Kerstin Gier - Zafiro

Crítica realizada por anasy

ARGUMENTO:

Segundo libro de la Trilogía "Joyas Preciosas"
Gwen y Gideon tienen dos retos a los que enfrentarse: aprender a amarse en distintas épocas... y ¡salvar el mundo!

Todo había empezado con aquel beso.
Gideon de Villiers me había besado a mí: Gwendolyn Sheperd.
Naturalmente, debería haberme preguntado por qué se le habría ocurrido aquella idea de una forma tan repentina y en unas circunstancias tan extrañas —escondidos en un confesionario y todavía sin aliento tras una persecución de película por medio Londres—. Pero el hecho era que en aquel momento yo no pensaba absolutamente en nada, aparte quizá de que no quería que el beso acabara nunca.
Por eso tampoco fui del todo consciente del tirón que sentí en el vientre ni me di cuenta de que entretanto habíamos vuelto a saltar en el tiempo…

OPINIÓN PERSONAL:

Zafiro Comienza justo en el final de Rubí, cuando Gideon y Gwen consiguen escapar de la casa de una de las portadoras del gen en el año 1912 que no quiere darles su sangre influenciada por los desaparecidos Lucy y Paul que intentan hablar con Gwen  les tiendes una trampa pero Gideon no está dispuesto a escucharlos ni un sólo minuto, cuando consiguen escapar y ponerse a salvo Gideon hace algo de lo más extraño, besa a Gwen, y así comienza zafiro..

En este segundo libro vemos como Gwen intenta adaptarse a todos esos saltos en el tiempo, a comprender un poco mejor de que va todo eso de los vigilantes, para que sirve cada cosa o que representa cada persona , porque tiene que aprender a bailar y comportarse en la sociedad del siglo XVIII por ejemplo y descubrir que pasa entre ella y Gideon, porque unas veces la besa y es encantador y porque otros es un insufrible antipático con aires de suficiencia.

 Pero para Gwen no es nada fácil comprender todas esas cosas, los vigilantes e incluso Gideon siguen desconfiando de ella y de que en un futuro los traicionará, aprender en pocos días lo que Charlotte lleva haciendo desde pequeña con las constantes pullas de esta y sus intentos de hacerla sentir una inútil con poco cerebro mina su confianza.

 Todo se hace bastante duro y desconocido, cuando lo que realmente ella quiere es estar en una familia normal y poder pasar tiempo con sus hermanos y su madre.

 No puede confiar en nadie, teme al Conde Saint Garmain, no sabe si puede fiarse de Gideon y encima  ahora se ha hecho con un nuevo amigo, un daimon, una pequeña gárgola llamada Xemerius que sólo ella ve, pero que al final resulta ser encantador y termina siendo de mucha ayuda para enterarse de cosas que pasan en las reuniones privadas de los vigilantes. Y por supuesto cuenta con la ayuda de Leslie , su mejor amiga que recaba información de donde puede.

A través de los saltos en el tiempo Gwen irá descubriendo más cosas, ni Lucy ni Paul le parecen esas malas personas que todos los vigilantes dicen que son, pero entonces ¿porqué robaron un cronógrafo? ¿Quién es bueno y quién es malo?.

Mientras la relación con Gideon sufre altibajos debido a que este parece sufrir de un trastorno bipolar de la personalidad, ambos sufrirán nuevas aventuras, con nuevos personajes y nuevos descubrimientos.

Un libro fabuloso , con más aventuras y más amor que el primero que te deja con muchas ganas de más, de descubrir el gran secreto, porque Lucy y Paul hicieron lo que hicieron, ¿son ellos malos, lo es el Conde Saint Garmain?.

 Una lectura ágil, entretenida, simpática, con personas encantadores y graciosos. Una serie que atrapa desde la primera página, que me ha sorprendido mucho tanto por su originalidad como por sus personajes.

Muy bueno