre su origen, y que deberá regresar a su país con el fin de evitar una guerra civil. Aunque en un principio no está dispuesta, acaba aceptando.
Después de una larga travesía llegan hasta Lubinia, un país remoto situado entre las montañas y que Alana considera incivilizado, no tiene nada que ver con Inglaterra. Cuando se presenta en palacio para poder entrevistarse con el rey Frederick, su padre, es apresada por el capitán de la guardia, Christoph Becker, que la toma por una impostora, pues no es la primera que se presenta como la hija del rey.
Christoph la encierra en los calabozos e intenta sonsacarle la verdad, humillándola e intentando seducirla. Poco a poco la atracción se hará cada vez más fuerte entre ellos dos. Al poco tiempo de estar allí, Alana sufre un intento de asesinato, ya que los conspiradores que en su día ordenaron asesinarla y derrocar a su padre, todavía persisten en su empeño. Christoph debe protegerla y al mismo tiempo descubrir su verdadera identidad.
No se trata de una mala novela, sin embargo deja mucho que desear con respecto a otras de esta misma autora. No es de esas novelas que te llegan a lo más hondo, se puede decir que te entretiene y poco más.
Alana se nos presenta en un principio como una mujer que quiere ser independiente y huye del matrimonio, quiere dedicarse a la enseñanza y tomar las riendas de su vida. A medida que transcurre la novela ese carácter va desapareciendo. Una vez que decide aceptar ser la heredera al trono, se convierte poco a poco en una mujer sometida a los demás. No es una evolución muy acertada la de este personaje.
Christoph como protagonista masculino no me ha gustado demasiado, sobre todo al principio. Alana lo considera un bruto y un arrogante, y es así como se le puede describir, no hay más que ver cómo la trata en el momento de conocerla y cuando la encierra en los calabozos. Parece que aprovechando su condición de jefe de la guardia solamente quiere seducirla y dejarla tirada cuando se canse de ella. Menos mal que al final reacciona y se comporta como un auténtico caballero.
Y es que una de las cosas que no me ha gustado nada, es que apenas he encontrado química en la pareja protagonista y ni pizca de la pasión a la que alude el título de la novela.
De los demás personajes que aparecen el que mejor me cae es Poppie, el tutor de Alana, un asesino redimido por la sonrisa de un bebé. Desde siempre ha cuidado de ella y se ha ocupado de su bienestar; incluso cuando llegan a Lubinia y deben separarse por seguridad, él sigue desde la sombra muy pendiente de ella.
En general, como he señalado antes, no se puede considerar mala, la historia está bastante bien y toda la trama que gira en torno a Alana, sin embargo, a mi parecer, se queda a medio camino y es una pena porque se podría haber conseguido una novela más lograda.
Mi valoración es de un 3/5.
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