Crítica realizada por Irdala
Tess es una de las estrellas del country más famosas. Después de haberse alejado durante mucho tiempo de su pueblo natal Wintergreen, Tess McPhail debe regresar, muy a su pesar, para cuidar a su madre junto a su hermana. Los celos de su hermana y el caracter intratable de su madre le hacen más difícil todavía su estancia en el lugar.
Tess, siente que en Wintergreen no hay nada que la pueda retener allí después de dieciocho años de ausencia. Sin embargo, se dará cuenta que está equivocada cuando se encuentre con Kenny Kronek, vecino y compañero de escuela, y ahora un guapo divorciado...
El mayor deseo de Tess siempre fue ser cantante, así que al cumplir 18 años se fue en pos de su sueño… y lo logró. Hoy en día es una famosa estrella del country, aclamada y querida por un público que enloquece con su música, que compra todos sus discos y que han hecho de ella una mujer muy rica.
Sólo visita su humilde pueblo una vez al año, y a veces ni eso. Su madre y sus hermanas siguen viviendo allí… y también el chico que desde la escuela siempre ha estado enamorado de ella, y a quien ella jamás hizo el menor caso pues resultaba bastante patoso y anodino.
Su hermana mayor, quien siente unos enormes celos de ella, le ha impuesto que abandone todo para hacerse cargo de la segunda operación de cadera de su madre, alegando que jamás está en casa y que vive sólo y exclusivamente para ella.
Así que Tess se presenta en el pueblo para, por cuatro semanas, cuidar de su madre y asistir de paso a la boda de su sobrina.
Durante sus años lejos de los suyos, Tess no ha dejado de enviar dinero a su madre para que restaure su casa o, incluso, se compre una mejor. Sin embargo, su hogar sigue siendo el mismo que cuando vivía allí de niña. Su madre no quiere cambiar nada, pero sí acepta la ayuda de Kenny, su vecino de la casa de enfrente, que ya no es ni de lejos el niño ni el adolescente que Tess conoció.
Kenny es ahora un divorciado que vive con su hija adolescente quien sueña en convertirse algún día en cantante.
Los primeros encuentros entre Tess y Kenny son de una frialdad tremenda. Tess odia que su madre sólo acepte los cambios y las opiniones de Kenny, y Kenny considera a Tess una súper diva fría y distante que ha abandonado a los suyos y se ha olvidado de lo que fue y dónde nació.
Tengo que decir que esta no es una de las novelas de Lavyrle Spencer que me han erizado la piel. A diferencia de prácticamente todas las demás novelas que he leído de la autora, ésta me ha parecido muy simple y sencilla (dentro de lo poco simple y sencilla que son las historias de esta escritora). La novela es muy corta y se entretiene mucho en explicaciones de cómo son los conciertos o los estudios de grabación. Desde luego, también analiza los sentimientos de todos, algo que a Lavyrle se le da de maravilla, por cierto.
Con las pocas páginas que tiene el libro, la historia romántica no da para mucho, más bien es un puzle deshecho donde la autora va colocando poco a poco, todas las piezas que son los sentimientos de unos personajes que se conocen desde hace años: los malentendidos, los rencores, las medias palabras, las cosas no dichas… hasta encajar todas para llegar al final feliz.
Me ha gustado, como todos los libros de Lavyrle Spencer, pero no es una gran novela.
Crítica realizada por LILIAN
CONTIENE SPOILERS
"Tess es una de las estrellas del country más famosas. Después de haberse alejado durante mucho tiempo de su pueblo natal Wintergreen, Tess McPhail debe regresar, muy a su pesar, para cuidar a su madre junto a su hermana. Los celos de su hermana y el caracter intratable de su madre le hacen más difícil todavía su estancia en el lugar.
Tess, siente que en Wintergreen no hay nada que la pueda retener allí después de dieciocho años de ausencia. Sin embargo, se dará cuenta que está equivocada cuando se encuentre con Kenny Kronek, vecino y compañero de escuela, y ahora un guapo divorciado..."
La chica del pueblo es un LaVyrle y como tal hay que reverenciarlo, pero no es ningún novelón. La señora Spencer es una apasionada de la música y quiso hacerle un homenaje, en la que sería su última novela. Para ello creó unos personajes que sintieran y supieran transmitir este gran amor. Incluso hizo un guiño con el título del libro, inventándose una canción llamada Una chica de pueblo que resume la vuelta de Tess a sus raíces.
Tess McPhail es una archiconocida cantante de country que regresa al pueblo que la vio nacer, Wintergreen -Missouri-. Van a operar a su madre de la cadera y ha sido elegida por sus hermanas, para cuidarla unas cuantas semanas. Kenny Kronek, es el vecino de enfrente, servicial hasta la médula y con un recuerdo agridulce de Tess. Ha estado enamorado de ella desde el inicio de los tiempos, pero siempre sufría más de una burla. Mil años después, Tess o Mac, como la llaman sus admiradores, se reencuentran en la apacible vida del vecindario. Kenny ya no es el primer admirador de Mac y además lleva ocho años saliendo con Faith. Su hija Cassey, es cantante aficionada y canta en el coro de la iglesia Metodista. Un coro del que se ha hecho cargo Kenny.
Así está el patio de enredado cuando Tess, ante la indiferencia de Kenny, empieza a sentir algo por él. Kenny parece un perro vagabundo, al que por fin le hacen caso. Nota un cambio en Tess pero tiene miedo de hacerse ilusiones y tampoco quiere hacer daño a Faith. Así que, se limita a agachar las orejas, se deja acariciar y cuando menos te lo esperas, da media vuelta y huye en dirección contraria. Por otra parte, está Cassey que adora a Tess y lo que representa. Tess ve muchas posibilidades en la voz de Cassey y está convencida de que la puede echar una mano en el mundo de la canción. Kenny como buen padre la deja marchar con Mac, pero la echa mucho de menos. Y no sólo a su hija, también a Tess con la que ya ha intercambiado un par de besos. A través de las llamadas telefónicas, Kenny siempre acaba hablando un par de minutos con Mac. Kenny no quiere expresar sus sentimientos pero su alma -que parece la de un osito grandote- acaba por derribar las defensas de Tess.
En cuanto a los personajes secundarios, Mary McPhail no es la persona de carácter intratable que describe la sinopsis. Es una señora mayor a la que la operan de la cadera y está acostumbrada a vivir sola. Físicamente está molesta por la operación en sí y moralmente, quiere que las cosas se hagan a su modo. El problema surge cuando otra persona se ocupa de su casa y de ella, y claro es normal que entre la edad y las molestias, ponga más de una pega. Manifiesta su descontento pero no está a grito limpio con su hija ni le pone malas caras. Lo que sí puedo reprocharle es que, como madre, permanezca impasible ante la actitud de su hija mayor. Judy, sí que es una persona difícil. Los celos la carcomen y siempre mantiene una pose estirada con Tess. No acepta los éxitos de su hermana y hace todo lo posible por fastidiar cualquier momento familiar bonito. Su no saber estar llega, hasta a abandonar el convite de la boda de su sobrina.
La mayoría de las novelas escritas por LaVyrle Spencer acaba ambientándose en Minnesota y alrededores. La chica del pueblo, tiene como protagonista a una estrella del country, así que, parece lógico que la trama se desarrolle entre Nasville (Tennessee) y un pueblecito de Missouri.
Si sois de las incondicionales de esta autora recomiendo que leáis este libro. Pero si sólo sentís curiosidad por el mundo LaVyrle y queréis iniciaros en él, mirad para otro lado porque esta historia os decepcionará. Mi puntuación es 3,5/5
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