Crítica realizada por Linnea
Lo primero que tengo que decir es que a mí, esta autora, me ha hecho pasar momentos estupendos con sus buenísimas historias. No voy, por tanto, a quitarle mérito, porque tampoco soy nadie para hacerlo. Pero esta novela no es lo que me esperaba.
La sinopsis de esta novela nos da a entender que vamos a encontrarnos con intrigas en la corte de la reina Victoria, con personajes que pueden resultar hasta siniestros, como el jefe del espionaje, con un marqués atractivo que resulta ser un agente secreto y con una boda que echará chispas.
Bueno, pues yo no me he encontrado nada de eso.
Los personajes están tan trillados que resultan hasta insípidos a veces. He estado a punto de cerrarla en más de una ocasión, pero siempre acabo las novelas por educación y por deferencia hacia el trabajo de la autora.
Vayamos paso a paso, a ver si soy capaz de explicarme bien:
Rebecca: la típica muchacha jovencita que aún no ha salido del cascarón, que desconoce todo lo que a hombres se refiere y que hace lo que su madre le indica. Se nos presenta como una mujer simple, arropada siempre por su dama de compañía.
Flora, la dama de compañía: clásica mujer más madura que la protagonista, un poco cascarrabias, que hace y deshace a su antojo.
Lilly, la madre de Rebecca: aristócrata que desde que su hija tiene casi uso de razón, intenta emparentarla con su vecino y al no conseguirlo, porque la chica es demasiado joven, se esfuerza para meterla de dama en la corte y que pueda casarse como Dios y los cánones mandaban.
Elisabeth: la compañera de cuarto de Rebecca. Una chica malintencionada, cotilla, sin gusto, protestona y, por descontado, que está pirrada por el protagonista.
Shara: la que dirige a las damas de compañía es una mujer dedicada a conseguir información para usarla en su propio beneficio, mandando a espiar a las chicas. Así, a secas.
Nigel: jefe del espionaje, que al parecer está emparentado con la reina porque es el bastardo de no sé quién. Enamorado del protagonista por el que bebe los vientos.
La familia de Ruppert: aquí nos encontramos con una madre que ha ejercido incluso de padre, unos hermanos tan tarambanas como Rupert, una hermana que aún no se ha casado y varios más. No voy a nombrarlos porque apenas tienen relevancia en la novela. O al menos, para mí, no la han tenido.
Rupert St. John: el protagonista masculino, el agente de la Corona, el Ángel, el Adonis, el más guapo entre los guapos, tanto que incluso cuando está bailando la gente tropieza por mirarle. Vamos, que empalaga.
No me gustaría alargarme demasiado, creo que con la descripción de los personajes sería más que suficiente.
En fin, clásica novela de la época victoriana, chica mona busca marido aristocrático, chico super-super-superguapísimo de la muerte, secundarios que no llenan ni aportan nada a la historia. Ni tensión, ni intriga, ni secretos de estado, ni peligros, situaciones que me han resultado hasta absurdas (como una pelea por si entra o no luz por una ventana al amanecer), embarazo a media novela, que si no estás preñada y me engañas, que si sí que lo estoy y te lo voy a demostrar, que si me tengo que buscar una mujer para hacerse pasar por mi esposa y tengo que ir a buscarla a Francia (se ve que al protagonista no le servía una señora cualquiera)...
Podría extenderme, pero creo que es más que suficiente.
Como desquite a lo que se podría interpretar como una negación a las novelas de esta autora, decir que para mí sigue siendo una de las buenas, de mis preferidas y que seguiré leyéndola.
Pero eso sí, lo que no sale bien, pues hay que decirlo.
Crítica realiada por Cynthia HJ
Leí esta novela hace unos meses y la verdad es que me gustó mucho. Johanna Lindsey es una de mis escritoras favoritas porque tiene una narrativa bastante amena y ligerísima de leer. No te tienes que devanar los sesos, sólo tienes que leer y disfrutar.
Quizá, de toda la serie, esta novela sea la más floja. El protagonista, Rupert, pasó a ser un caballero súper atractivo en esta novela... pero, en la primera, la verdad es que conforme lo describe, era de todo menos atractivo XD No obstante, el hecho de que trabaje como espía le da un toque fascinante y, en general, es un buen protagonista. Además, sus rifirrafes con su madre son de lo más graciosos.
Rebecca es una protagonista que también me gusta mucho. Es calmada pero, a la vez, se lanza y se mete en todos los fregados casi sin darse cuenta. La relación que tiene con Ruppert es muy bonita y creo que se complementan perfectamente.
La única pega que le saco es que me habría parecido más interesante que la historia se hubiera desarrollado casi al completo en la corte en vez de que allí apenas haya acción. Si una lee la sinopsis, espero precisamente eso: que todo sean intrigas de la corte. Pero nada más lejos de la realidad, la verdad es que en la corte se pasan 2 telediarios y creo que es un poco un desperdicio.
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