María Jeunet - El nombre propio de la felicidad

Crítica realizada por Maribel Moreno

Me llamó la atención este libro porque leí algunas reseñas en las que ponía que era como un cuento, y que mejor que las fechas navideñas para leer un libro así.

El nombre propio de la felicidad más que una novela romántica, que lo es, es una novela que derrocha optimismo, amistad y amor, y cuando dice en la portada "Nico te va a cambiar la vida (quieras o no) es verdad, porque después de leer su historia me ha quedado una sensación muy dulce .

El protagonista de esta novela es Nico y narra su historia dirigiéndose a nosotros los lectores, así que tienes todo el tiempo la sensación de cercanía.

Nico alcanzó un gran éxito cuando hace unos cuantos años escribió un cuento infantil, tanto es así que aún sigue recibiendo beneficios, lo que le sirve para pagar la residencia de su madre que tiene alzhéimer, pero su editor le ha dado un ultimátum y tiene un verdadero problema porque hace mucho tiempo que no le llega la inspiración. Nico vive en una buhardilla y trabaja como controlador de las cámaras de seguridad del metro de París, allí tiene una buena cantidad de amigos y allí conocerá también a la que será su musa y su gran amor.

Revisando las cámaras, Nico ve a una chica que llama su atención inmediatamente, tiene aspecto triste y ha escrito algo en un papel, que ha acabado en la papelera, él hará todo lo posible para recuperar esa nota y saber qué es lo que preocupa a Judith, pero a partir de ese día seguirá sus pasos hasta conocerla personalmente y descubrir que es el amor de su vida y su fuente de inspiración.

Nico es un personaje entrañable, cuya misión en la vida es ayudar y hacer felices a los demás, siempre preocupado por sus amigos y seres queridos, que no les falte nada, ayudándoles en todo lo que está en su mano, pero ahora ha llegado el momento de alcanzar su propia felicidad, y para ello y a través de 360 páginas veremos las cosas buenas y malas que le ocurren, pero que al final le llevan a cumplir sus sueños.

A través de Nico veremos también las preocupaciones y sueños de sus amigos, y la importancia que tiene él para que los puedan cumplir. Igual que nuestro protagonista todos los demás personajes son encantadores, cercanos, Karim y su reciente separación, Charlotte y su enfermedad, Carol y sus miedos, Judith y sus secretos, todas sus historias me han parecido muy bonitas y emotivas.

En definitiva, El nombre propio de la felicidad es una novela sencilla, fresca y tierna, es como un cuento moderno perfectamente ambientado en París, en el que me ha parecido ver las vistas de la ciudad desde la buhardilla de Nico, y he podido oler la repostería recién hecha, con unos personajes entrañables, humanos y cercanos que han hecho de la lectura un verdadero placer.