M.C. Sark - ¿Aún quieres saber qué me hace reír?

Crítica realizada por Chicle

Lucía es una joven que tras terminar sus estudios de diseño consigue un empleo en Milán. Allí se va a hospedar en la casa de una amiga de su tía. Dos semanas antes de comenzar su nueva vida viaja a Milán para conocer la ciudad. Pero nada más abrir la puerta de la vivienda, Lucía es secuestrada. Pasamos a leer de forma bastante detallada lo que le pasa a Lucía, lo que siente y la inseguridad y miedo que recorre a la joven.

Lo cierto es que el inicio del secuestro me ha puesto los pelos de punta, las reacciones de Lucía, en la mayoría de los casos estaban muy bien descritas. Tras un largo viaje en una furgoneta es llevada a una casa de campo. Allí la espera un nuevo secuestrador. Sergey es amable y poco a poco se va ganando la confianza de Lucía, a pesar de que su primera impresión sea intimidatoria. Él cuida de ella y la protege de otro de los secuestradores.

Sergey no es un secuestrador al uso, cocina bien, la trata con delicadeza, y consigue que Lucía olvide momentáneamente la pesadilla en la que está metida... No voy a contar mucho más para no desvelar cosas importantes de la trama.

Me la he leído en un suspiro, el ritmo es ágil y la autora ha descrito muy bien los sentimientos de Lucía, tan bien que en algunos momentos he sentido la angustia de Lucía.

Lo que más me ha gustado ha sido la segunda parte de la historia. Hay pequeños detalles que se ven un poco apresurados, pero creo que la autora lo ha acabado bastante bien.

El personaje que más me ha gustado es Sergey, a pesar de ser un hombre corpulento, alto y con una mirada fría también sabe ser dulce y se va ganando a Lucía poco a poco. Cuanto más se conoce de Sergey más llama la atención, ese pasado que se va desvelando poco a poco y las razones por las que se comporta así. Para mí ha sido lo mejor de la novela.

La relación de Lucía y Sergey es muy bonita y se nota la química entre ellos todo el tiempo.

En general la novela me ha gustado, la autora ha sido una sorpresa, no la conocía y me ha sorprendido la fluidez de la escritura y su manejo con ciertas situaciones. Sin duda voy a estar atenta a sus próximas novelas.

Crítica realizada por Malory

Lo primero que captó mi atención de esta novela fue el título, me resultó muy original y despertó mi curiosidad (y ya os adelanto que es muy apropiado y significativo, me encantó la escena que da título a la novela), después, al saber algunos detalles del argumento, me pudo la curiosidad y necesitaba averiguar cómo un secuestro podía terminar en historia de amor. No voy a desvelar nada, pero la historia me ha convencido.

Confieso que por momentos me he sentido un poquito en la piel de Lucía, la protagonista, porque la atracción que siente por Sergey a causa de sus maneras suaves, su preocupación por ella, su evidente interés más allá de lo profesional, es tanta que me descolocaba, igual que a ella... ¡Por Dios! ¡¡Es un secuestrador!! Sí, pero que ojos más irresistibles tiene y que dulce puede llegar a ser a pesar de su cuerpo enorme y su temible aspecto. Aunque claro, muy amable y atento, pero está decidido a cumplir con su trabajo y yo pensaba, ¿este hombre no tiene sangre en las venas? Si se ve a la legua que está colado por Lucía.

Y así, compartiendo los sentimientos, miedos y recelos de la protagonista, me he adentrado en esta peculiar historia en la que no solo Sergey nos confunde con su comportamiento. También tenemos al agradable Shasa, otro de los secuestradores, que por un tiempo también logró desconcertarme, aunque este no tardará demasiado en hacernos entender su manera de actuar con Lucía.

Y todo esto contado con sencillez, de manera amena y directa, reflejando los sentimientos y el sufrimiento de una joven que no sabe qué va a ser de su vida. Envolviéndonos en una trama bien llevada y coherente que por momentos me ha puesto el corazón en la garganta. Me ha gustado la forma en que la autora nos mantiene expectantes, dándonos pequeñas dosis de información al tiempo que te mantiene en suspense y casi a ciegas sobre otras.

La he disfrutado y me la he leído en un suspiro. Merece la pena leerla.