Kylie Scott - Solo fue un juego

Crítica realizada por Maribel Moreno

Solo fue un juego es la segunda entrega de la serie Stage Dive, que da nombre a la banda de rock, y sus protagonistas son Anne y Mal, que ya me enamoró en el libro anterior.

Anne Rollis se lleva una desagradable sorpresa el día que llega a su casa y se da cuenta de que han desaparecido algunos muebles y su compañera de piso, que le debía bastante dinero, el mundo se le ha caído a los pies al ver que no dispondrá de dinero ni para pagar el alquiler y tendrá que marcharse. Su amiga y vecina de piso, Lauren al verla tan desanimada, casi la obliga a ir con ella a una fiesta que dan sus buenos amigos Ev y su, ya marido David, el guitarrista del grupo ; a pesar de las reticencias, Anne accede a ir con ella, al menos durante un rato se evadirá de sus problemas, aunque lo que no sabe ella es que su vida está a punto de dar un giro de ciento ochenta grados.

Malcom Ericson, es el batería del grupo, el que siempre está de guasa, esa noche en la fiesta de sus amigos, sin querer escucha una conversación, una joven está explicándole a su amigo lo que le ha ocurrido y ese no hace otra cosa que pedirle un favor. Mal, insta a la chica a que le explique sus problemas, y entre bromas le dice que se irá a vivir con ella, pero Anne que se cree que está completamente borracho, se marcha sin hacerle demasiado caso, pero cuál es su sorpresa cuando al día siguiente tiene un nuevo inquilino en su casa y con una proposición, él pagará los gastos y ella le hará el favor de aparentar ser su novi . Así que Anne no se lo piensa, al fin y al cabo ¿qué tiene que perder? Si además siempre ha sido una super fan del batería, pues aprovechará lo que dure la farsa.

Cuando leí Todo en una noche, me gustó, Mal prometía, pero no me esperaba que tanto, porque desde luego este segundo libro me ha gustado todavía más y ha sido por sus protagonistas.

Anne ha tenido una vida difícil, su padre las abandonó y su madre se postró en una cama durante tres años con una depresión, dejando solas a Anne y su hermana Lizzy, tres años menor, así que ha sido ella la que ha mantenido la casa, ha cuidado a su madre y a su hermana, mirando que no les faltara de nada, ella no ha podido ir a la universidad, pero ha procurado que lo hiciera su hermana, además siempre se desvive por sus amigos, aunque reciba algunos desengaños. Cuando Mal entra en su vida, le da fuerza, ánimos, le alegra la vida, y ella se lo merece porque es una chica cariñosa, dulce, que también necesita que la cuiden.

Mal, ¡qué puedo decir de Mal! Pues que yo también me he hecho su fan, es sencillamente maravilloso, con sus bromas, con sus locuras, pero..., no todo es lo que parece y Mal acarrea un gran problema, aunque casi hasta el final no se sabe lo que es, ni por que quería hacer pasar a Anne por su novia, así que nos encontramos con un chico que a veces parece loco de atar y otras se le ve cerrado en sí mismo, pero Anne es un gran apoyo para él y nunca se rinde en cuanto a Mal se refiere.

La relación me ha parecido muy bonita, porque lo que empieza siendo una farsa, desde luego poco dura, ya que los dos se atraen, se gustan y pronto empiezan a surgir sentimientos mayores.

Otro punto bueno de esta novela son los secundarios, a algunos ya los conocíamos y aquí lo hacemos un poco más ,Reece, el jefe y amigo de Anne, majo aunque un pelín egoísta, Lauren y Nate, vecinos "escandalosos " de Anne, Lizzy, la hermana de esta, que es la protagonista del cuarto libro, los padres de Mal, y como no, Ev y David, a los que vemos felizmente casados y apoyan todo el tiempo a nuestros protagonistas, o Jimmy y Ben, que ya nos dejan con la miel en la boca . Me ha encantado ver a la banda junta, aunque discuten, aunque se pelean, son como hermanos y forman una verdadera piña.

Como el libro anterior está narrado en primera persona desde el punto de vista de la protagonista femenina.

En definitiva, Solo fue un juego es una historia preciosa, en general muy divertida, aunque también con momentos duros y muy emotivos, igual que su antecesora resulta muy adictiva y cuesta mucho soltarla una vez la empiezas, sus protagonistas están muy bien definidos y resultan maravillosos, igual que el elenco de secundarios que me han hecho vivir muy buenos momentos, y una historia de amor muy bonita.

La autora va subiendo el listón con cada libro y ahora toca el de Jimmy que, desde luego, también promete.