Crítica realizada por Maribel Moreno
Tercera entrega de la serie Stage Dive, en la que los protagonistas son Jimmy, el líder del grupo y hermano mayor de David, y Lena, su asistente.
Aunque los libros son independientes conviene leerlos en orden porque hay algunas cosas que vienen de los las anteriores entregas.
Cuando Jimmy toca fondo con sus adicciones, los integrantes del grupo, sobre todo su hermano David, le amenazan con prescindir de él, así que hay que tomar una decisión, y Jimmy se pasa unos buenos meses en rehabilitación, pero a su vuelta los demás quieren que tenga una asistenta que le controle y las que ha tenido hasta ahora no han funcionado.
En una reunión aparece Lena, una joven administrativa que está a punto de ser despedida por el representante del grupo, a Mal le parece perfecta por su genio y su desparpajo, y entre todos deciden contratarla.
En un principio la relación es de jefe y asistente, pero Lena cada vez se va sintiendo más atraída por Jimmy, y éste cada vez confía más en ella, hasta el punto de abrirse en momentos muy difíciles para él.
Pero cuando Lena ve que sus sentimientos van creciendo decide, que marcharse será lo mejor, pero Jimmy no está por la labor e incluso se ofrece a ayudarla a sacarse de encima ese encaprichamiento que siente por él, es más, hasta le prepara alguna que otra cita, aunque al final se dan cuenta de que nada funciona y quizá lo mejor sea dejarse llevar por la química que hay entre ellos, pero para Lena no es suficiente, y Jimmy ¿la dejará marchar?
He disfrutado mucho con este libro, aunque de momento mi preferido es el de Mal y Anne, no obstante, este es muy divertido también y los personajes me han encantado, Lena es una chica normalita, más bien baja, con bastantes curvas, o sea, incapaz de competir con los bombones que se acercan a Jimmy, es muy mordaz y tiene mucho genio, ella pensaba que podría separar sus sentimientos de su trabajo, pero desde luego no ayuda la convivencia diaria con Jimmy, que además está muy pendiente de ella.
Jimmy, en ocasiones me ha parecido un niño grande, con sus rabietas y mal genio, es un gruñón de tomo y lomo, ha pasado por una mala temporada pero se va recomponiendo y una gran parte se lo debe a Lena, que siempre está ahí, aunque sea en los momentos bajos, él es feliz teniéndola a su alrededor y que más que empleada es una buena amiga, pero entonces ¿por qué esos celos? y ¿por qué piensa que ella es imprescindible?
Jimmy es de esos personajes que al principio le tienes cierto rechazo porque se puede poner muy borde, pero poco a poco se va ganando nuestro corazoncito y acabas adorándolo.
La relación entre los dos es muy divertida ya que se pasan la vida discutiendo, se gritan, parece que se odian y Lena siempre acaba poniéndolo en su lugar, pero durante esos enfrentamientos provocan momentos realmente graciosos.
En cuanto a secundarios, ya os podéis imaginar, un total disfrute del grupo, Ev y Anne, e incluso Lizzi siempre están dispuestas a apoyar a Lena, y a los chicos los vamos conociendo ya bastante, David es el más serio del grupo, Mal está como una verdadera cabra y Ben de momento es el más pasota, para eso es el único que está libre, pero da gusto verlos a todos formar una piña, ¡me encantan!.
En definitiva, Sin arrepentimientos sigue la estela de sus antecesoras, es divertida y fresca y sobre todo adictiva, con unos personajes fuertes y creíbles, tanto los protagonistas como los secundarios, y una bonita historia de amor que empieza con una buena amistad y se va cociendo a fuego lento.
Menos mal que hay que esperar poco para poder leer el cuarto y último libro de la serie, porque la historia de Ben y Lizzy también promete.
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