Liz Fielding - El bebé de la novia

Crítica realizada por Sandrayruth

¡Todo el mundo hablaba de la novia!

Sylvie Smith estaba organizando un espectáculo nupcial en una casa solariega y había acabado interpretando el papel de novia... ¡una novia embarazada de cinco meses!

Quizá todas las chicas soñaran con planear una boda sin reparar en gastos, pero Sylvie no.

Longbourne Court había sido el hogar de sus antepasados, pero acababa de descubrir que el nuevo propietario era Tom MacFarlane, el hombre que, aunque no lo sabía, era el padre de su bebé. Ahora Tom estaba frente a ella, mirándole el abultado vientre...

En este cortito harlequín nos encontramos con una historia de segundas oportunidades. En ella nos encontramos con Sylvie, una mujer encargada de hacer eventos de bodas, bautizos, comuniones y demás. Cuando Sylvie tiene una cita con Tom MacFarlane, no piensa que va a estar esperándolo una hora, y tampoco piensa que él la pueda poner todo tipo de trabas para pagarla el cheque que la debe, pero es que Tom está muy enfadado, pues Sylvie era la encargada de organizar su boda, pero resulta que la mujer con la que se iba a casar le ha dejado abandonado tres días antes de la boda, y además con un empleado de la mujer que tiene delante, por lo que intentará por todos los medios hacerla sufrir para disipar su ira, aunque ella sea inocente.

Sylvie no entiende que Tom MacFarlane, sea un hombre tan bruto y tan desprovisto de corazón, pero entiende que es un hombre que toda su vida ha luchado para salir de la pobreza, y que quizás el dinero que su ex-prometida ha tirado a la basura, sea realmente un despilfarro de tonterías y nimiedades que no necesitaban para la boda. Pronto entre los dos llegan a un entendimiento en relación al pago del cheque, pero Tom no está dispuesto a dejarla marchar tan fácilmente, por lo que acompaña a Sylvie a su casa. Y es ahí cuando ninguno de los dos pueden negar la atracción que sienten, por lo que terminan teniendo una aventura.

Días después Sylvie se da cuenta de que está embarazada, por lo que decide contarle a Tom de su estado, pero con la mala suerte de que él no está en el país, por lo que la confusión está servida en el libro. Por su parte, Tom piensa que Sylvie se va a casar con otro hombre, pues cuando llega al aeropuerto dispuesto a luchar por su amor, ve en una revista que ella está con Jeremy, el hombre con el que ella se iba a casar, por lo que Tom da por echo que ella está embarazada de él.

Pocos meses después los dos coinciden el el mismo lugar, la casa que fue de la familia de Sylvie, y el nuevo hogar de Tom, destinado a hacer un proyecto en él. Pero pronto se da cuenta de que Sylvie está allí para organizar su propia boda, por lo que a Tom se le parte el corazón. Aún así hace de tripas corazón y se dispone a ayudarla en lo que la haga falta. Los dos se dan cuenta de que lo que sienten el uno por el otro no es una fantasía, sino que es real, pero tendrán que dejar el orgullo a un lado si quieren que su amor triunfe.

Como ya dije es una harlequín muy cortito, por lo que toda la trama se desarrolla muy deprisa, quizás demasiado deprisa, pero bueno, es un libro entretenido y divertido. Sylvie me ha parecido una mujer dura por las situaciones de su vida, una mujer trabajadora e independiente, dispuesta a todo. Tom me ha parecido también un hombre trabajador y luchador, un poco cabezota y orgulloso. Entre los dos se palpa la atracción y el amor que sienten, pero el orgullo no les deja seguir adelante.

Los secundarios son inexistentes, pues la autora se centra exclusivamente en los protagonistas, por lo que solo hay unas pocas escenas donde salgan otras personas que no sean ellos. La trama, como ya dije anteriormente, creo que está desarrollada demasiado rápidamente, por lo que me ha dejado con ganas de saber más de los protagonistas, pero bueno creo que la autora lo compensa con los diálogos y momentos divertidos dentro del libro. Un libro entretenido, pero sin más...

Mi puntuación es de 3/5...