Lucía de Vicente - Tras la estela de un sueño

Crítica realizada por Maribel Moreno

He leído los dos libros anteriores de esta autora y, así como Lazo eterno no acabó de convencerme, Cuando pase la tormenta me encantó, de hecho la recuerdo con mucho cariño, así que cuando vi que publicaban otro libro suyo supe que lo iba a leer sí o sí, y además sabiendo que había ganado el Premio Vergara, que por cierto felicito a la autora, seguro que valdría mucho la pena, y vaya si lo hace.

Rafael Monchús es el abogado de la Fundación Ángeles Olvidados, que se dedica a la protección de niños sin hogar y a encontrarles familia. Ha encargado a una empresa de informática la creación de una página web, con el fin de facilitar la información. La encargada de realizarla es Cristina Losada, una joven ingeniera informática con la que no se muestra demasiado agradable.

Cristina trabaja en la empresa familiar, ahora se está ocupando de la página de la Fundación, pero para su desgracia, los trámites los tiene que hacer con el abogado de la empresa y para ella cada reunión es un mal trago, porque se encuentra con un hombre frío e incluso llegando a ser borde.

Cristina está deseando acabar con el encargo y dejar de ver al ogro, pero entonces por boca de él se entera de la historia de Niki, un niño enfermo que cambiará la vida de los tres.

La historia me ha encantado porque tiene un poco de todo, momentos duros, momentos muy dulces y unos personajes que me han gustado muchísimo.

Cristina es una joven que actualmente vive para su trabajo, no ha tenido suerte en sus relaciones y de momento no tiene ganas de implicarse con nadie, cuando Rafael le explica la historia de Niki, la joven a espaldas del abogado, comienza a visitar al niño y poco a poco entre ellos aparece un vínculo muy bonito. Así que se propone ofrecerle una familia al niño, aunque sabe que no lo va a tener fácil y además va a tener que bregar con el fiero abogado.

Rafael es un hombre que no confía mucho en las mujeres, la suya le abandonó hace unos años dejándole una niña de seis meses a su cuidado, Paula es su vida y le dedica todo el tiempo que tiene disponible, aunque ahora está Niki también, al que no quiere dejar desamparado porque le ha cogido especial cariño, e incluso está pensando en que forme parte de su familia.

Pero también ha entrado en su vida Cristina, la ingeniera informática, cuya presencia ya le pone nervioso y que además tiene una lengua viperina.

Entre los dos surge una relación, primero más bien una guerra en la que no paran de tirarse puyas el uno al otro, pero poco a poco los sentimientos van cambiando aunque ninguno de los dos quiere darse cuenta, sin embargo, la pareja y los niños cada vez están más a gusto juntos, y ¿no es eso lo más parecido a una familia?

Más que secundarios, podemos decir que Niki y Paula son los otros dos protagonistas, dos niños encantadores de cinco años que dan mucha ternura a la historia, Niki solo quiere que lo quieran pues su madre lo abandonó cuando estaba enfermo, y ha encontrado en Rafa, Cris y Paula la familia que él desea, en cuanto a Paula es un amor también, ella quiere una mamá que su padre no está muy dispuesto a darle, pero con la aparición de Cristina la niña no pierde la esperanza.

Hay escenas muy bonitas y tiernas de los cuatro juntos y de Cristina jugando con los niños, que me han hecho sonreír y me han conquistado completamente.

En cuanto a secundarios, aunque aparecen varios que son importantes en la historia, hay que destacar a Alex, amigo de Rafa, policía, con un pasado complicado y que da todo de si por ayudar a su amigo, me ha encantado y no me importaría que tuviera su propia historia.

La narrativa de la autora me gusta mucho, es sencilla, amena y muy correcta, la novela está escrita en tercera persona y, yo diría que hasta predomina un poco más la perspectiva de Rafa, algo que me ha gustado mucho por que habitualmente es al revés.

En definitiva, Tras la estela de un sueño es una preciosa historia adictiva de principio a fin, con una trama que no deja indiferente, ya que trata temas duros como es la adopción y la enfermedad, con unos personajes entrañables como Rafa y Cris, que aparentan ser fríos e intratables, y sin embargo tienen un corazón que no les cabe en el pecho, o como Niki y Paula, dulces e inocentes que se han ganado el mío completamente.

Una historia muy recomendable que sabe a poco y desde luego, un merecidísimo premio para la autora.