Marta Estrada - Un refugio para Clara

Valoración:

Crítica realizada por patufet

Sinopsis
Una tarde de lluvia, Clara pierde el control del coche que conducía provocando un accidente que dejará a Belén, su hija de siete años, parapléjica. Las horas en vilo en el hospital, los días en coma, los meses de rehabilitación intentando que la vida de la pequeña consiga algo de normalidad, le revelan a Clara que puede sacar fuerza de no sabe dónde para afrontar la tragedia, pero a la vez, la van sumiendo en un estado de agotamiento y culpa que su exmarido, absolutamente insensible a su dolor, aviva y alimenta. Unos días de excursión del colegio de Belén le permiten finalmente tomarse un respiro y Clara emprende un viaje a un lugar del Pirineo donde encontrar un poco de paz. Pero una tormenta de nieve la hace tomar el rumbo equivocado y la obligará a refugiarse en la cabaña de un hombre arisco y taciturno, Éric, quien a pesar de ofrecerle su ayuda resulta molesto con su presencia. Ese tiempo en la cabaña, aislados del mundo, serán días de confesiones mutuas, de pequeñas y grandes complicidades entre dos seres heridos pero con una férrea voluntad de vivir. Y también serán días de grandes descubrimientos, de los cuerpos y de los corazones, y de la revelación de que no existe nada más erótico que el amor.

Opinión:

Clara aprovecha unos días que Belén, su hija , está de colonias, para poder escaparse a un sitio tranquilo y descansar, pero se queda dormida en el tren y se baja en un apeadero que está aislado completamente, empieza a caminar y cada vez le entra más miedo al pensar que se le echará la noche encima y además entre el frio y la nieve se va quedando sin fuerzas, se encuentra una cabaña en la que por la ventana ve a un hombre, pero por más que pica no le abre la puerta, hasta que se desmaya.

Cuando se despierta se encuentra envuelta en una manta y con sus pies calentandose bajo los brazos de un hombre que se muestra arisco y desagradable, pues por más que Clara habla con él, no se digna a dirigirle la palabra, hasta que al fin se da cuenta de que Eric es sordo.

Con la tormenta que hay es imposible bajar al pueblo, así que Clara se tendrá que quedar a pasar unos días en la cabaña, al principio no va a ser fácil comunicarse, Eric entiende muy bien si lee los labios, pero se comunica con un ordenador y por otro lado sus carácteres chocan nada más conocerse por lo que la relación entre ellos no empieza con muy buen pie.

Clara está divorciada desde unos meses antes del accidente, su ex, abogado y alcalde, alguién que se cree perfecto, la ha estado maltratando psicologicamente durante años, por lo que Clara, aunque es resuelta y valiente, enseguida se acobarda y se encierra en si misma, además después del accidente en el que su hija de siete años quedó parapléjica, Carlos todavía la hunde más amenazándola con quitarle a la niña por que no la atiende bien.

Clara se siente culpable de lo que le ocurrió a Belén, si no hubiera cogido el coche con la tormenta que había no hubiera pasado nada, y no se perdona haberle arrebatado a su hija tantas cosas.

Eric quedó sordo a los catorce años de edad, pero su deficiencia no le impidió hacer lo que más le gustaba, escalar grandes montañas y además poder hacer una vida normal, pero una tragedia cambió su vida para siempre y ha permanecido aislado del mundo exterior, llorando y soportando su dolor en soledad, pero cuando Clara llega a su vida se siente más vivo y encuentran el uno en el otro el apoyo y la fuerza para superar el dolor con el que cargan.

Eric lleva mucho tiempo que no habla apenas porque la gente al escucharlo piensa que es retrasado o está borracho, pero esto también cambia con la comprensión de Clara que es la que lo incita a cambiar.

La relación entre ellos es sencillamente preciosa, no pueden olvidar lo que ha pasado en sus vidas pero si que pueden apoyarse a superarlo y a seguir adelante, si bien no empiezan con buen pie pues los dos se han cerrado mucho en si mismos, poco a poco se van complementando y empiezan a sobrellevar ese dolor, a compartirlo.
El amor surge en muy pocos días lo que les hace pensar si es verdadero o si están muy necesitados de comprensión, pero se va consolidando poco a poco.

Tanto Eric como Clara son personajes con mucha profundidad, además de puro sentimiento, te pones en la piel de los dos y sufres con ellos y también te enamoras con ellos, pero ha sido Eric el que me ha encandilado por su sinceridad y por como ve y hace ver las cosas a los demás, un ejemplo es cuando a pesar de saber lo borde que es Carlos, él intenta que Belén solo vea que su padre la quiere y lo que hace lo hace por ella.

Como secundarios está Belén, una niña alegre y abierta que quiere hacer dentro de lo posible lo que hacen los demás niños y resulta adorable.
Y si hay que destacar a alguien también es a Linuc, el perro señal de Eric, que le avisa de los sonidos, de las llamadas, de cuando acaba la lavadora, es un apoyo fundamental para Eric y un animal con el que te encariñas enseguida.

Un refugio para Clara trata sobre todo de dolor, pero también de amor, de esperanza y de segundas oportunidades para personas que les ha tocado sufrir mucho pero que al final encuentran la luz que les hace salir de la oscuridad en la que se han sumido.

Está narrada en tercera persona pero desde el punto de vista de Clara y aunque es muy descriptiva a mí no se me ha hecho nada pesada, además me ha parecido muy valiente tratar el tema de dos personas discapacitadas en la misma novela.

Me ha parecido una novela preciosa, tierna, conmovedora, de las que te hacen estremecer en muchas ocasiones, he reído y he llorado pero la he disfrutado muchísimo.

Mi valoración Muy buena


Crítica realizada por rosamoni

Tras el trágico accidente que dejo a su hija parapléjica la vida se va poco a poco normalizando pero Clara sigue hundida en un pozo de culpabilidad y depresión por lo que cuando su hija Belén se marcha de colonias decide tomarse unos días para intentar encontrarse a si misma. Lo que no esperaba era perderse en mitad de la montaña y estar a punto de morir de congelación cuando llega a una pequeña cabaña y es acogida por Eric un solitario hombre que cambiara su vida.

Eric vive en mitad de un hayedo, en una pequeña cabaña acompañado por su perro Linuc, sordo desde muy joven, ha intentado llevar una vida lo más normal posible hasta que la tragedia se cruzó en su camino y le dejó demasiado dolor para poder sobrellevarlo él solo, pero el destino ha llevado a su hogar a Clara, una mujer que es posible cambie su vida, ¿pero podrán estos días mitigar todo el dolor y la culpa que los embarga?

Me ha gustado muchísimo, es una historia preciosa, llena de sentimientos, tanto buenos como malos. Una historia que te empapa, te introduce en su mundo y te emocionas, ríes, lloras e incluso te cabreas.

Clara se siente culpable ya que por intereses laborales conducía con su hija y perdió el control sufriendo un grave accidente que la ha dejado parapléjica de por vida, no puede asumir su culpa, no puede asumir que su pequeña haya visto truncada su vida, con un ex marido que psicológicamente la machacó pasa por la vida intentando sobrevivir, hasta que conoce a Eric, en esa pequeña cabaña va a tener que enfrentarse a sus miedos, a sus sentimientos y al amor. Por otro lado, Eric se quedó sordo a una edad difícil, con diecisiete años pero poco a poco ha ido superándose en la vida hasta que el destino le asestó un golpe mortal, la muerte de su pequeño hijo de la que se culpa y que ha hecho que se haya aislado con la única compañía de su perro Linuc, un perro de señales para sordos, y así es como una noche de ventisca estas dos almas gemelas van a encontrarse.

Cada uno con sus fantasmas interiores, deben afrontar sus sentimientos, primero desde la amistad y después desde el amor que nace en esos cuatro días al cobijo de la pequeña cabaña en medio del hayedo. Pero llega el momento de decirse adios, poco a poco irán madurando su relación hasta que todo se precipite ya que el ex marido de Clara quiere quitarle a su hija. ¿qué podrá hacer Eric desde su exilio? ¿Podrá Clara enfrentarse a esta nueva amenaza?

Y es que es una relación maravillosa, dulce, tierna, dura, triste pero a la vez de esperanza, que nos demuestra que la vida a veces nos ofrece una segunda oportunidad, y que hay que aprovecharla, que hay que intentar ser feliz y afrontar los problemas de cara, intentando aprender de ellos y disfrutar de los pequeños detalles que nos ofrece el día a día.

Me han enamorado tanto Belén, la hija de Clara, una pequeña que tiene un gran handicap, pero que lo ha afrontado, que comprende que tiene limitaciones pero que puede disfrutar de muchísimas cosas, que hay que aclimatarse y seguir hacia adelante, y le da un toque de inocencia, de ternura y de alegría a la historia. Y como no, mención especial Linuc, el perro de Eric, que me ha llegado al corazón.

Valoración: Muy bueno.

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