Jude Deveraux - Por siempre jamás

Valoración:

Crítica realizada por Irdala

Libro 2 de la serie Novias de Nantucket

Graydon Montgomery, príncipe heredero de Lanconia, ha ido a Nantucket con su hermano gemelo Rory, para asistir a la boda de su primo Jared Montgomery Kingsley y Alix Madsen (protagonistas ambos del libro 1 de la serie). Le toca ser el acompañante de la dama de honor Toby Wyndham, la encargada de organizar la boda, e inmediatamente siente una profunda atracción por ella. Toby jamás se sintió atraída por ningún hombre hasta el punto de llegar a tener una relación amorosa. Sin embargo, con Graydon sí le ocurre esto, lo que pasa es que él le dice de inmediato quién es y los motivos por los que nunca podrá haber nada entre ellos.

Con las cosas ya claras, deciden mantener una relación de amistad. Cuando Graydon descubre que Toby es capaz de distinguir quién es cada uno de los dos gemelos idénticos, algo que es absolutamente imposible para todos los demás, decide tomarse unos días de asueto antes de regresar a ocuparse de sus múltiples obligaciones como príncipe, entre ellas el anuncio de su inminente compromiso acordado y pactado hace años, y lo arregla todo para permanecer en Nantucket durante una semana con el fin de conocerla mejor, mientras que su gemelo vuelve a casa para hacerse pasar por él. Y es que, según la leyenda laconiana, la persona que sea capaz de distinguir a los gemelos es su Amor Verdadero.

Durante la semana que Graydon se concede libre de responsabilidades, él y Toby empiezan a conocerse mejor y a pesar de los esfuerzos de ambos por no enamorarse, no son capaces de conseguirlo, pero es que además son arrastrados a un viaje al pasado en el que tienen que arreglar una historia de amor que ocurrió hace doscientos años y que terminó en tragedia.

Me encantan las historias de viajes en el tiempo, y si por medio hay casas antiguas y leyendas populares lo disfruto una barbaridad. Este es el caso de de esta novela. Lo cierto es que es muy recomendable leerla habiendo leído antes el libro que precede a este, dado que Por siempre jamás, aunque cuenta la historia de amor de Graydon y Toby, es una continuación de la novela anterior puesto que las leyendas y la mayoría de los personajes que los acompañan fueron presentados en el primer libro.

Para ser sincera no es una novela extraordinaria, pero sí es una entretenida y agradable lectura en la que se entremezclan pasado y presente, fantasmas, sueños, presentimientos y la ideal quimera de viajar al pasado para poder enmendar el futuro. Gran parte de los personajes que viven en el presente en la isla de Nantucket existieron y habitaron allí hace doscientos años. Las vidas del pasado están entrelazadas con las vidas del presente. Pero el viaje en el tiempo es sólo una parte de la historia. En el presente, los personajes que pueblan el lugar también están llenos de particularidades y por ello también son interesantes.

Entre Toby y Graydon saltan chispas y los acontecimientos y la realidad parecen ponerlo todo en contra de su amor. Las conversaciones entre ellos son ingeniosas y en ocasiones divertidas y es que, además de sentirse atraídos físicamente también les gusta pasar tiempo juntos charlando. Se admiran y se respetan hasta el punto de ser capaces de sacrificarse el uno por el otro.

Los personajes secundarios también dan mucho juego a la historia, de hecho son parte del todo que da forma a la novela. Daire y Lorcan, por ejemplo, los dos guardaespaldas de Graydon son unos personajes muy interesantes, aunque aquí sí pondría un pero porque me hubiera gustado ver cerrada esta historia entre ambos.

Me ha gustado la ambientación, pues tras la lectura de estos dos libros de la serie, ya tengo una idea muy bien formada del este pintoresco y entrañable pueblecito en el que se desarrolla esta serie.

La trama es interesante, quizá un poco liosa, e indudablemente fantasiosa por cuanto tiene de cuento de hadas, pero a mí este tipo de historias me gustan mucho.

Jude Deveraux nos regala de nuevo más historias de los descendientes de las familias Taggert y Montgomery que tan buenos ratos nos hicieron pasar hace años. El primer libro de esta serie me gustó mucho y este segundo no me ha defraudado para nada.

 

Crítica realizada por Katon

Nada más terminar Amor verdadero me lancé a leer la segunda entrega de esta trilogía. El personaje de Toby me llamó la atención en la primera historia, así como el de Lexie y su multimillonario jefe, Roger Plymouth. Al final de la primera novela descubrimos quién va a ser la pareja de Toby, y no es otro que Graydon, príncipe de Lanconia, parientes lejanos de los Montgomery-Taggert. Hay una leyenda entre los gemelos de la familia Montgomery-Taggert, aquella mujer que pueda distinguirlos, será su amor verdadero. Eso es precisamente lo que le ocurre a Toby.

La noche previa a la boda, Toby, Lexie y Alix salen a tomar unas copas. En el bar está Rory, rodeado de mujeres. En la boda, tras un comentario de Lexie, Graydon se disculpa por su hermano y se hace pasar por él, algo que Toby le echa en cara porque es capaz de reconocerlos. A partir de ese momento Graydon no desea otra cosa que pasar más tiempo con la joven.

Durante la celebración, Graydon convence a su hermano para que se intercambien los papeles durante una semana; Rory vuelve a Lanconia haciéndose pasar por el príncipe heredero y así él disfrutará de unos días en Nantucket. Lexie, a su vez, se marcha de forma repentina a Francia, va a pasar lo que queda de verano con la hermana de su jefe. Lo que Lexie no sabe es que todo está organizado por su jefe, Roger Plymouth y Rory para dejar a Graydon y Toby, solos, y a la vez, Plymouth intentará conquistar de una vez por todas a Lexie.

Toby es la encargada de organizar la boda de Victoria y Caleb, y Graydon, no duda en ayudarla para pasar más tiempo con ella. Además se acercarán a la casa, frente a la residencia de Tobby, y que acaban de comprar sus parientes Montgomery. La casa llevará a Toby doscientos años atrás, cuando Tabitha y Garret están enamorados pero avocados a vivir separados. Durante esa semana en Nantucket Toby y Gray forjan una bonita amistad. Desde el principio saben que su relación no puede ir más allá porque Graydon está casi prometida con la hija de un duque. El día antes de la despedida, llegan Daire y Lorcan, amigo y compañero de armas y su guarda personal respectivamente, ambos no se separarán de Gray en ningún momento ya que ellos sí están al tanto de quién es el verdadero príncipe. Rory se ha roto la muñeca y Graydon debe permanecer en la isla para que no se descubra su intercambio.

Una vez más encontramos viajes en el tiempo, personajes conocidos de otra época y escenas sacadas de una película. La ambientación de esta serie es estupenda, tanto por los paisajes y calles del pueblo actual, como por las casas y fiestas de hace doscientos años. Hablando ahora de los personajes; Toby me ha gustado mucho, es luchadora, aunque teme enfrentarse a su madre y sabe que lo suyo con Graydon no tiene futuro, aun así no se regodea en lo que no puede tener e intenta aprovechar su tiempo con Gray, y con Daire y Lorcan después. Gray parece un personaje estirado y distante, pero en Nantucket podrá comportarse como una persona normal y corriente y no como el siempre perfecto príncipe heredero. Indudablemente una novela de fantasía con una semejanza a los cuentos de hadas pero con un toque de misterio y los deseos de cambiar el pasado. Para mí hubiera sido una novela redonda si la autora hubiera cerrado la historia de los dos guardaespaldas, me he quedado con ganas de saber más de Lorcan y Daire.

No llega a la altura de la primera entrega que me gustó bastante más. Esta se me ha hecho más larga, pesada en algunos momentos, le sobran escenas y narración, además de un par de detalles que me han llamado la atención por su incoherencia con la primera entrega de la serie. Pero aun así, la autora escribe fantásticamente bien y es una novela estupenda con la que pasar un rato la mar de entretenido.

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