Louisa Burton - La casa de los placeres ocultos

Crítica realizada por Teresa

En un lugar remoto de Francia se alza Grotte Cachée, un antiguo castillo morada de criaturas fantásticas y seres mitológicos. Este infame castillo y sus habitantes llevan ahí siglos y han atraído miles de visitantes a través de los siglos en busca de la promesa de sensualidad y placeres prohibidos que se esconde tras sus muros.

PUEDE CONTENER SPOILERS

El libro está dividido en varias historias, así que voy a intentar comentar escuetamente cada una de ellas poniéndolas por época.

Época actual. La pareja formada por Viktor y Heather va a pasar una estadía en este castillo. El personaje masculino tiene dinero, es guapo, Heather le quiere y su trabajo es fabuloso y existoso. Tiene algo, sin embargo, con lo que no puede estar de acuerdo: las tendencias de su hermano pequeño; por mucho que quiera tener la mente abierta, le cuesta asumir que al joven le gustan los hombres más que las mujeres.

Hasta aquí bien. La fantasía viene ahora porque Elic, un ser fantástico que puede cambiar de forma, que puede ser un hombre o una mujer, que se puede relacionar con ambos, cambia su apariencia para acostarse con Viktor y, después, vuelve a cambiar a masculino para acostarse con Heather. Oseasé, que los espermatozoides de Viktor acaban en el cuerpo de Heather, pero sin haberse acostado juntos. Un poco lioso, lo sé.

Siglo XVIII. Una condesa llega a ese castillo con un grupo de nobles libertinos que, aparentando adorar a Satanás, lo que hacen en montar unas orgías de padre y muy señor mío. Y ahí, en ese castillo es donde la condesa conoce a Darius, un ser extraño cuyo don le hace estar apartado de los humanos. Sí, porque si roza a un humano debe concederle todos sus deseos.

Y ya está: a la condesa debe concedérselos. A su vez, la joven que ha sido elegida para la fiesta, Lili, que no es otra cosa que una diosa, se enamora de Elic y éste deberá salvarla de un vampiro.

La autora mezcla en este libro humanos con seres inmortales, vampiros con tipos que tienen dones especiales y con otros que se pueden transformar. Seguía siendo lioso para mi pobre cabeza.

Siglo XIX. Un doctor, su ayudante y su hija Catherine se presentan en el castillo con la intención de estudiar el origen y las costumbres de los sátiro.

El doctor estaba muy enamorado de su fallecida esposa y en el castillo consigue unirse de nuevo a ella, mientras su hija comienza a pensar en serio en las insinuaciones románticas del ayudante de su padre, después de estar en la cueva de Darius.

54 antes de Jesucristo. Va de romanos. Elic, el personaje que se transforma en hombre o mujer, vuelve a ayudar a una pareja a concebir un hijo con dones.

En resumen, que tenemos un personaje sobre el que giran las distintas historias. Elic, ya que aparece en todas ellas y en torno a él giran el resto de los personajes. O así lo he visto yo una vez que me he aclarado.

A favor del libro, la imaginación de la autora, desde luego desbordante, y el modo en que a través de las historias que saltan en el tiempo nos va dando a conocer a los que moran en ese castillo encantado, nos cuenta la historia de amor entre Elic y Lili y su angustia por no poder estar juntos. Al ser seres especiales, no pueden amarse físicamente, solo pueden hacer el amor con humanos pero no entre ellos. Estar así siglos debe de ser desesperante.

Hay tantos personajes y tantas situaciones mezcladas entre unos y otros y en el tiempo que es difícil contar mucho más de la novela. Para entenderla hay que leerla con la mente abierta a la fantasía y dejándose llevar. De otro modo, acabas loca.

Bastantes escenas eróticas y de todo tipo pasando desde los tríos al sadomasoquismo y sexo anal. Ahora bien, las escenas, aunque explícitas, están bien escritas y no resultan desagradables.

Lo mejor para mí es la forma que tiene la autora de presentarnos a los personajes, tengan don, sean humanos o vampiros. Cada uno de ellos está magníficamente descrito y te permite conocer sus distintas facetas, sus almas torturadas, si egoísmo y hasta su dulzura.

Puede que el personaje que más me haya gustado sea Darius, porque es un ser infeliz que debe vivir con la tortura de no poder acercarse a un humano, salvo si acata concederle todos sus deseos sean del tipo que sean.

No puedo decir que haya dado saltos de alegría al acabar este libro, pero no me ha desagradado, me ha entretenido y me ha encantado ese halo de misterio en el castillo. No estaría mal darse una vueltecita por un sitio así.