Julia London - El seductor seducido

Crítica realizada por Katon

Libro 2 de la Serie Regent Street

Eran amigos inseparables. En los círculos aristócratas de Londres les conocían como "los libertinos de Regent Street". Pero la muerte de uno de ellos, Phillip Rothenbow, cambió sus vidas para siempre.

Adrian Spence, lord Albright, buscó la paz hasta hallarla en brazos de lady Lilliana Dashell en Un caballero peligroso.

Pero ¿qué hicieron el resto? ¿Qué fue de Julian Dane, el eterno compañero de fiestas de Phillip?

Julian es el apuesto e irresistible seductor por el que todas las damas de la alta sociedad londinense suspiran. Ni siquiera la tremenda muerte de Phillip ha empañado la atracción que las mujeres sienten hacia él. Julian sabe que podría casarse con cualquiera de ellas, la que él escogiese. Pero su corazón, tan esquivo hasta ahora, está empezando a ser tentado por la única mujer que nunca podrá poseer: Claudia Whitney, la joven que ya conquistó las atenciones de Phillip. ¿Cómo podría Julian seducir a la admiradora de su amigo muerto?

Julian Dane, conde de Kettering no puede quitarse el sentimiento de culpabilidad que le invade. Se siente culpable por la muerte de su amigo Phillip pero también porque desea a la que fue la prometida de su amigo. El código de honor que los unía le prohibía desear a Claudia, pero aunque ahora Phillip está muerto Julian cree que al desear a Claudia está traicionando a su amigo. Julian empezó a desear a Claudia en el mismo momento que Phillip, cuando la vio en un baile del brazo de su padre, por primera vez la vio como mujer.

Claudia lleva años enamorada de Julian. Le conoce desde que era una niña y pasaba un mes durante el verano con las hermanas de Julian. Pero a la joven Claudia, con diecisiete años le dolió que le prometieran un baile y luego la olvidaran. Pequeños malentendidos que le hicieron creer que Julian era realmente un libertino sin corazón. Claudia se sintió dolida cuando Julian intentó hablarle de Phillip, en ese momento se cortó cualquier tipo de relación cordial que pudieran tener. Malentendidos que los enfrentaron. Pero ahora más de un año después de la muerte de Phillip sus caminos se vuelven a encontrar.

Un beso robado pero compartido en el barco que los llega a Inglaterra lo cambiará todo. A pesar de los desplantes de Claudia, Julian no cejará en su intento por conquistarla. Desde el envío de un gran ramo de flores hasta acudir a todas las fiestas a las que asiste ella. Claudia empezará a dudar de la opinión que tiene de él cuando Julian la defienda ante un grupo de personas que critican su objetivo de crear escuelas para las niñas que trabajan en las fábricas. Los recuerdos del beso los acosan a los dos y cuando en una fiesta se escapan al invernadero y la atracción explota de nuevo son pillado en flagrante delito. Aún así Claudia rechaza su petición de matrimonio, la única solución para una mujer soltera. Pero el padre, al escuchar los rumores la obligará a aceptar la propuesta. Ambos se aman, pero ser forzados a casarse no es el mejor principio para un matrimonio.

La actitud de Claudia a partir de aquí no me ha gustado, se comporta como una niña malcriada y algo egoísta. Vemos los intentos de Julian por enamorar a su esposa, la trata con respeto, dulzura, cariño, pero ella no es receptiva. Claudia ya está enamorada de Julian pero teme que si le demuestra su amor por Julian él podrá herirla y alejarla de su lado. Claudia le ama en silencio y Julian trata de llegar al corazón de su esposa.

Pero el verdadero problema vendrá causado por la fuga de Sophie, la hermana pequeña de Julian. Él ha criado a sus cuatro hermanas, es muy protector, sobre todo desde la muerte de Valerie. La brecha que les separa es tan grande que el lector puede dudar si podrán salvarla. A pesar de conocerse desde que Claudia era pequeña no saben leer en el otro.

Aunque Claudia es una mujer casada no se siente completa, le falta algo, su ayuda a las mujeres menos favorecidas la ayudó cuando aún era soltera, pero ahora necesita algo más. Solo Julian sabrá que con su asignación y donaciones para causas benéficas ella dispuso una casa para mujeres que necesiten un refugio temporal, solteras embarazadas, sin trabajo o maltratadas por sus maridos. En este libro no todo es de color de rosa, ver lo indefensas que estaban las mujeres en esa época es un punto a favor de este libro, donde se verá un poquito de esa realidad tan dura. El sueño de Claudia es abrir una escuela pero cuando las donaciones para sus causas benéficas se reducen casi totalmente tiene que abandonar esa idea.

Este libro es el que más me ha gustado de esta serie. Ver las dudas, las luchas interiores de los personajes y cómo se enfrentan a lo que sienten ha sido fascinante. Julian es un personaje que encandila, por su manera de tratar a Claudia, por cómo piensa siempre en ella, por ese punto atormentado que lo acompaña casi toda la novela. Lo que más me ha gustado de Claudia es su obsesión por ayudar a las mujeres menos favorecidas, aunque he de reconocer que en algunos momentos no me ha gustado cómo trataba a Julian. El padre de Claudia es un personaje que odias casi desde el principio, por cómo la trata a ella. La historia de Sophie, que cerrará esta serie, es triste pero muy reveladora, me ha gustado mucho. Es otra realidad de las jóvenes de esa época que se arriesgaron y salieron perdiendo.

En este libro, como en el primero de la serie, creo que la autora abusa un poco de los malentendidos, las dudas siempre surgen por un malentendido y ninguno de los dos se enfrenta a ello. De todas formas, es una novela muy recomendable que te dejará pegada a la silla y que acabarás con una sonrisa, o al menos, ese ha sido mi caso.