Louise Allen - Impropio de una dama

Crítica realizada por Mencía

Aquél no era lugar para una dama…
La señorita Bree Mallory no tenía tiempo para aristócratas consentidos. ¡Estaba demasiado ocupada dirigiendo la mejor compañía de transporte de viajeros en funcionamiento! Pero un encuentro accidental con un conde, lo cambió todo. La bella Bree no tardaría en hacerse un hueco en los círculos de la alta sociedad, pero esperaba que nadie descubriera que en una ocasión había tenido que conducir un coche de viajeros desde Londres hasta Newbury y había regresado sin la vigilancia de una carabina con el libertino conde de Penrith…

A veces una sencilla y bonita historia de amor se convierte en una lectura de lo más recomendable. A veces solo necesitamos perdernos en una historia con final feliz, de nobles caballeros y hermosas damas que se resisten a sus avances, para pasar del hastío a esa media sonrisa de complacencia que tanto nos llama. Impropio de una dama es así.

Nuestra protagonista es tan bella como decidida. Hija del  segundo y “no conveniente” matrimonio de una aristócrata dama, conoce bien la alta sociedad aunque no se mueva entre ella. Su vida la ha dedicado a la empresa de viajeros, que comparte en propiedad con el hermano de su padre, intentando asegurar así el futuro de su hermano pequeño.

El conde de Penrith es de un control legendario. Su encuentro con Bree es de lo más inusual, pero a pesar de la intensa atracción que siente por la joven, sabe que no puede permitirse caer de nuevo en el error de enamorarse de una joven de posición inferior. Su sorpresa es mayúscula cuando descubre que Bree es la hermanastra de un noble, y como tal, puede, si así lo desea, moverse en su mundo.

Pero superar los recelos que siente la joven por la mundana nobleza y permitirse el lujo de cortejarla choca con el duro obstáculo de su pasado ¿es viudo? Y es que Max desconoce el paradero de la joven con la que se casó cuando era apenas algo más que un muchacho alocado.

Impropio de una dama es una novela de lo más entretenida. Tiene su carga de atracción, tensión y pasión, y el encanto de descubrir y salvar las dificultades que salen al paso, sean del pasado o del presente. Sí, es  una novela sencilla y amena, ideal para disfrutar tranquilamente, o por lo menos así ha sido en mi caso.