Mary Janice Davidson - Ni muerta ni con trabajo

Crítica realizada por Linda

En la segunda entrega de Ni muerta..., la deslenguada Betsy y su panda de vivos, muertos y "no muertos" vuelven a divertirnos con sus aventuras. Aunque lo que Betsy desea es trabajar por las noches en la zapatería de un gran centro comercial y estar con sus adorados Prada, Jimmy Choo y Manolo Blahnik, acabará ejerciendo de reina de los vampiros forzada por las circunstancias. En el camino surgen poderes que ni ella sabía que poseía, una cuadrilla de caza vampiros con la que establece una relación muy especial, fantasmas huérfanos y no tan huérfanos y traicioneros no muertos, además de más de un encuentro con Eric Sinclair, el maravilloso vampiro que es su rey consorte gracias al pérfido engaño con que acabó la entrega anterior.

Aunque la historia es absurda a más no poder según mi modo de ver las cosas, no puedo dejar de decir que la autora hace gala de un sentido del humor fuera de toda duda. A muchas les ha dado por escribir historia de vampiros y elmercado está saturado de estos libros, pero a la que le guste el chick lit va a encontrar en Ni muerta ni con trabajo casualmente eso, un chick lit gracioso, de los que arrancan sorisas y a veces carcajadas, mezclado con la historia de vampiros de rigor.

Betsy es la reina de los vampiros y Eric Sinclair es su consorte. Eric, para quien no lo conozca es un atractivo vampiro que tiene más de 100 años, lo que no le resta sensualidad a mares. Al convertirse en la pareja de Betsy ya tiene asegurado el bienestar de los suyos durante un buen número de años, vamos mil.

En el libro, la protagonista quiere trabajar como cualquier mujer, pero la cosa es complicada porque... ¿cuándo puede trabajar un vampiro? Tiene que ser de noche, así que o se emplea de sereno o lo tiene crudo.

Además de todo el jaleo del empleo, a la protagonista le pasan una serie de cosas que te hacen reír. No quiero contarlas aquí para no estropear la sorpresa del libro, pero sí decir que hasta se te olvida que ella es la reina vampírica porque los problemas son los de cualquier persona normal. Bueno, todos no porque salen a la palestra unos asquerosos que van en contra de los vampiros que ponen en peligro a los de su reino.

El libro tiene inventiva, es divertido de leer, el modo en que la autora nos cuenta las batallitas de Betsy es muy ameno. Guste o no el género se pasa bien con su lectura, sobre todo porque no es de las que hacen pensar, simplemente está escrito para entretener.

La protagonista tiene mucho sentido del humor, es independiente, activa hasta lo cansino, se siente atraída por Eric, el vampiro, pero a la vez no quiere ser protegida, quiere hacer de su capa un sayo.

¿Habéis conocido a un vampiro al que se le haga cuesta arriba chupar sangre? Pues Betsy es así, y eso genera que te mantenga la sonrisa en la cara.

Eric es un protagonista agradable, aunque choca con Betsy en muchos puntos, pero hay que darse cuenta de que son de distinta época, ella es de ahora y él... jopé, que tiene muchos años y en su tiempo se llevaban otras cosas.

Buenos, malos, malvados, situaciones graciosas, buenos personajes secundarios y hasta un poquito de sorpresa, junto a una narrativa rápida y chispeante, consiguen que la novela sea agradable.