Mar Carrión - Cuando vuelva a encontrarte

Crítica realizada por Maribel Moreno

Siempre me hace ilusión saber que las autoras, como Mar, que empezaron con la novela romántica actual en nuestro país, publican libro. He leído casi todas sus novelas y siempre me han gustado, y esta no ha sido una excepción.

Cuando empieza la historia ya conocemos a una Alice de ocho años, cuya pasión es la pintura, le encanta. Sin embargo, su padre tiene muy claro que una hija suya no se va a dedicar al arte, ya que ha de ser abogado y trabajar en su empresa.

Han pasado veintitrés años cuando por fin Alice hace frente a su padre y vuelve a Nueva York, allí visita el viejo apartamento de Brooklyn, el único sitio donde ha sido feliz plenamente y allí rememora su historia, con lo que vamos ocho años atrás.

Alice ha acabado la carrera de derecho, deseo de su padre, se traslada a Nueva York para realizar las prácticas en el bufete de un gran abogado, amigo de su progenitor. Pero Alice tiene sus propios planes, deja el apartamento de Manhattan para poder pagarse los estudios de arte y alquila otro en Brooklyn, pero para paliar los gastos decide buscar una compañera de piso. Sin embargo, se encuentra de narices con Jake, que le demuestra que ese piso se lo alquilaron a él primero, y ante la negativa de Alice a compartirlo, Jake la invita a que se marche en dos días. Pero Alice no encuentra otro piso como ese, y a pesar de sus prejuicios y sus miedos decide compartirlo con Jake, aunque son tan dispares el uno del otro, que los encontronazos al principio son continuos.

Jake es un joven músico que toca en una banda de rock, aunque aspira a tener su propio local y componer para otros. Es feliz con lo que hace, aunque le cueste llegar a final de mes, y poco a poco le hará ver a Alice que debe vivir y hacer lo que ella quiere y en lo que ha soñado toda su vida. Su relación va cambiando poco a poco, si al principio todo son discusiones y desencuentros, poco a poco se van convirtiendo en amigos, y la amistad da paso a un amor que parece indestructible, pero que, desafortunadamente no lo es.

Me ha gustado mucho Jake, es un personaje que enamora, aunque su aspecto es desaliñado, su corazón es grande. Es un chico abierto, simpático, que siempre ve el lado positivo de las cosas. Sin embargo, me ha costado mucho aceptar a Alice, es una chica completamente dominada por su padre, bastante pija, y con mucho prejuicio. Al principio se cree por encima de los demás, aunque su perspectiva de la vida y los demás va cambiando conforme su relación con Jake va evolucionando.

Siempre es una maravilla leer algo de Mar, no obstante, aunque me ha parecido una historia bonita también me ha parecido de las más flojas de la autora. Empieza con un buen ritmo, la historia del pasado es muy bonita, pero en la parte de la actualidad todo ocurre como muy precipitado y no me ha resultado demasiado creíble.

La narrativa de la autora es en tercera persona, aunque casi su totalidad desde la perspectiva de Alice. Al principio no me había dado cuenta de que esta historia está relacionada con una de sus primeras novelas, Senderos, pero poco a poco he ido atando cabos y las historias son casi paralelas, me ha gustado volver a saber de Erin y Jesse.

Cuando vuelva a encontrarte es una bonita y sencilla historia, una historia que nos muestra que se han de vencer los miedos y luchar por los sueños. Una historia de amor dulce, emotiva e intensa de las que sobrevive al tiempo y al espacio.

Crítica realizada por Patricia Bonet

Nos cuenta la historia de Alice, una chica que no tiene más remedio que estudiar derecho para ser una gran abogada, tal y como su temible, poco cariñoso y controlador padre quiere, aunque su gran pasión sea el dibujo. Aunque sigue sus pasos y siempre acata sus órdenes, también tiene un toque de rebeldía, por lo que cuando se marcha a Nueva York a estudiar, decide ocultarle a su progenitor que se ha matriculado en Bellas Artes y que se ha alquilado un pequeño apartamento en Brooklyn. Un apartamento que nada tiene que ver con el piso de lujo que su padre le ha puesto en pleno Manhattan. Pero es que Alice necesita sentirse diferente, normal, aunque sea durante un corto periodo de tiempo.

Su idea es la de sobrevivir por ella misma, por ello necesita recudir gastos y se plantea compartir piso. Pero nada sale según lo planeado, y es que Jake Mancini aparece en su vida y ya nada volverá a ser lo mismo. Deben convivir, aunque la idea no les entusiasme a ninguno de los dos porque, entre otras cosas, son de mundos completamente distintos. Se podría decir que son como el agua y el aceite. Pero, dicen, que los polos opuestos se atraen y, a lo mejor, en el fondo son más parecidos de lo que se creen.

Mezclando pasado y presente, la autora nos cuenta una historia de amor tierna, dulce, pero también compleja. Llena de momentos de tensión, de verdades a medias y muchas mentiras. De segundas oportunidades, pero, sobre todo, de que las primeras impresiones nunca son las correctas. De que hay que saber qué hay al otro lado antes de decir que no. Y, sobre todo, de que el amor surge cuando menos te lo esperas y que nunca es tarde para ser feliz y luchar por aquello que más quieres.

PATRICIA BONET