Mary Burton - El corazón de la tormenta

Valoración:

Crítica realizada por Soraya

¿Podría convencerla de que junto a él encontraría la felicidad?
Rachel Emmons escapó de su violento matrimonio en busca de paz y acabó refugiándose en los brazos de Ben Mitchell, el hombre que la rescató de las profundidades del océano y la convenció de que debía tratar de curarse.

Los habitantes de la isla afirmaban que Ben había sacado una sirena del mar, y él no se esforzó en negarlo. Lo cierto era que Rachel tenía la belleza de una sirena, algo que ni siquiera podía ocultar tras su luto de viuda. Y las magulladuras de su cuerpo daban fe de los oscuros secretos que había tratado de sumergir bajo las olas.

Tras la paliza que le ha dado su marido la noche anterior, Rachel se viste de viuda con un velo negro cubriéndole la cara, y se marcha al puerto buscando un buque que le proporcione la libertad. Aunque sabe que deja atrás una vida de lujos y comodidades, no duda un segundo en hacerlo por alejarse de Peter, su marido. Desgraciadamente pasar desapercibida y a la vez conseguir un pasaje, no iba a ser tan sencillo.
Finalmente tiene que deshacerse de su alianza de matrimonio, dejando atrás una pista de su pasado, para conseguir el anhelado pasaje que ponga rumbo lejos de Washington.

La vida de Rachel empezó a ir mal hace un año cuando su padre murió. Peter, socio de su padre, la había apoyado en esos duros momentos, y después le había pedido que se casaran. Ésta sintiendo un cariño hacia él, acepto, sin saber que después se encontraría viviendo con un maltratador. Poco a poco cada vez le fue restringiendo más, hasta que terminó presa de su propio hogar. Aprovechando que se ha ido de viaje de negocios unos cuantos días, decide huir de él, pues sabe que si no lo hace tarde o temprano acabará muerta.

El mismo día que zarpa el barco, se desata una tormenta de las que hunden a buques más grande aún, y los tripulantes no tienen más remedio que abandonarlo en los botes salvavidas. Sin embargo, movido por el sentimiento de que ha sido la mala suerte de permitir a una mujer abordo, la mano derecha del capitán, la empuja para encerrarla en el camarote de éste y le impide salvarse junto a ellos. Con la mala suerte de que al caer se golpea la cabeza y pierde el conocimiento. Cuando despierta descubre que la tormenta sigue sin darle tregua al barco y que ya hay agua dentro del camarote, desesperada pide ayuda, a sabiendas de que está condenada a una muerte segura.

Ben Mitchell trabajaba en la marina, pero por una serie de circunstancias decidió aceptar el trabajo como farero de forma temporal, hasta que sepa qué quiere hacer con su vida. Y es así como ve el barco en el que viajaba Rachel medio hundido, cerca de la costa donde está el faro. Con un pequeño bote y con la ayuda de un joven llamado Timothy, Ben se dirige al barco, sin muchas esperanzas, para buscar supervivientes.

A simple vista descubre que no hay ni rastro de los botes salvavidas, así que lo más seguro es que no quede nadie dentro, pero cuando el barco está a punto de romperse en dos, escucha el grito de Rachel, que sigue encerrada en el camarote, y acude en su ayuda.

Con un apellido falso acompañando su nombre, empieza su vida con él. Al principio ella solo quiere salir corriendo y huir más lejos aún de su marido. Pero mareada y agotada física y mentalmente, sabe que no logrará llegar demasiado lejos. Así que acepta el ofrecimiento de él, de quedarse allí en la casa del faro a pasar la noche, así podrá recuperarse un poco. Pero esa noche ella sufre hipotermia y por más que Ben le pone mantas y enciende el fuego parece que Rachel no es capaz de entrar en calor. Así que decide dárselo con su propio cuerpo, con la mala suerte que a la mañana siguiente al despertarse oye las voces de su tía y de su prima y, sale tan rápidamente de la cama que despierta a Rachel, que asustada se pone a gritar. Ella sólo quiere irse, pero cuando aclaran la situación, descubren que tiene unas fiebres altísimas, y no puede hacer otra cosa que dejarse cuidar por él.

No quiero seguir contando más porque es una novela que hay que disfrutar personalmente. He leído poco de esta autora, pero todo lo que he leído me ha gustado en mayor o menor medida. Considero que es una autora de harlequin a tener muy en cuenta. La verdad es que tenía muchas ganas de leerla desde que leí el argumento, y es que a veces simplemente apetece una historia bonita en su sencillez, y ése el caso de este libro. La única pega que le pongo es el final, que en mi opinión es demasiado precipitado en cuanto al número de cosas que están pasando, en tan pocas páginas como quedaban para el desenlace.

En fin, centrándome en los personajes diré que me ha parecido que el peso del libro lo llevaba ella, Rachel. Es una mujer herida física y psicológicamente, que tiene miedo de confiar en nadie, y que irá aprendiendo a medida que esté con Ben, que no todos los hombres se valen de su fuerza física para someter a una mujer a su voluntad, que por el contrario la gran mayoría usan esa fuerza para cuidarlas. Y aquí es donde radica el encanto de Ben, en ser paciente en todo lo que se refiere a ella. Sentimos a través de sus gestos y palabras que desde el primer momento en que la ve, siente la necesidad de protegerla, a pesar de no saber muy bien de qué.

Al principio puede parecer que son polos opuestos, él vive a gusto como farero. No necesita más que el mar, y esa tierra tan adusta que les rodea. Es un pueblo pequeño que no aporta ninguna comodidad, sino más bien al contrario, una vida dura y llena de sacrificios. Sin embargo Rachel, a pesar de ser una mujer de ciudad y acostumbrada a ser servida, queda encantada con la belleza de cuanto le rodea.

La historia de amor entre ambos es pausada, pero a mí me ha gustado que sea así. No me habría creído que una mujer que ha sufrido el maltrato de su marido, vaya a confiar en el primero que pasa. La confianza es un bien preciado, que una vez que se pierde cuesta mucho recuperar. Él va ganándose poco a poco, el respeto, la confianza y el amor de Rachel, y lo hace de una forma muy bonita. Yo desde luego lo recomiendo, sin grandes pretensiones porque como digo es una novela corta y con un final muy rápido, pero de la que se disfruta durante su lectura. Le doy un 4 sobre 5 (siempre puntuado como novela más corta).


Crítica realizada por Anasy

Este es el segundo libro de la autora que me leo, si bien el primero me encantó, y por eso me lancé a por más libros de ella, éste , aunque bueno, no me ha llegado tanto como otras de sus historias.

Rachel Emmons es una joven que pertenece a la buena sociedad, en apariencia es una mujer que lo tiene todo, una buena posición , estatus y un marido que la adora, la realidad es bien diferente. Se casa con Peter, un conocido de su padre, cuando éste fallece pensando que es un buen candidato que siempre la ha apoyado en los momentos duros, pero al poco de contraer matrimonio se da cuenta del error tan grande que cometió, su marido es cruel y posesivo, un hombre que no duda en pegarle y minar su espíritu en todo momento.

La última paliza que le da es de las peores desde su corto matrimonio y se da cuenta de que no puede seguir así, en un intento desesperado huye de su casa aprovechando que Peter está de viaje, consigue embarcarse en un carguero que se hunde poco tiempo después cerca de las costas de una pequeña isla. A Rachel la abandona la tripulación del carguero encerrada en su camarote, y cuando todo parece perdido, un hombre salido de la nada, la salva.

Ben Mitchelle es el actual farero, hace poco que se encarga del faro, pero consigue el puesto poco después de abondanar la marina donde ha pasado la mayor parte de su vida, también es el encargado de recatar a los náufragos que se hunden cerca de las tormentosas costas de la isla con la ayuda del joven Timothy que está prometido a su prima. Cuando ve el naufragio del carguero no duda en subir a bordo para revisar que no haya nadie dentro, y para su sorpresa y horror los gritos de una mujer lo alertan de que sí hay alguien atrapado en la precaria embarcación.

Cuando consiguen llegar con Rachel a tierra , la joven sufre hipotermia y Ben la lleva al faro donde intenta cuidarla y hacer que entre en calor. Cuando Rachel despierta al día siguiente, se encuentra en una habitación que no conoce y en la cama con un desconocido, Ben intenta tranquilizarla al mismo tiempo que intenta dar explicaciones a su tía y a su prima que llegan en ese preciso momento.

Rachel tiene miedo de quedarse en la isla y que Peter la encuentre, aunque se hace pasar por viuda , las pocas explicaciones que da sobre su procedencia y su pasado, junto con el cardenal que tiene en la cara, hacen que Ben no termine de creerse su historia, pero aún así no quiere que la joven se marche y la insta a que se quede en la isla intentando empezar una nueva vida. La atracción que siente hacia ella desde el primer momento hacen que quiera mantenerla cerca de él, pero la desconfianza y las mentiras de Rachel, también lo irritan y lo incomodan.

La gente de la isla tampoco es muy sociable y acogedora pero poco a poco Rachel intentará hacerse un sitio entre todos ellos y empieza a crecer en ella la esperanza de poder tener una nueva vida con la compañía de Ben. Pero el pasado la sigue persiguiendo y tendrá que enfrentarse a el tarde o temprano.

Como dije no es el mejor que me leí hasta el momento de ella, pero es una historia que se lee rápido y que no está nada mal.

Buena.

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