Maryann McFadenn - El verano de mi vida

Crítica realizada por Sara

Cuando sus hijos dejan su hogar y su es poso Paul, un directivo muy exitoso se vuelca aún más en su trabajo sin siquiera contar con ella, Joanna Harrison, de 47 años, se siente más sola que nunca.

Cansada de la rutina y de su matrimonio, comete el primer acto irresponsable de toda su vida, abandona su hogar y se va a la idílica Isla de Pawley, en Carolina del Sur, un lugar donde pasó unas vacaciones maravillosas en el pasado. Necesita tomarse un respiro.

Allí conoce a Grace, una mujer que ha llegado a la isla para hacer realidad un sueño de juventud, tras decidir que quiere vivir sola el poco tiempo que le queda.

Esta es la historia de tres personas, Joanna casada con Paul desde hace 25 años y que en plena madurez, cuando los hijos emprenden su vida independientemente , y su marido sigue intentando escalar puestos de más responsabilidad en su trabajo, es cuando Joanna empieza a sentirse verdaderamente sola, y se plantea qué hacer con el resto de su vida.

PAUL , que desde su juventud ha intentado demostrar a su padre que saldría adelante y triunfaría en la vida; al mismo tiempo que deseaba conseguir el mayor bienestar para su familia, por lo que no dudaba en pasar semanas enteras de viaje ,y dejar a su mujer los traslados constantes de domicilio, a lo que le obligaba el trabajo, y la crianza y el cuidado de los hijos.

Y Grace, que con 70 años y recientemente viuda de su marido con el que estuvo felizmente casada durante 50 años, y cuya muerte después de un penoso cáncer la sumió en una profunda crisis, y ahora meses después, cuando intenta reanudar su vida y hacer realidad sus sueños, unos sueños apartados durante toda su vida al rincón del olvido, para dedicarse enteramente a la familia, es entonces cuando le diagnostican un cáncer de páncreas, y le dan seis meses de vida.

Esta es la historia de unos personajes que intentan superarse a si mismos condicionados por un pasado en el que los padres no estuvieron a la altura, o que esperaban más de ellos.

Joanna, de madre alcohólica, durante su juventud echó de menos el apoyo y la guía que solo una madre podía dar. Y al casarse con Paul se dedicó en cuerpo y alma al cuidado de sus dos hijos, y a darle a Paul tanto como necesitase, para su ascensión en la empresa en la que trabajaba, y ocupándose de todo lo que conlleva la crianza de unos hijos y un hogar sin la presencia de Paul, ya que este viajaba constantemente. A pesar de las múltiples mudanzas que durante su matrimonio tuvieron que realizar, Joanna lo daba todo como bueno por el bien de la familia
En el último ascenso de Paul, y con los hijos ya independizados, Joanna se da cuenta de lo sola que ha estado durante su matrimonio y de lo que estará en el futuro, y cogiendo lo imprescindible y decide marcharse a Pawleys Islan, un lugar costero, donde quiere comenzar una nueva vida. Allí se emplea de cuidadora de Grace, y de camarera en un restaurante local.

También conoce a Hank un hombre que se dedica a la pesca, y voluntariamente al cuidado de los nidos de huevos de tortuga. Poco a poco van intimando y la atracción física desemboca en una noche tórrida de sexo. Joanna aún casada con Paul, no puede comprender como ha llegado a esto, pues jamás pensó en serle infiel a su marido, pero al mismo tiempo, se siente, “mujer”, aún en plena década de los cuarenta puede ser atractiva y deseada por un hombre. Deja de ser esposa y madre, y puede ser “mujer”.

Grace, después de serle diagnosticado el cáncer de páncreas, decide ocultárselo a sus hijos, y recluirse en una casa frente al mar para pasar sus últimos días. Rehúsa hacerse cualquier tipo de tratamiento y solo acude al médico para alguna revisión y para que le recete calmantes. Sabe que necesitará ayuda, por lo que contrata a Joanna sin decirle hasta última hora la enfermedad que le aqueja. Cuando Joanna se entera, intenta que sus hijos estén enterados, pero al final decide acatar los deseos de Grace y le hace sus últimos días lo más placenteros posibles.

Paul, por todos los medios a su alcance intenta que Joanna vuelva a su lado, y como un mazazo recibe la noticia recién ascendido de que su empresa ha sido absorbida por otra y está despedido. Entonces empieza a recapacitar y darse cuenta de la soledad que ha sumido Joanna durante estos 26 años de matrimonio. Se encuentra solo en la casa, sin siquiera saber si hay que pagar facturas, hipotecas, o si sus hijos estarán bien. Decide entonces hacer todo lo que hasta ahora no había hecho. Visitar a sus hijos, y conocerlos más. Encontrar otro trabajo, y hacer lo posible para volver a conquistar a Joanna de la que se da cuenta que aún está perdidamente enamorado.

Es la historia de segundas oportunidades, y hacer frente a los fracasos, para seguir adelante con la vida que uno ha imaginado desde siempre. Cuando a cierta edad la vida te da una segunda oportunidad, hay que cogerla y hacer de nuestra vida un gran viaje, hasta el final.

Siendo esta novela del género sentimental, no me ha desagradado, aunque alguna página la hubiera suprimido, pues se recrea la autora, en la descripción de paisajes, que para mi gusto son demasiado largos.

Valoración: 4/5