Marianne Fredriksson - La vida con Jan

Crítica realizada por Carmela

El pasado puede moldear el presente por encima del libre albedrío. Así lo sugiere la historia que viven Jan, un joven investigador en el campo de las células madre que regresa a Suecia tras una larga estancia en Estados Unidos, y Angelika, una bella enfermera de una clínica oncológica. Como suele ocurrir al principio de toda relación, el apasionado amor a primera vista encubre unos caracteres muy dispares. El de Jan es marcadamente científico y racional, lo que le vale reconocimiento y éxitos profesionales. Angelika, en cambio, es una mujer mucho más intuitiva, dotada de una aguda sensibilidad. Y mientras la pasión visceral y el temor a perder al otro los mantiene unidos, las continuas discusiones y desacuerdos apuntan a una causa más profunda que la mera diferencia de caracteres. Así, cuando ambos conocen a sus respectivas familias, el origen de sus desgarradores conflictos interiores parecen salir a la luz, allanando el camino a un vínculo más estable y duradero. Sin embargo, las pulsiones irracionales que anidan más allá de la voluntad desatarán una crisis que los conducirá a un desenlace inesperado.

Esta novela no es romántica, sino terriblemente actual, con la narrativa cuidada de esta autora a la que ya conocemos quienes leímos Las hijas de Hanna.

Jan, el protagonista, es un hombre que ha estudiado medicina y que la ha ejercido. Sin embargo, no consigue encontrarse pleno ejerciendo la profesión, le falta algo, quiere más. Por ese motivo, decide dedicarse a un campo con más dificultades pero también con más expectativas: la investigación científica. Nada menos que la investigación de células madre. Tras varios años en Estados Unidos, regresa a Suecia.

Angelika es una protagonista que tiene que ver también con el campo de la medicina, pero en el área de la oncología. Ella es enfermera, uno de los pacientes a los que cuida parece no tener solución y lo lleva al despacho de Jan buscando la oportunidad de poder curarlo aprovechando las investigaciones de éste.

La atracción entre los personajes principales surge de inmediato, desde que se ven, e inician una relación que poco a poco les deja descubrirse el uno al otro.

Como era de esperar, dado el estilo de la autora, tanto Jan como Angelika son personajes fuertes, con secretos, temores y sueños. Reales. Lejos están ambos de ser los clásicos protagonistas acaramelados.

Jan es un hombre sereno que ha tenido una infancia complicada por ser más inteligente de lo normal. La infancia de los niños superdotados no es una camino de rosas, he conocido a una familia que tenía un niño así y todo son problemas, porque hay que buscarles colegios especializados, se sienten a veces fuera de lugar, como bichos raros. Es curioso que, siendo más inteligentes, la mayoría de las veces sean adultos inseguros. Así es la personalidad del protagonista, insegura, la de un hombre que habla poco, que no se gusta, frío. Sin embargo siente cariño por los sus abuelos a los que siempre recuerda con afecto.

Angelika tampoco ha tenido una infancia normal. Su madre murió siendo muy joven de esa dichosa enfermedad que está tan de moda, sus años con la abuela han sido un infierno. Gracias a sus tíos consiguió salir adelante y ser relativamente feliz. Además, está llena de miedos y dudas porque ¿y si puede desarrollar la misma enfermedad que mató a su madre? Sin embargo, se sobrepone, da importancia a la vida en familia y se dedica en cuerpo y alma a su trabajo. Un trabajo nada fácil después de lo que le ocurrió a su madre, pero en el que vuelca su cariño.

Hace poco he leído un libro que habla del estilo de vida en Suecia y éste me lo ha recordado, aunque aquí no se hace una crítica de lo malo, sino del nivel de vida del país. Pero siempre es bueno tener una referencia.

Los diálogos son buenos y nos dejan ir conociendo a los dos personajes y el argumento nos permite saber un poco más sobre ese tipo de investigaciones de las células madre.

Entre 0 y 5, le pondría un 4,5, pero que nadie la lea pensando que es romántica porque no lo es.