Lauren Bach - Pure dynamite

Crítica realizada por Bimba

(sin traducir)

Adan Duval es agente especial y pertenece a la Brigada de Investigación Criminal. En misión secreta, debe ganarse la confianza de Lyle McEdwin, perteneciente a una familia de renombre.

Pero cuando Lyle es herida en un tiroteo, solo queda una solución: secuestar a Renata Curtis para salverle la vida.

Voy a empezar diciendo que esta novela no me ha gustado y trataré de explicar las causas. No es que el argumento me dijera ya nada especial, pero por alguna razón esperaba más de ella. A fin de cuentas, las historias de agentes especiales suelen resultar entretenidas, por más que haya ya tantas novelas de este tipo que no sé yo si queda algún agente del FBI sin historia propia.

A lo que vamos, Duval es agente del FBI (uno más), al que le han encargado una misión secreta que se centra, ni más ni menos, en hacer amistad con Lyle, de la familia McEdwin, unos malhechores. Lo que quiere el FBI es cazar a toda la familia.

Para ello se prepara una fuga de la prisión, de modo que Duval puede ganarse la mistad duradera de Lyle. Sin embargo, hay problemas y no todo sale a pedir de boca como estaba previsto. En la huida hay muertes y Lyle es herido.

Adam no es ni más ni menos que el típico agente del FBI metido en problemas. La verdad es que ya he leído muchos argumentos parecidos y éste no me ha parecido nada especial. Ni el argumento ni el personaje del héroe, totalmente descafeinado para mi gusto. Pero bueno, ahí estaba y siempre que empiezo una novela tengo la manía de acabarla aunque sea echando espuma por la boca. El caso es que Lyle tiene que seguir con vida si quiere acabar por atrapar a los de su familia, así que a Duval no le queda más remedio que conseguir un médico.

El médico, por descontado, debe ser una mujer. Aquí entra en juego Renata, que ejerce en una clínica. Y a partir de aquí, todo su mundo se pone cabeza abajo porque se encuentra metida en un follón singular. Dos fugados de la cárcel la secuestran. Su profesionalidad como médico y, por si fuera poco, la amenaza de un arma, no la dejan otra opción que acatar las órdenes.

Lo que podía haber sido una historia llena de aventura y emoción, me ha resultado sosa, repetitiva en algunas ocasiones, y se podría haber sacado bastante más del argumento aunque,como ya imaginamos desde el principio, el final va a ser el esperado.

Me ha defraudado la relación entre Renata y Duval. La una, porque no es la imagen que esperaba de una mujer independiente, médico para más señas, y no he encontrado en ella el carácter que caracteriza a una buena heroína. Más bien me ha parecido una niña tonta que se queda prendada del protagonista, por muy macizo que esté, a la primera de cambio. Y él, pues eso, el clásico agente macho-buenorro capaz de hacer cualquier cosa por la misión.

El romance, si es que romance puede llamarse a lo que pasa entre los dos, no me ha gustado nada. No es que no esté de acuerdo en que la mujer tome la iniciativa, al contrario, pero es que me parece que no viene a cuento el modo de acercarse a Duval. No, no lo voy a contar para no destripar el argumento, pero me ha parecido de todo punto fuera de lugar.

Los secundarios tampoco se salvan demasiado. Insípidos a más no poder.

Para más inri, la historia no tiene ritmo y por momentos resulta soporífera.

En resumen, una novela a la que, de puntuar entre 0 y 5 no le daría más de un 2.