Kathy Lette - Sexy de la muerte

Crítica realizada por Srta_Escarlata

Shelly, tímida profesora inglesa, sale de un concurso televisivo casada con Kit, un americano irresistible pero con muy pocas luces. Con él deberá aguantar supuestas infidelidades, revoluciones, aguaceros y volcanes en erupción durante su peculiar "luna de miel" en una exótica isla. Pero, ¿de qué le sirve ahora haberse casado con semejante ejemplar si ni siquiera se quiere acostar con ella? ¿Será de verdad que los hombres son como ciclones?: "Nunca sabes cuándo van a venir, cuánto se van a quedar... ni qué potencia van a tener". Una novela divertida y delirante con grandes dosis de erotismo y un final insospechado.

Esto es lo que se puede leer en la cubierta de la novela, y por eso me la compré esperando pasar un rato divertido. Sin embargo, me decepcionó. 
La autora se muestra demasiado distante de sus personajes y se burla de ellos. En ningún momento pude llegar a sentir empatía con Shelly, y Kit, el supermacho, me cayó como una patada en el hígado. La novela intenta reflejar una guerra de sexos que sólo se aprecia en la cita con la que se abre cada capítulo (por cierto, alguna es muy buena). Tenemos a la profe (me la imagino tipo Bridget Jones) medio enamorada del americano cuyo cuerpo fue creado para placer de las mujeres. Él la ha convencido, de una forma muy poco ortodoxa, para casarse, pero adelanta la luna de miel y se marcha solo a la isla de Reunión. Ella hace el viaje acompañada del equipo de televisión que va a rodar toda su luna de miel para un programa de telerrealidad. Una vez en la isla, Shelly se dedica a perseguir a Kit para que se acueste con ella, y durante este acoso y derribo recibe los consejos del equipo de TV, odia a una cantante del hotel de la que sospecha que está liada con su marido, conoce a un jefe de policía bastante bruto y se entera de los problemas políticos de la isla. La verdad es que a lo largo de la novela se ve cómo Shelly pierde toda su dignidad para perseguir a un hombre y que le eche un polvo. Según pasaban las páginas iba pensando yo: "no puede ser", "tiene que darle de su propia medicina", "no te humilles más"...
Finalmente, la historia se vuelve un poco enrevesada, y ya demasiado increíble, con una bigamia, una hija oculta, una orden de extradición, una revolución isleña, una serie de catástrofes naturales, una surrealista huida a Madagascar ...

Mis conclusiones:
- Mujeres, no os humilléis por pasar un buen rato con un hombre.
- En la tele, todo vale con tal de ganar audiencia.
- No voy a leerme nada más de esta autora. Si el propio escritor no siente simpatía hacia sus personajes, mucho menos la sentirán los lectores.