Lara Adrian - Bruma de medianoche

Crítica realizada por Mencía

Adicto a la sangre y al peligro, Nikolai pertenece a un mundo oscuro, erótico y amenazador.
Una guerrera entrenada para la batalla, independiente y sagaz. Su arma más poderosa es su extraordinaria capacidad psíquica. Es un regalo para ese mundo oscuro donde habitan las criaturas más sorprendes que la mente puede imaginar. Renata no puede permitirse enamorarse de hombre alguno, ni vampiro ni mortal, pero ahora, un extraño amenaza esa independencia lograda con tanto esfuerzo; un vampiro de cabellos de oro quien quiere arrastrarla a su reino de oscuridad... y a un placer que va más allá de la imaginación.
Nikolai es un adicto a la adrenalina, ama la lucha e imparte su propia justicia a los enemigos de su raza. Un ser acostumbrado a ir a su aire y a quien no le van las reglas. Ahora una mujer se interpone en su camino, Renata cuenta con poderes prodigiosos que serán puestos a prueba cuando un niño es amenazado. La propia elite de su raza le obliga a colaborar y a prestar su ayuda a la joven. La unión de sus capacidades es como leña echada al fuego. La vida de Renata se volverá del revés bajo el influjo de Nikolai, un ser que le ofrece el más exquisito de los placeres y una pasión que marcará sus destinos para siempre.

Este es el quinto libro de una serie que va a más en cada entrega. Una serie paranormal llena de intriga, aventura y pasión.  Para poder disfrutar plenamente de esta novela, ciertamente, es preferible seguir el orden de la serie, sin embargo, también se puede leer de forma independiente, y la historia que encierra bien lo merece.

Una vez más Lara Adrian nos invita a entrar en un mundo paralelo repleto de sorpresas, y al mismo tiempo, con la carga de sentimiento que siempre esperamos encontrar en una novela romántica. Nikolai es uno de esos protagonistas que colman nuestros sueños. Posee la belleza, la fuerza y el coraje que tanto nos gusta admirar. Es sexy, leal y tierno, en definitiva, uno de esos vampiros al que no nos importaría dar acceso a nuestra propia yugular.

La misma energía que encontramos en la construcción del protagonista masculino descubriremos en Renata. Es una de esas heroínas que combinan fibra y hermosura; despego y entrega. Es una humana que se mueve entre las sombras vampíricas con un único objetivo: sobrevivir un día más.

La atracción, que sienten el uno por el otro, a pesar de que Renata constituyó el instrumento que hizo caer  a Nikolai en una trampa, viene cargada de sentimientos encontrados. Los dos tienen motivos sobrados para desconfiar - parecen pertenecer a bandos opuestos aunque, en apariencia,  no abiertamente hostiles-.

Los sucesos que van aconteciendo después de su primer encuentro lejos de acercarlos los alejan aun más. Así que toca vivir esa tensión sexual, tan apetecible, hasta que  la trama de aventura avance lo suficiente como para desvelar poco a poco los secretos que les lleven al reconocimiento y aceptación de sus sentimientos.

Los secundarios, en su gran mayoría, pertenecen a la trama de intriga: malos redomados, descerebrados, títeres, inocentes. Pero también tenemos los que espero que, algún día, volvamos a encontrar. Hoy su autora nos dejado ver un atisbo doloroso o esperanzador, según qué caso, de lo que constituirá la base sobre la que se asienten sus historias. Y confío en que, dado como ha sido su pasado, sean éstas unas hermosas historias de amor.

Bruma a medianoche es una novela para disfrutar. Con unos protagonistas maravillosos, una carga de elegante y rica sensualidad y un ritmo ágil, se convierte en una de esas novelas para recomendar a todas las que disfrutan viajando al oscuro mundo de los vampiros.

Una vez más Lara Adrian convierte el entretenimiento en un placer imposible de olvidar...