Lavyrle Spencer - The Fulfillment

Crítica realizada por Merche

(Sin traducir)

Dos hermanos trabajan una tierra rica y generosa y una mujer comparte sus vidas extraordinarias. Para Jonathan Gray, María es un compañero fiel y generoso. Para Aaron, ella es un amigo muy querido. Pero siete años de matrimonio sin hijos hace que Jonathan piense en un plan para unir a su esposa y a su hermano. Parece una locura. Para María significa el dolor de la infidelidad y la alegría agridulce de un amor que puede despertar...

Situación: siglo XX, campos de trigo de Minnesota.

A nadie va a extrañar si digo que esta autora sorprende con cada uno de sus libros tocando temas que otros ni siquiera pensarían. La sinopsis ya nos hace pensar en un tema peliagudo, aunque no es nuevo y recuerdo ahora un tema de pantalla grande donde un marido, ante la imposibilidad de tener un heredero, acuerda con otro hombre seducir a su esposa y dejarla embarazada. De todos modos, este no es el caso.

Antes de entrar con los personajes me gustaría dedicar un punto de apoyo al modo en que esta escritora nos narra la vida en una granja, lejos de las grandes ciudades. Creo que está estupendamente detallada, pero claro, es que esta autora es divina y cualquier tema que toca lo borda.

La historia central se basa en que María se ha casado con Jonathan Gray y desde entonces viven en Minesota, trabajando en la granja que él ha recibido como herencia de los padres. María es una mujer hacendosa, trabajadora y fiel a su marido, al que ama. Llevan una vida plácida, sin sobresaltos ni complicaciones. María es un buen personaje, extraordinariamente dibujado, que me ha gustado mucho.

Jonathan también es un hombre honrado y trabajador que quiere a su mujer. El complemento perfecto para ella. Sin embargo, tras varios años de matrimonio no han conseguido tener hijos y es un tema que le preocupa bastante, tanto que esa obsesión va a cambiar la vida de la pareja. De pequeño sufrió paperas y esta enfermedad le ha dejado inhabilitado para procrear.

El tercero en discordia es Aaron, el hermano de Jonathan. Comparte la vivienda y tiene en María una amiga extraordinaria y comprensiva con la que se lleva divinamente, casi una hermana para él.

Está muy bien narrados los sentimientos de cada uno de los personajes, las preocupaciones de Jonathan, las dudas de María y de Aaron, esa tensión que va separando al matrimonio por la falta de hijos. Es entonces cuando Jonathan, conocedor de que su hermano no ha sido víctima de la enfermedad que él padeció, sí puede tener hijos. ¿Quién mejor que él para darle uno con María?

La leve tensión existente por el deseado embarazo, se convierte en azoramiento, dudas y asombro cuando Jonathan plantea a Aaron y María lo que tiene pensado. ¿Se ha vuelto loco? La extraña petición hace que la tranquila vida que llevan los tres pase al desequilibrio emocional de todos.

Ya imagináis qué va a pasar. Es bastante predecible porque el argumento así lo quiere. Jonathan tiene que ausentarse de la granja y es entonces cuando entre María y Aaron surge una atracción que hasta ese momento estaba oculta, tal vez que ninguno de los dos sabía que existía.

María queda embarazada, sí, y Jonathan tiene la certeza de es de su hermano, pero no cuenta con las cavilaciones de su esposa que se siente terriblemente culpable.

Es una lectura amena, dura, no voy a decir lo contrario porque las situaciones que viven son impresionantes, extraordinariamente narrada, con tensión, sentimientos encontrados y pasión.

He disfrutado de este libro desde el primer capítulo hasta el último y lo recomiendo... como también recomiendo todas las novelas de Lavyrle Spencer.