Meg McKettrick deseaba tener un bebé... lo del marido era algo opcional. Brad O'Ballivan parecía el padre perfecto, pero ella era tan orgullosa y obstinada como sus antepasados del rancho Triple M y quería hacer las cosas a su manera... al estilo McKettrick. Amor, matrimonio, hijos y una vida que compartir, eso era lo que Brad deseaba, no una sola noche de pasión, un embarazo sorpresa y una mujer incapaz de ceder. Aquélla era una lucha que el duro ranchero no pensaba perder... tarde o temprano domaría el corazón de Meg.
Pocas veces he leído una sinopsis menos acorde al inicio de un libro. No es hasta casi el final cuando el argumento podría corresponder a lo que la sinopsis relata, y digo podría porque tampoco es realmente así. Vamos que lees la sinopsis y después el libro y piensas que o bien yo me he equivocado al leerla, o ellos al escribirla, pero desde luego algo no cuadra. Y encima nos están dando un gran spoiler, pero bueno ahí va mi crítica:
Hace más de diez años, Meg McKenttrick y Brad O´Ballivan estuvieron muy enamorados y a punto de casarse, pero al final algo salió mal, y Brad abandonó a Meg sin darle demasiadas explicaciones. Ahora Brad, compositor, músico y cantante famoso, ha decidido dejar el mundo de la fama y regresar al rancho familiar para recuperar su vida anterior. Cuando Meg descubre que Brad ha vuelto, lo primero que piensa es que los 60km que separan su rancho del de ella, es una distancia demasiado corta para ellos dos. Pero después de un reencuentro (no demasiado jugoso), deciden quedar para cenar y entablar así los cimentos de su nueva relación amistosa
Aquí hago un paréntesis para aclarar que el tema de la fama de Brad no me ha gustado como lo ha tratado la autora. Al principio, cuando llega al pueblo, todo el mundo se le echa encima, literalmente. El pobre tiene que salir corriendo de donde está porque viene una avalancha de personas hacia él. Sin embargo, más adelante, la autora deja aparcado el tema de los fans como si no existiesen, o simplemente tenemos que pensar que han aceptado su presencia en el pueblo otra vez.
Desde el principio Brad quiere recuperar a Meg, sabe que nunca ha amado a otra, y el hecho de que ella siga estando soltera es un aliciente para sus planes de futuros, que no son otros que casarse con ella y formar la familia que ambos desean. Pero Meg no le va a poner las cosas tan fáciles, y aunque admite que sigue sintiendo una atracción por él, esta vez ella no se va a dejar engañar con palabritas de amor. A partir de aquí poco más os puedo contar sin desvelaros toda la novela, es demasiado corta, y todo está demasiado entrelazado.
Ambos protagonistas me han gustado, en parte porque para ser una novela corta están bien perfilados, pero también porque son de esos protas que caen bien al lector. Brad, a pesar de ser famoso, tiene los pies sobre la tierra. Abandonó el rancho porque su familia necesitaba el dinero si querían conservarlo. Probablemente no tuvo más opciones que marcharse y hacer dinero fuera de allí para poder pagar las deudas, aunque sí que pudo haber elegido darle la opción a Meg de decidir si quería irse con él o no. En ese aspecto actuó mal, pero admite sus errores, y está dispuesto a demostrar que ha madurado. Meg, por su parte, es una mujer normal, con excepción de ciertas peculiaridades que no voy a desvelar por no chafar a nadie la lectura. Adora su vida en el rancho aunque sabe que no está completa desde que él se fue. Ahora que su hermana va a tener un bebé, siente que su reloj biológico suena más fuerte que de costumbre, y eso la entristece.
Uno de los aspectos que menos me ha gustado de este libro es que no está centrado en los protagonistas. Pasa de todo, y la autora pierde valiosas páginas en dar juego a otros personajes, demasiados en mi opinión, que restan protagonismo a los protagonistas. Pienso que Meg es el eje del libro, es su historia la que se cuenta, y es bastante entretenida, aunque no llega a más. Al ser una novela corta no da tiempo a profundizar en ellos dos, y es precisamente eso lo que más he podido echar en falta. También me hubiese gustado poder leer un epílogo al final, y no que parece como si la autora hubiese decidido zanjar de buenas a primeras, privándonos de un desenlace más elaborado y satisfactorio.
Aun así, me gusta la forma de escribir de esta autora, con muchos diálogos y bastante entretenida. Ésta en concreto es la segunda de una saga, y aunque se puede leer de forma independiente puesto que la autora hace las aclaraciones oportunas, yo pienso que es mejor leerla en orden.
No puedo terminar mi crítica sin prevenir a las futuras lectoras de cierto toque paranormal, que a mí en particular me ha chocado bastante porque no lo esperaba. Cuando leo una novela actual, no espero encontrar nada fuera de lo normal, y en esta novela nada más empezar a leerla, te chocas de bruces contra “lo paranormal”. En mi opinión, le ha quitado bastante realismo a la historia. No creo que hiciese falta meter tantas cosas en un libro tan corto, para que la historia fluya bien. A veces con unos buenos protagonistas y una bonita historia de amor, es más que suficiente, y sin embargo aquí han faltado más escenas románticas entre ellos, y no tanto extra, que me ha impedido disfrutar de la historia. Lo mejor sin duda la ambientación, y es que a mí cuando hay un rancho de por medio, la vida rústica con caballos y unas buenas montañas, me tienen ganada.
Mi puntuación es un 3 sobre 5. Es una novela entretenida pero poco más, desde luego no es la mejor de esta autora ni de lejos, pero tampoco está mal. Uno de esos libros que una coge para pasar el rato, pero que sabe que olvida tan pronto como cierra sus páginas, o en este caso, termina su crítica.