Mari Mancusi - Chicas que aúllan

Críitica realizada por Anasy

Ahora que es oficialmente una vampira y miembro de pleno derecho del Círculo de Sangre, Rayne supone que sus días como cazavampiros han terminado. No tiene poderes vampíricos debido a una mutación de un virus sanguíneo, sin embargo tanto ella como su novio Jareth pueden permanecer bajo el sol, por lo que el cambio tampoco está mal.

Cuando empieza a disfrutar de su inmortalidad, Cazadoras, S. A. contacta con Rayne de nuevo. Parece que un jugador del equipo de fútbol americano de su instituto ha desaparecido, y las autoridades creen que las animadoras están implicadas. Ahora Rayne deberá infiltrarse en el grupo antes de que las chicas más populares le hinquen el diente a alguien más…

Tercer libro de la serie El Círculo de sangre que me enganchó desde el primer libro con sus diálogos divertidos y su trama chispeante , a veces un poco absurda, que daba una nueva visión de las historias vampíricas juveniles que tan de moda están, las gemelas Sunshine y Rayne se integran al mundo de los chupasangres de diferentes maneras, si el primer libro era de Sunshine narrado en primer persona, el segundo le tocó a Rayne, que repite en este tercer libro que por desgracia baja bastante el nivel.

Rayne ya es una vampira, algo por lo que llevaba soñando durante mucho tiempo, además es una que ya cuenta con su pareja de sangre, Jareth que se ha convertido en un vampiro feliz y alegre. Para Rayne todo sigue más o menos como siempre, sigue siendo la friki del instituto vistiendo siempre como una gótica y armada  con  su afilada lengua que no se detiene ante nada, su madre sigue saliendo con David, que es un guardián de Cazadores S.A, Sunshaine sigue perdidamente enamorada del rey de los vampiros y aquí lo malo, Rayne sigue siendo cazadora de vampiros mientras no encuentren a una sustituta adecuada. Como es algo con lo que se nace y se lleva en la sangre, Rayne no tiene más remedio que obedecer a la orden de los Cazadores que tienen una nueva misión para ella ahora que comienza el instituto.

Uno de los jugadores del instituto ha desaparecido, y las sospechas para el gremio de los Cazadores, recae sobre el grupo de animadoras, a las cuales han escuchado aullar. Para averiguar que está pasando Rayne tiene que infiltrarse entre ellas, ¡Sí! , Rayne la friki, que desprecia a las animadoras, a las populares y las pijas y todo lo que tenga que ver con ellas , tiene que hacer que ese grupo de populares la acepten en su círculo, lo que es difícil porque la odian y porque es malísima bailando y saltando.

Para Rayne está siendo todo muy complicado, discute a menudo con Jareth porque este está muy contento, discute con su madre porque sale con David, no se adapta nada bien a eso de beber sangre y no poder comer comida humana, eso hace que su humor sea aún más intolerante y difícil que de costumbre.  

Rayne siempre se ha considerado moderna y diferente, se enorgullece de sus pintas y su manera de vivir , pero en este libro vemos a una Rayne que se empieza a dar cuenta de la que juzga a la gente por su apariencia y su estilo, es ella y no los demás. Cataloga a la gente según viste o el tipo de vida y tendencia que usa, es bastante intolerante tanto con Jareth como con su madre y sigue soltando lo que le da la gana por la boca sin importar mucho a quien dañe. De hecho en este libro, vemos a una Rayne bastante egoísta y caprichosa que se piensa que la única que lleva la razón es ella, que no le importa si los demás son felices si ella no lo es, al menos se da cuenta de que hay buena gente en todos lados, ya sean animadoras o chicas normales nada llamativas.

Me ha decepcionado, no tiene ni la mitad de gracia que tenía Chicos que muerden, el personaje de Rayne, que nunca  fue mi favorita, se hace un poco insoportable en esta entrega, al argumento le falta fuerza y chispa, y lo peor, el final del libro te deja en ascuas para el siguiente, que me imagino será desde la perspectiva de Sunshaine, sólo espero que mejore y que la autora no estropeé una serie que me parecía diferente y divertida.

Un bueno raspado.