Maggie Stiefvater - Temblor

Crítica realizada por Irewen

Antes de nada para que no haya confusiones decir que es un libro de Juvenil Romántica, es el primero de una trilogía y el segundo libro va a salir en Estados Unidos en Julio, si no me equivoco.

Cuando el amor te hace temblar en otoño
es mejor que el invierno no llegue nunca:
las primeras nevadas pueden arrebatarte a quien más deseas.
Hace años Grace estuvo a punto de morir devorada por una manada de lobos. Inexplicablemente, uno de ellos, un lobo de intensos ojos amarillos, la salvó.
Desde entonces todos los inviernos Grace se asoma al bosque y, desde la distancia, lobo y chica se observan.
Cuando llega el calor, la manada desaparece y, con ella, “su” lobo.
Pero este año, Grace deseará que el invierno no llegue y que el otoño dure para siempre. Ha conocido a un chico; se llama Sam. Es un tipo normal, salvo por sus ojos.
Son de un extraño color amarillo.

Cargado de dulzura, lleno de un amor que traspasa fronteras, muestra el amor de dos jóvenes que saben que tienen que luchar contra las circunstancias para mantenerse juntos. Una historia que se desliza por sus páginas con lentitud, pero a la vez sin resultar aburrido, ni mucho menos, cada una de sus páginas está cargada de una historia apasionante y cargada de poesía. Los personajes pronto se hacen familiares y te acercas a ellos con cierta rapidez, tanto a los principales como a los secundarios.

El amor flota, pero también se va perfilando la historia de fondo en cada una de sus páginas. A título personal, me encantó y me hizo soñar entre nubes de azúcar derretido y un escalofrío en la espalda debido al frío.

La historia gira alrededor de Grace y de Sam, su historia de amor básicamente y las circunstancias que la rodean, cargado de una marca totalmente sobrenatural que flota siempre en el ambiente como una amenaza. Los secundarios están presentes en todo caso, desde los padres de Grace que son un completo despiste - por no decir desastre -, hasta el dueto de amigas de las protagonistas, pasando por Isabel la snob de la clase y con la que a título personal me he partido con sus diálogos. Cada uno de ellos tienen unos rasgos personales que los diferencian en todo momento de los que se encuentran a su alrededor, haciéndolos únicos y arrancando una sonrisa en los labios en cuanto los ves aparecer.

La estética del libro me enamoró desde el primer momento, la portada es una auténtica belleza en tonos azulados y blancos que tan bien representan al invierno y al frío y el interior no se queda atrás; está dividido en sesenta y siete capítulos de longitudes variables y que permiten “hablar” tanto a Sam como a Grace, dando voces y perspectivas distintas de la historia, lo que me ha agradado sobre manera, escrito en primera persona como viene siendo habitual. Al inicio de cada uno de estos capítulos vienen los dos “símbolos personales” de cada uno de los protagonistas: un árbol para Sam, unas hojas para Grace y los grados que hacen cuando ocurre ese capítulo en particular, algo muy importante a lo largo de toda la historia.

La historia no está llena de acción, pero tampoco lo necesita, está cargada de una poesía tal que te hace saborear  cada uno de los momentos. Está repleta de momentos cotidianos, de diálogos divertidos que arrancan sonrisas, de tal cantidad de sentimientos que uno puede volver de repente a la adolescencia en un abrir y cerrar de ojos, cuando todo, absolutamente todo, consigue afectarte el doble cuando no el triple y eso la autora sabe reflejarlo. En más de uno de una de las hojas, he sabido identificarme con Grace y eso ha provocado una gesto de complicidad mientras iba leyendo. Tiene muchos momentos especiales y una forma de narrarlos la autora que me ha enamorado por completo.

El único pero que le he visto es que en ocasiones se hace un poco lento, como si durante unas cuantas hojas solo ocurriera la forma de fraguarse el amor, pero no pierde en ningún momento el ritmo ni se hace cansado de leerse. Esta apreciación puede estar debida a que venía de dos libros en los que la acción es continua y tienen un ritmo vertiginoso. El final es precioso, casi angustioso y no puedes dejar de leer hasta leer las últimas palabras, que te hacen sentir bien y, si soy sincera, sin necesidad de saber qué pasa en el siguiente porque lo Maggie lo cierra perfectamente. Esto no quiere decir que no me lo compre, porque lo haré por el simple hecho de paladear de nuevo la preciosa prosa que tiene la autora y por saber más sobre lo que tiene que venir.

Lo que me ha encandilado de la historia es el giro que ha dado al tema de la licantropía. Acostumbrada como estoy al tema de los hombres lobo y de los “werebichos” en los juegos de rol y en las películas, este giro inesperado me ha dejado un buen sabor de boca y no se me ha hecho para nada inverosímil. Siento mucha curiosidad de cómo lo va a ir desarrollando la autora en los siguientes libros, ver cómo va evolucionando y, si soy sincera, me ha abierto boca por un par de detalles que aparecen y que no he terminado de verle relación o finalización con el libro. ¡Y no puedo comentarlo con ninguno de mis amigos porque no lo ha leído y no voy a soltarlos aquí para no meter más spoiler!

Me estoy extendiendo demasiado quizá, pero debo decir que me ha enamorado tanto por dentro como por fuera Temblor. Se ha hecho una lectura rápida y amena, una verdadera historia de amor donde el chico es una verdadera bella persona cargado de miles de detalles por los que le achucharías con fuerza – ese amor por los libros, ese amor por aprender, ese amor por la poesía – y la chica tiene tan bien puestos los pies en la tierra, tanta fortaleza, es tan pragmática que te dan ganas de tenerla como amiga porque sabes que siempre podrías contar con ella.

Y para ir finalizando, para nada se me ha hecho un amor demasiado repentino si vemos por completo la historia. Me ha resultado fácil de entender – lo que en ocasiones en otros libros o series no me ocurre – porque no es un recién llegado en su vida, sino que ambos se conocen desde hace mucho, mucho tiempo. Porque los dos estaban presentes en la vida del otro antes incluso de saberlo. Porque ante el cruce de una mirada algo encajó provocando que necesitaran estar juntos.

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Crítica realizada por MaRtA_11

Las criaturas más típicas del género paranormal son los licántropos y los vampiros, aunque ahora vemos nuevas especies para poder sorprender al lector , ya que los pilares del paranormal están un poco sobreexplotados y pocas veces se puede apreciar algo novedoso de ellos.

Temblor es uno de esos libros que tiene algo diferente, hasta ahora no había leído nada en el que el hombre lobo se transformara por el frío y tampoco que con los años les cuesta más convertirse llegando a ser para siempre lobos. Es de agradecer esta invención ya que embauca al lector a la historia haciendo que no pueda parar de leer, creando adicción.
Esta novela es muy fácil de leer, entretenida, amena y muy bonita si bien no tiene una gran profundidad respecto a los sentimientos de los personajes, con esto quiero decir que no se te saltan las lágrimas pero tiene su parte emotiva.

Por último quiero destacar el cuerpo de la obra, no estoy acostumbrada a ver tantos adornos en un libro pero me llamó la atención y me ha gustado mucho.

Para mí toda novela que se lea rápido, entretenga y haga que no puedas esperar para leer alguna novela más de la autora se merece un sobresaliente y así va a ser:

Nota: 9/10

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Hace tiempo que quería leer este libro, aunque cuando salió ni siquiera me planteé comprarlo porque pensaba que sería otro libro juvenil que explotaba el tema de los licántropos, las buenas críticas que fui leyendo desde entonces, hicieron que me entrara curiosidad por esta historia.

Grace es atacada siendo una niña por una manada de lobos, la muerden pero inexplicablemente uno de ellos la salva de los demás. Ese lobo tiene los ojos de un extraño y llamativo color dorado. La pequeña Grace lejos de sentir temor por los lobos desde su ataque, comienza a sentir una fascinación casi obsesiva por todos ellos y a partir del ataque, todos los inviernos espera la llegada de su lobo de extraños ojos. Desde entonces, durante años, Grace y su lobo se observan desde la distancia, hasta que un día las cosas cambian.

Cuando uno de los chicos del instituto de Grace es atacado por lobos, el temor contra estos se desata, y después de una partida de caza furtiva Grace se encuentra con un chico malherido en su porche, y con una sola mirada a los extraños ojos del chico, Grace reconoce a su lobo, Sam.

Sam lleva años igual de fascinado por Grace que esta por él. Cuando es herido de un balazo se presenta ante su casa y esta lo ayuda sin pensarlo. Ahora Sam puede estar al lado de la chica que quiere, pero sabe que la situación no puede ser permanente pues se le termina el tiempo.

Grace es una joven de diecisiete años que se cuida a si misma, con unos padres ausenten la mayor parte del tiempo, es ella la que se encarga hasta de que todos coman bien. En el fondo es una chica que se siente herida ante el abandono de unos padres que no son malos, pero que viven en su mundo sin pensar en la hija que tienen. Tiene dos buenas amigas, la hiperactiva Rachel y la obsesiva de las fotos, Olivia, pero Grace lleva años obsesionada con los lobos y con Sam en especial. Cuando aparece en su casa empiezan una relación que es a un tiempo maravillosa y triste porque no saben cuanto tiempo tienen.

Sam ha sufrido mucho desde que siendo un niño fue mordido por un lobo, con unos padres que preferían verlo muerto a que fuera un monstruo, encontró su sitio en la manada junto a Beck, que es como un padre para él. Pero Sam siempre anhela ser sólo Sam, sólo un humano con una vida normal. Aunque todas las primaveras se transforma en humano, cada vez tarda más en hacerlo y esta en especial, no lo ha hecho y sabe que sus días como humano llegan a su fin, lo que lo apartará definitivamente de su amada Grace.

Mientras vamos sabiendo más de la vida de Sam y la manada a la que pertenece, de como el ataque de Jack, el chico del instituto desata que el secreto de los lobos se vaya descubriendo entre algunas personas entre ellas Isabel, la hermana de Jack, Sam y Grace van formando una relación muy dulce y tierna, con gran cariño y amor, pero frágil porque no saben cuanto les queda, intentan encontrar a Jack mientras los dos corren contra reloj contra el tiempo y el frío , que los separará para siempre.

Es un libro que está narrado en primera persona unas veces por Grace y otras por Sam, lo que me ha gustado mucho porque me gusta saber que piensan los dos protagonistas. Es una narración lenta y pausada que sin embargo se lee rápido y si bien no tiene grandes sobresaltos, no se hace aburrida en ningún momento. La historia de amor, como dije, es muy tierna, Sam es un chico que pese a lo que ha sufrido es encantador y sensible.

Me ha gustado mucho este libro, que me deja con muy buen sabor de boca y deseando leerme el resto de la serie.

Bueno

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Crítica realizada por Lilian

En los bosques de Mercy Falls, Minnesota, se esconde un secreto. Durante los meses invernales, feroces lobos merodean por el paisaje nevado. Están hambrientos y cuando cazan, no hacen distinción entre animales y personas.

Grace Brisbane, una niña de apenas 11 años, se columpia en el jardín de su casa. De repente, una manada lobuna cae sobre ella y la arrastra hacia la pesadilla. Incapaz de resistirse, se encomienda a un lobo de ojos amarillos que no deja de observarla. Sus súplicas no caen en saco roto y gruñido va y gruñido viene, el ataque se detiene. Es un milagro y Grace sale casi indemne. Durante seis años es incapaz de olvidar la imagen de su salvador. "Su lobo" ha estado siempre acompañándola en la distancia. Cuando llega el calor, Grace se siente desolada porque los lobos desaparecen sin dejar rastro.

Sam Roth, convive con su maldición desde que era un niño. No puede olvidarse de Grace, pero sabe que no tienen futuro juntos o sí...

Con temblor, da comienzo la serie de "Los lobos de Mercy Falls". Es un libro de temática juvenil pero apto para todos los públicos. La novela está enfocada a gustar y no sólo por su argumento. La editorial, Ediciones SM, ha cuidado al detalle su estética. Visualmente es un placer encontrarte con capítulos cortos impresos en una letra inmensa, cosa que mis ojos agradecen, y con unas ilustraciones -que aunque se repiten alternativamente- no dejan de ser muy originales. Realizadas en un precioso tono azul, es un placer saber que durante toda la lectura tanto unas hojitas otoñales como la silueta de un gran árbol, van a estar acompañándote.

La historia en sí está muy vista, pero es muy entretenida. Al principio tuve mis dudas cuando tuve claro, que iba a enfrentarme con una manada de licántropos -que por una u otra razón- acabarían interactuando con algún humano. Y la verdad es que no me apetecía demasiado seguir leyendo, pero ahora me alegro de haberlo hecho. He tropezado con unos personajes sencillos y sin complicaciones. A pesar de que Grace "conoce" a Sam en circunstancias traumáticas no tiene miedo de él, sino más bien una especie de fascinación mezclada con la esperanza de volver a verle. Grace -familiarmente hablando- ha llegado a sus diecisiete años, sola. Se ha criado con unos padres egocéntricos y despegados que no le han dado mucho cariño. Grace encuentra en Sam, a su compañero de fatigas y Sam por su parte, que está al borde del abismo y siente que su parte humana está a punto de desaparecer, encuentra en Grace su ancla.

Maggie Stiefvater quizá se recrea, en demasía, en la ambientación. Hay momentos en los que no sales ni del bosque ni de la casa de Grace. Es un permanente "Grace mira a través de la ventana a su lobo" o "Grace clava su mirada en el bosque, esperando encontrarse con esos ojos amarillos..." Y mientras te pasas la mitad del libro así llega el final y, la autora lo resuelve tan rápido que, no te da ni tiempo a paladearlo.

Mi puntuación es 3/5