Crítica realizada por Savannah990
Continuación de Sentido y Sensibilidad de Jane Austen
De las tres hermanas Dashwood, Elinor, la mayor, era la sensata y resignada; Marianne, la segunda, la romántica y apasionada, y sus respectivas historias de amor fueron ampliamente tratadas en la novela Sentido y sensibilidad, de Jane Austen.
Por aquel entonces, Margaret, la hermana pequeña, era una adolescente, casi una niña, dulce y tímida, testigo de los desalientos y alegrías de sus hermanas. En esta continuación de la historia, Margaret Dashwood tiene ya diecisiete años y, además de su dulzura natural, posee una mente ágil y una gran facilidad de palabra, y está desprovista tanto del carácter demasiado estricto de Elinor como de la excesiva espontaneidad de Marianne.
El tedio de su plácida vida en la alquería de Barton, sola junto a su madre después de la marcha de sus hermanas, se ve interrumpido, con gran alegría por su parte, por la llegada de lady Clara Ashburton, una mujer inteligente y cordial que de inmediato cautiva a nuestra heroína. Más tarde, aparecerán en escena dos apuestos jóvenes: William du Plessy y George Osborne, con un carácter y un proceder muy distintos. Ambos se fijan en Margaret y empiezan a cortejarla.
Jane Austen, es mucha Jane Austen. Su narración es única y especial y aunque esta autora intenta narrar de forma parecida e imaginar cómo podrían ser los personajes a los que no le dio un futuro en sus novelas, no llega, y las fervientes admiradoras de Jane y sus novelas no notamos en sus novelas. La historia que le da a Margaret podría llegar a ser propia de Jane Austen (aunque eso nunca lo sabremos) pero las circunstancias, la narración y en nudo de la historia no lo habría escrito Austen jamás, por el simple hecho de que no es su estilo. El desarrollo de los personajes ya conocidos en la novela original de Austen, acierta en poco, sobre todo en un futuro que no les corresponde, como por ejemplo la Señora Viuda Ferrars, que aunque su personalidad si concuerda con ella los acontecimientos y decisiones que toma en esta novela son totalmente erróneos, ya que Jane Austen, jamás, le hubiera otorgado dicho desarrollo. La Viuda Señora Ferrars es un claro ejemplo de las equivocaciones que esta autora toma en desarrollar una historia que si lo hubiese planteado mejor en lugar de explayarse demasiado en el vocabulario imitador de Austen y en personajes que no merecen el protagonismo, la historia hubiera salido mejor parada. Al menos, en lo referente a la historia en general, esta novela es más entretenida y amena que otra escrita por esta autora: Presunción.
Poco hay que decir de los personajes, solo mencionar que esta autora juega con las primeras impresiones, como hacia siempre Austen aunque esta autora hace los personajes, personas ficticias, en lugar de hacerlas reales como lo hacía la ya mencionada autora.
Puede que a los lectores y lectoras que se atrevan a leer esta novela sin haber leído nada de Jane Austen (cosa que pueden hacer ya que la autora explica todo con exactitud de lo ya acontecido en Sentido y Sensibilidad) les guste la historia, pero a mí, como ferviente admiradora de esta gran autora (Jane Austen) lectora incondicional de todas sus novelas, me es imposible decir que me ha gustado o entretenido la novela con tantos fallos y enredos que nada tienen que ver con la historia.
Como ya he dicho, animo a todas aquellas lectoras que no hayan leído a Jane Austen, porque es probable que esta historia si les guste; es corta, apenas tiene 300 páginas.
Mi valoración es de 5 sobre 10.