Luisa María Linares - Cada día tiene su secreto

Crítica realizada por Paula

Cada día tiene su secreto...

Un hombre hizo un lema de esta frase y Olga descubre poco a poco después de escucharle que, en efecto, cada día encierra, dentro de sus veinticuatro horas, emociones violentas, dolor y dicha.

Al pisar tierra de regreso a la patria para reunirse con su marido, que la creyera muerta al haber estado cinco años perdida en la selva brasileña por un accidente de aviación, Olga tiene que enfrentarse con el secreto de los días angustiosos en el seno de una familia extraña y junto a un hombre que no es el marido que esperaba.

Entre estos seres agitados por pasiones ocultas, consigue descubrir, tras dura lucha, que el secreto que guardan los días puede llegar a ser un secreto feliz.

Esta autora fue una de las más conocidas en la década de los 40, 50 y 60, con novelas en su haber que incluso se llevaron al cine. Aquí nos cuenta la historia de Olga,una muchacha que siempre ha estado en internados debido a la profesión de su padre, arqueólogo, hasta que él le pide que le acompañe a una excavación en Egipto. Es allí donde conoce a Andres, con el que entabla una buena amistad hasta el punto de cuidarle cuando cae enfermo. Andres se enamora de ella y la pide matrimonio, pero Olga piensa en su diferencia de edad y no acepta. Sin embargo, cuando supadre muerte durante una expedición a Brasil, se encuentra sola en el mundo, Andres vuelve a proponerle que se casen y ella acaba aceptando.

Viajando hacia España, el avión en el que va sufre un accidente. Solamente se salvan tres personas. Olga, una monja llamada sor María y un conocido jugador americano llamado Paul.

Aquí comienza una odisea durante cinco largos años en que permanecen en medio de la selva, porque Paul y Olga se sienten atraídos pero ella está casada y le cuesta entregarse. En medio de esta mutua atracción está sor María de la Cruz, que va tomando afinidad con los indígenas hasta el punto de preferir quedarse a cuidarlos en lugar de volver a la civilización cuando, por fin, son rescatados.

De nuevo de viaje hacia Madrid tras despedirse de Paul, y de nuevo un accidente de avión que la llevaa Dakar. En ese avión conoce de Dick, otro americano con fortuna con el que traba amistad y le hace ver las cosas de otro modo.

Por fin, en otro avión (ya estaba yo esperando que se viniera abajo como los dos anteriores) llega a su destino, a la capital de España, para encontrarse con el hombre con el que casó por poderes: Andrés. Al menos, eso es lo que piensa ella, porque se parecen bastante. Pero el hombre que la espera enla terminal no es su esposo, sino su cuñado, Javier, puesto que Andrés, por su trabajo, está en África.

A partir de este punto la autora nos arrastra a una misteriosa casa donde pasan cosas extrañas. Además, sale a colación un personaje que te deja patitiesa: la viuda de Andrés. Sí, sí, es que Andrés al darla por perdida se ha vuelto a casar y ha muerto. Al llegar a este punto de la novela no sabía yo si estaba leyendo una novela de aventuras, una de romance o estaba viendo un culebrón de la televisión.

Además, allí encuentra a Javier.

Los persoajes son variopintos y algo extraños, una alcohólica, un ama de llaves rarísima, Elena que ha estado saliendo con Javier, un violinista (Javier) que no puede tocar tras un accidente de hace años.

No digo que esta autora no escriba bien, nada más lejos de mi intención, pero francamente, la historia me ha parecido a veces rocambolesca, con unos giros que me han hecho perderme y no centrar mi atención enel núcleo del argumento porque no sabía si iba a aparecer Andrés como un fantasma dado todo lo que le sucede a la protagonista, si iba a volver a aparecer Paul con elque tuvo un affaire en la selva, o si iba a acabar con el violinista.

Si a eso le sumo que Olga tiene que hacerse pasar por la esposa de Javier cuando sale a escena de nuevo Dick, el millonario que conoció en el viaje que acabó con un aterrizaje forzoso en Dakar, porque resulta que quiere casarse con Elena y si se entera de que ella se había casado con Andrés (que esa es otra, porque realmente no vale el matrimonio ya que Olga no había muerto),se lía la gorda, tenemos el folletín completo.

Pero no acaba la cosa aquí, qué va, además intentan asesinar a la protagonista. ¿El asesino? Pues no voy a decir de quien se trata, por si a alguna se le ocurre leer la novela.

En fin, que no sé qué decir sobre esta novela, pero el argumento, por enredado y, repito, rocambolesco, es inmejorable para una de esas telenovelas que duran tropecientos capítulos. A mí, con sinceridad, me gustan las novelas menos enfollonadas, aunque también puede ser que dada la época en la que se escribió, la edad que yo tengo y las novelas con las que yo me he enganchado a este género, todo esto me pille muy lejos y no sea capaz de encontrarle el punto a este tipo de novelas románticas que se escribían entonces.