Kathryn Smith - Un juego escandaloso

Crítica realizada por Soraya

Gabriel Warren ha pasado muchos años tratando de dejar el juego, y otros cuantos tratando de olvidar que la mujer que amó con locura lo abandonó. Hasta que un giro cruel del destino la devuelva a su vida.

Lilith Mallory vuelve a Inglaterra escandalizando otra vez a todos. Nunca imaginó que volvería a encontrarse con Gabriel -no en su club-.

Él ha llegado a ser todo que ella desprecia. Ella es todo lo que el odia. Lo único ambos no son capaces de evitar es su atracción mutua.

Mallorys, el club que regenta Lilith, es un club mixto, a él acuden diariamente tanto caballeros como señoras. Las mismas personas que fuera del club la miran como si fuese una perdida, pero que dentro del él la saludan y en el caso de los hombres la desean y admiran. Su único consuelo es saber que todos ellos pagan por estar allí, que los tiene atados y bien atados con la cantidad de secretos que ha ido sabiendo a lo largo del tiempo que lleva regentando su club y que si quisiera podría sacar mucho dinero con ellos.

Cuando un día aparece por su club el conde de Angelwood, Lilith no puede evitar que su corazón se paré por unos segundos. Ya ha pasado mucho tiempo, demasiado en realidad, pero ella sigue esperando conocer la verdad, la misma que él le ha negado durante los últimos diez años. Tantas veces se había imaginado el reencuentro entre ambos, y nunca, ni una sola vez pensó que él no se excusaría, sino que en lugar de ello, más bien parecía la víctima de todo lo ocurrido entre ambos.

Gabriel por su parte también tiene sus propias incógnitas del pasado, quiere saber por qué lo abandonó después de haberse entregado a él, después de amarse tanto como se amaban. Pero ahora el destino los ha vuelto a unir con otro objetivo, están enfrentados. Gabriel busca la ilegalización del juego en Inglaterra, mientras que Lilith es dueña y señora de una de las casas de juegos más importante de Inglaterra. La mira y físicamente no es su Lily, en su rostro pintado no hay pizca de esa inocencia que tanto la caracterizaba, ahora su ropa y sus gestos son los de una mujer segura de si misma, una mujer que tiene constantemente que demostrar lo dura que es sino quiere verse devorada por las víboras.

Si me gusta esta novela es precisamente porque es un fiel reflejo de la mentalidad de la sociedad de aquella época. Ambos compartieron demasiada intimidad antes de casarse, pero sólo ella fue condenada. Se convirtió en una paria, su propia familia la repudió mandándola a Italia para que viviese junto a una tía que vivía allí. Y aunque hace un tiempo que volvió, sabe que nunca la miraran con buenos ojos, y menos ahora que tiene el club. El mismo al que acuden cada noche... Menuda hipocresía.

Por supuesto Gabriel también sufrió lo suyo, de su padre se rumoreó que lo mataron en un duelo por la gran cantidad de dinero que debía, de ahí que tenga esa lucha tan personal por abolir el juego. Y precisamente la oportunidad le llega cuando un viejo amigo de la familia le pide que investigue la trampa que le han hecho a su hijo un crupier en una mesa de juego del club Mallorys. Gabriel le promete descubrir la verdad, aunque esa verdad suponga la ruina de la que fuera el amor de su vida.

Hasta aquí podéis ver que es una novela con una trama poco innovadora, a excepción del hecho de que ella es una mujer trabajadora y no en cualquier trabajo. Podría pasar como una más sin pena ni gloria, pero me ha encantado. No es lo que cuentan sus páginas, sino cómo lo cuenta. Esta autora cuando quiere es muy buena, y esta vez con estos dos protagonistas ha querido. Es el sentimiento que vemos entre los dos desde el principio, los recuerdos compartidos, los sueños que se torcieron y en el fondo, la esperanza de que pudiera terminar por ser. Todo ello, ligado al tema del reencuentro, la relación fallida por buenos motivos que irá descubriendo el lector a medida que avanza, ha conseguido hacer una mezcla muy buena, para mi opinión.

Es la segunda vez que leo esta novela, tenía muy buen recuerdo de ella. Es más, de toda la trilogía que la compone es mi favorita, así que me decidí a releerla y así poder hacer esta crítica. Y ha sido un acierto. Los primeros capítulos reconozco que me costó cogerle el gustillo, inclusive llegué a pensar que la tenía sobrevalorada, pero fue leer un par de páginas más y me cautivó como la primera vez. Así que yo le doy un 4,5 sobre 5 porque por segunda vez me ha hecho pasar unos momentos muy buenos.