Lisa Gardner - Touch and Go

Crítica realizada por Melisma

(sin traducir)

Justin y Libby Denbe tienen la vida perfecta que se ve en las revistas. Son un matrimonio perfecto, tienen dinero, una casa preciosa, un montón de amigos y una hija adolescente y maravillosa llamada Ashlyn.

Pero aparece el dolor...

Cuando Tessa Leoni llega a la escena del crimen, encuentra algunas marcas en el suelo de la vivienda. La familia parece haber sido secuestrada, pero nadie ha llamado pidiendo un rescate. Simplemente, han desaparecido.

Tessa debe investigar una maraña de secretos, ambiciones y traciciones para poder aclarar tan extraña desaparición.

Empecemos por los personajes para ponernos en marcha.

Justin es el marido perfecto, un hombre atractivo, con dinero, dedicado a la construcción en Boston. Pero con secretos que pueden dar con su vida al traste.

Libby parece una persona feliz, aunque de carácter débil que recurre a las pastillas, con un esposo guapo y rico, con una hija preciosa y con una casa estupenda, rodeada de amigos que les admiran. Un personaje que demuestras a lo largo de la novela que es más fuerte de lo que pensábamos.

Y la chiquilla una adolescente estudiosa y buena hija, aunque guarda también una personalidad compleja que aporta mucho a la historia.

La estupenda familia desaparece como por arte de magia. Y es Tessa Leoni, una investigadora de seguridad, la que empieza a intentar aclarar el misterio.

Tessa es una persona bastante competente y su personaje me ha gustado mucho. Activa, valiente y decidida, emprende la investigación cuando su jefe la llama, al amanecer, para que acuda a la casa de los Denbe. No puede negarse porque la compañía para la que trabaja es la responsable de la seguridad de Construcciones Denbe. Y aunque debe ser la policía quien lleve las riendas del asunto, Tessa ha de servir de enlace entre su empresa y los policías.

La novela mantiene la intriga desde el inicio porque hay pocas pistas de la desaparición y nadie llama pidiendo un rescate, lo que hubiera sido lo lógico. Lo único que tienen claro es que todas sus cosas están en la casa, incluídos sus móviles. Solo se sabe que se ha visto una camioneta blanca por los alrededores de la casa.

El único indicio para tratar de encontrarlos es un GPS que Justin lleva en su chaqueta y la llamada le llega a un policía de New Hampshire llamado Wyatt Foster, que se ve involucrado en el misterio.

Tenemos entonces a varios frentes investigando: el policía Wyatt, la profesional en seguridad Tessa, la policía de Boston y, además, el mismísimo FBI.

La narrativa en esta novela es muy buena, el modo de contar las cosas rápido, pero llevándote a caminos sin salida que enredan más el tema consiguiendo que el lector se meta de lleno en la investigación como uno más. Aquí no vale quedarse al márgen, ser un simple lector, porque te conviertes en parte del argumento y buscas pistas como el que más. Acabas sospechando de todo y de todos mientras te enfrentas con ambiciones, traiciones y envidias.

Me ha mantenido en vilo desde el primer capítulo.

Por supuesto no voy a desvelar nada de la intriga de este embrolloso caso. Hay que leerlo, disfrutar de los personajes creados por la autora y tirarse de cabeza a la investigación que nos mantiene alertas hasta el mismo final de la novela.

Totalmente recomendable.