Crítica realizada por Mc2
Jack Haine, conde de Lambourne, huye hacia su Escocia natal al enterarse de que aparece en el escandaloso libro acusado de cometer adulterio con la princesa de Gales. Durante su fuga cae prisionero de un laird escocés, que le propone un insólito trato a cambio de no entregarlo: si permanece casado durante un año y un día con su sobrina, le perdonará la vida.
A Jack dicha oferta le resulta una alternativa más sugerente que ser devuelto a Londres, y cuando conoce a la encantadora Lizzie Beal, su decisión comienza a parecerle sumamente agradable. Pero ella detesta esa escandalosa unión y no soporta vivir con un noble inglés fugitivo. Sin embargo, las enseñanzas sobre los placeres del matrimonio que le brinda Jack encienden una pasión que les hará desear permanecer unidos mucho más tiempo que un año y un día.
El libertino Jackin MacLeary Haines lleva ya más de un mes lejos de Londres, y el escándalo, pero no consigue dejar atrás a los cazadores de recompensas que le han perseguido hasta territorio escocés. El destino le lleva hasta Castle Beal, cerca de su propiedad escocesa, donde se verá obligado al rito pagano de la unión de manos. Deberá estar unido durante un año y un día con la intratable escocesa Elizabeth Drummond Beal, sobrina del laird Carson. Es una joven de 24 años, muy hermosa, acuciada por las deudas, y con una hermana inválida a la que debe cuidar. El carácter tan opuesto de ambos dará lugar a una suculenta historia para delicia de todos los implicados. Lejos de los lujos de la gran ciudad y sin criados que lo atiendan, Jack deberá aprender a vivir en una casa casi en ruinas y con pocos alimentos de los que disponer. Lizzie, en cambio, aprenderá lo que es la pasión y a aceptar otra manera de ver la vida. Tras un beso apasionado ambos se enamorarán, aunque les costará reconocerlo. Y, tras desentrañar el misterio que rodea Thorntree, y por el que Carson les ha obligado a estar juntos, Jack pondrá en juego su vida regresando a Londres. Allí pedirá una audiencia con el Rey que le llevará al encierro en la Torre de Londres. Tras días de angustia ambos serán capaces de reconocer lo que de verdad sienten en su corazón.
Se trata de la segunda novela de la trilogía Cuestión de Honor. Es una bella historia de amor que discurre entre dos personas de lo más opuestos, pero que poco a poco van descubriendo una nueva manera de vivir. Y, sobre todo para Jack, de apreciar lo que verdaderamente es importante fuera de los lujos de la alta sociedad de la Regencia. En algunos momentos, sobre todo al principio de la novela el ritmo de la historia decae bastante. Pero éste se hace más fluido tras llegar ambos a Thorntree. También merecería haber ampliado un poco más la historia de Charlotte, la hermana de Lizzie, y Newton, su guardián, dos personajes que me han llamado la atención. Aunque a lo mejor la autora decide hacer una historia corta sobre ellos. En general es una buena lectura para pasar una tarde entretenida, pero poco más. Me gustó más la primera parte de la trilogía.
Le doy un 3.5 sobre 5.
Crítica realizada por Yluna
A mi el libro me ha gustado mucho.
Jack es un hombre poco usual en la novelas, es simpático, encantador y con mucho ingenio.
Lizzie es una mujer decidida, apasionada e independiente, que tiene una gran responsabilidad en su casa.
Cuando los obligan a casarse (a él lo chantagean) y se casan, ella siempre está pensando en salir de la situación de manera rápida y arrasando con todo, mientras que Jack se lo toma todo con más calma y echándole paciencia e inteligencia. Ella es impulsiva y él es práctico. Esta diferencia entre ambos ha producido escenas muy simpáticas.
El libro me ha parecido muy divertido, ya que hay escenas o situaciones muy graciosas, por ejemplo cuando se casan y están encerrados en la habitación, cuando van a la casa de ella y a él lo vuelven a encerrar, cuando llega el caballero de la brillante armadura, la declaración, la celebración de la boda, etc.
Además el libro está lleno de pasión y sentimientos, con momentos muy tiernos, principalmente cuando tienen que tomar decisiones, ya que ella es una chica de campo que tiene que cuidar de su hermana y él es un hombre de la alta sociedad londinense muy metido en la corte.
El misterio por el que se produce el chantaje y la subsiguiente boda está muy bien hilvanado, y la autora lo resuelve sin meter ningún chanchullo.
El libro no relata sentimientos tan duros como el anterior, pero aún así es un libro entretenido y que en su forma y contenido te atrapa y te hace pasar un rato agradable.
Nota: 4 de 5
Crítica realizada por Katon
Jack Haines, conde de Lambourne, ha huido a su Escocia natal para evitar ser capturado por los hombres del príncipe. Sobre él recae una acusación de alta traición al haber mantenido supuestamente relaciones con la princesa de Gales. Aunque todo es falso, para no ser enviado a la cárcel de New Gate o a La Torre decide huir rápidamente hacia el norte.
Su llegada a Escocia no es como lo habría imaginado. Antes de poder alcanzar Lambourne Castle es apresado por varios highlanders que le llevan ante el laird del clan Beal. El laird le ofrece un trato; él y sus hombres lo esconderán tanto de los hombres del príncipe como de los cazarrecompensas a cambio de que se una de manos con su sobrina Lizzie. La unión de manos es un rito que lleva bastantes años sin utilizarse, mediante el cual un hombre y una mujer se comprometerán y unirán durante un año y un día aunque no tiene validez legal. Pasado ese tiempo si alguno de los dos lo anula ambos quedarán libres. Jack debe elegir entre unirse con una desconocida o acabar probablemente en la horca. En ese mismo día se encuentra, en medio del patio, rodeado por aguerridos highlanders y junto una bella y terriblemente enfadada joven.
Lizzie está furiosa con su tío Carson, desde que murió su padre ha intentado controlarlas a ella y a su hermana Charlotte. Ahora pretende unirla con un desconocido cuando está casi comprometida con el hijo del laird de otro clan. Solo espera que el afecto de Gavin no desaparezca cuando se entere de esa fechoría. Después de la ceremonia son encerrados en una de las torres. Un estupefacto Jack observa como su recién estrenada "esposa" escapa por la ventana, arriesgando su vida. Poco después los hombres del laird la llevarán de vuelta. Jack tendrá que vigilarla bajo amenaza del mismísimo laird. Lizzie no solo está enojada con su tío sino también con ese hombre que ha accedido tan rápidamente a unirse con ella, y más teniendo en cuenta que no es un hombre cualquiera. Es el conde de Lambourne, miembro del clan Haines. Aunque Lizzie no piensa en ello, tiene demasiados problemas de los que ocuparse. La situación económica de las hermanas Beal es casi desesperada. Sin ingresos y con una casa con goteras su tío se ha ido haciendo cargo de sus deudas sin su consentimiento por lo que cada vez la deuda total con Carson Beal va aumentando.
En cuanto llegan a Thorntree Jack comprueba que la casa ha vivido tiempos mejores. La unión de Jack y Lizzie conllevará la presencia de Newton, hombre de confianza del laird que pasará la mayoría del tiempo con Charlotte, inválida desde que unos años atrás se cayera de un poni de las Highlands. También estará en la casa Dougal, que será la sombra de Jack en todo momento. Obligados en un principio a dormir en la misma habitación, finalmente Jack dormirá en el cuarto contiguo al que deberá acceder a través del dormitorio de la joven.
Jack entra a formar parte de la cotidianidad de la casa. De trato fácil, Jack no dudará en utilizar su encanto para conseguir un desayuno tardío o para relajar algo la vigilancia a la que es sometido contando historias de la corte. Aunque Lizzie lucha contra ello no podrá evitar caer bajo el influjo de Jack. La atracción entre ellos va creciendo hasta que se besan en el dormitorio de Lizzie. A partir de ese momento algo cambiará entre amos. Aceptando la situación de estar juntos, Jack se involucrará en la vida de Thorntree, llegando a reparar el tejado de la casa. La apacible convivencia se verá afectada cuando Jack descubra las huellas de caballo en la propiedad de las hermanas y que no parecen tener ningún sentido. Jack y Lizzie intentarán seguir las huellas pero no encontrarán el lugar hacia donde se dirigían. Desde ese momento, Jack sospechará que Carson tiene algo que ocultar y que quiere obtener esas tierras a toda costa. Pero como le explicó Lizzie, las tierras de Thorntree son siempre heredadas por las mujeres del clan debido a un edicto real.
Pasados unos días llegará Gavin Gordon, el supuesto enamorado de Lizzie, intentará echar a Jack, tras la intervención de Newton y Dougal, Lizzie encontrará a Gordon atado a una silla. Otra sospechosa visita del tío de las jóvenes provocará que todos se convenzan de las malas intenciones del laird. Finalmente, al descubrir las verdaderas intenciones de Carson, Jack no tendrá otra opción que volver a Londres para que el edicto sobre la heredad de Thorntree a favor de las mujeres sea reforzado, también solicitará al mismísimo rey la anulación de la unión de manos. Lizzie no desea que Jack se arriesgue, pero comprende que no hay otra solución para deshacerse de las garras de su tío. Rumbo a Londres partirán Jack, Lizzie y Gordon. Una vez en Londres, Jack permanecerá encerrado en su casa para evitar a los hombres del príncipe, mientras tanto su hermana Fiona introducirá en sociedad a Lizzie y a Gordon, quien muy pronto descubrirá los atractivos de la capital.
Esta novela, la segunda de la serie Cuestión de Honor, no me ha gustado tanto como la primera de la serie, peeero tampoco me ha decepcionado como el tercer libro. Sin embargo la estancia en Thorntree se me ha hecho pesada. La narración demasiado lenta para mi gusto. Se anima bastante más mientras están en Londres y la aparición de Darlington y Lindsey es de agradecer. La relación entre Jack y Lizzie es descrita paso a paso, sin sobresaltos pero con cierto encanto. Es al llegar a Londres cuando Jack es consciente de lo mucho que había echado de menos Escocia, lugar del que había salido hacía diez años y del que no tenía muy buenos recuerdos debido a su violento progenitor. Jack me ha gustado como protagonista, a pesar de ser conde asume su situación en Thorntree y trata de ayudar en la casa, sus reparos hacia la tierra en la que nació se irán desvaneciendo poco a poco. Lizzie me ha parecido demasiado testaruda a veces, decidida a que los demás hicieran lo que ella quería, hasta que se encontró con un hombre que no se amilanaba ante su carácter. Si hubiera habido más química entre los dos creo que la estancia en Escocia se me hubiera hecho más llevadera. Charlotte también es un personaje algo complejo, enfada con todo el mundo por saberse una inválida, se podría haber sacado mucho más partido tanto de ella como de Newton, una pena que su historia pasara de puntillas.
En general me ha gustado aunque probablemente no será un libro que relea. También esperaba que contara algo más de la historia entre Charlotte y Newton. La ambientación es uno de los puntos fuertes de esta novela, el contraste entre la Escocia rural y el ruidoso Londres. La novela empieza con un ritmo ágil, con unos capítulos iniciales rápidos, luego decae y se hace algo más lenta su lectura para volver a animarse hacia el final del libro. Una novela entretenida pero sin demasiadas complicaciones.
Crítica realizada por Douglees
Jack Haines, conde de Lambourne decide huir a Escocia cuando el rey le quiere hacer prisionero por una supuesta relación con la Princesa de Gales. En busca y captura y sin otra opción que esconderse, cae en manos de Carson, el laird del caln Beal. Este promete mantenerle escondido de los cazarecompensas y de los emisarios del rey a cambio de que acepte unirse a su sobrina con la unión de manos, ya sabemos eso de un año y un dia. Sin otra solución y siendo un hombre práctico e inteligente decide acepar. Menuda sorpresa se lleva al ver a la novia, y es que Lizzie es bonita y muy decidida y no va nada contenta a la boda. Ha sido obligada por su tio, que no es otro que Carson, y si no acepta será llevada por morosa.
Aquí empieza , digamos, la aventura de estos dos personajes tan distintos. Lizzie quiere acabara con este matrimonio inmediatamente y hace todo lo posible por escapar. Jack es mas práctico y prefiere pensar mas detenidamente en el plan de huir, mas que nada porque su cabeza esta en juego.
Obligados a convivir en la casa de ella, una modesta casa venida a menos, ahí es donde surge la chispa de pasión y buena parte de la historia.Tambien tenemos al prometido de Lizzie, Gordon, que acude presto a recatarla, a Charlotte , la hermana que está invalida y es un poco puñetera. A los guardianes que deben vigilarlos y un misterio que no le cuadra.
Puedo decir que el libro empezó bien, me gustó bastante pero luego se me hizo un poco pesado. Ha sido toda una sorpresa Jack, en el libro anterior se le describe poco pero no me le imaginaba así para nada. Lizzie me ha resultado por momentos pesada y testadura, claro que hay que ponerse en su pellejo peor aun así es un poco quisquillosa. Tambien creo que la historia de su hermana, Charlotte podía haber dado para más pero me ha parecido muy tierna. El final ha sido digno de mención y es que hay pocos amores tan verdaderos como para arriesgar la vida por la persona querida.
Le doy un bueno, no está mal, es entretenido y pasas en rato pero no esperes algo parecido al primer libro porque no tiene nada que ver. Este es para pasar una tarde tranquila y no romperte la cabeza.
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