Crítica realizada por Lady Macbeth
Es muy posible que Bronte, una chica guapa, inteligente y ambiciosa, siga con tanto interés los vaivenes de la familia real británica para olvidar sus propios fracasos sentimentales. Para superar su última decepción amorosa, decide centrarse en su exitosa carrera de publicista. Pero un día, entre los atiborrados estantes de una librería, conoce a Max Heyworth, un hombre muy atractivo con un marcado acento británico.
Max está en Estados Unidos completando un posgrado y solo le quedan tres meses para terminarlo, así que Bronte decide disfrutar de una aventura corta y sin ataduras. Sin embargo, cuando Max tiene que volver a Inglaterra antes de lo previsto, no puede evitar declararle su amor a Bronte... Y por si fuera poco, ella no tarda en descubrir que su pretendiente no es ni más ni menos que ¡el hijo del decimoctavo duque de Northrop! Todas las alarmas se disparan en la cabeza de Bronte: ¿será capaz de superar su pánico al compromiso? y... ¡más difícil todavía!: ¿será capaz de superarlo con un apuesto heredero inglés?
Me ha gustado!!!
No diré que es un libro memorable pero me ha parecido interesante.
Quizás la autora se ha extendido demasiado con las inseguridades y traumas de Bronte, pero ya digo, que en líneas generales me ha parecido una historia bonita, un tanto cuento de hadas y Max es un amor de hombre. Es de esos protagonista que se enamora de la chica y hace lo que haga falta para que estén juntos.
Conforme iba leyendo ha habido momentos que me parecía estar leyendo una historia de chic-Lit, tiene puntos muy divertidos pero también muy emotivos y románticos.
Sobre todo me ha dejado con las ganas de leer la historia de Devon, el hermano de Max.
Crítica realizada por Judith
CONTIENE SPOILERS
Bronte vive en Estados Unidos, y desde niña ha combinado su pasión por la cultura pop y las monarquías europeas con un elevado bagaje cultural, como forma de rebeldía contra su padre, un académico en paro con aspiraciones a escritor. Reputada publicista, y tras años del fallecimiento de su padre, sigue sin definir si su interés por la élite es esnobismo o mero cotilleo. Afincada en Nueva York, se traslada a Chicago a petición de su novio, alias Mr. Texas, hombre atractivo y adinerado que la lleva cada fin de semana al límite, de un concierto de los Rolling Stones a Hawái. Cuando la relación fracasa se encuentra en una ciudad donde no conoce a nadie, habiendo perdido un buen empleo en la mejor ciudad para trabajar en su sector, y sintiéndose una estúpida.
Pero conoce a Max, un inglés (le pierden los británicos) en una librería, quien está finalizando una tesis y va a quedarse solo unas semanas más en la ciudad. Así que Bronte lo toma como su terapia, su amor transitorio, el antídoto contra una mala relación. Sin ataduras, sin promesas, sin pasado y sin futuro. Solo que no cuenta con que va a sentirse fenomenal con Max; ni con que Max se enamorará de ella. Poco antes de que se cumpla el plazo de su relación, él tiene que volver a Inglaterra porque su padre ha sufrido un grave problema de salud, y le pide que se marche con ella. Habiendo vivido ya una experiencia similar con Mr. Texas, y conociendo el amargo final, se niega. Max se declara, pero ella sigue negándose, y este debería ser el final de la relación.
Pero ella le añora, tanto que le busca en google para descubrir que es un futuro duque, lo que hace que se sienta estafada. Durante un año se cruzan algunas llamadas de cortesía, pero ninguno de ambos se atreve a confesar sus sentimientos.
Finalmente, Max vuelve a Nueva York con la excusa de un negocio, y la conquista.
Y este debería ser le final de la novela, pero no lo es y esto es lo original, lo que me ha gustado de ella, pero lo que al final, creo, lo ha estropeado también.
Cuando en las novelas leemos una historia así, yo me pregunto ¿y cómo se convierte una americana en duquesa? ¿Cómo se adapta? ¿Cómo una mujer independiente se convierte en florero? Bien, pues en esta novela se abordan todas esas dudas: ella viaja a Londres con él, pero por trabajo, y allí conoce a la familia, donde no falta una suegra mala malísima, un cuñado estupendo, un tía excéntrica... Inseguridades, baños de amor, toques de rebeldía... Y eso me ha encantado, que no sea un felices para siempre, sino un "a ver cómo nos las apañamos para ser felices".
El truco está en dónde dejarlo, cuándo llega el momento de dejar de escribir, y creo que la escritora no ha acertado. Ha parado porque tenía que hacerlo, pero no nos ha creado, o no a mí, al menos, un clímax antes del cierre, antes de acabar. No ha habido un "ay ay ay" que se resuelva con un enorme suspiro.
Y eso es lo que no me ha gustado.
Por original, por valiente, por diferente, le daré un 3,5 sobre 5.
¿Puedo decir que la traducción del título es un horror, ya que estoy?
Crítica realizada por ELSA
Bronte es una publicista que está haciéndose un hueco en ese mundo tan agresivo de la publicidad en Nueva York cuando conoce a un chico de Texas que vive en Chicago y comienzan una relación de fines de semana y mensajes de teléfono, harta de esta situación se marcha a Chicago, sin que él se lo haya pedido y la relación fracasa. Cuando está lamiéndose las heridas conoce a Max, un inglés muy atractivo y comienza una relación que ella califica de hombre de transición, es decir simplemente vivir el momento sin implicarse para evitar salir herida, pero Max no es como los otros hombres que ha conocido es un hombre leal, sincero y que se ha enamorado profundamente de ella, es en definitiva el perfecto príncipe azul aunque sólo es duque y así empieza esta historia entre una americana y un duque inglés…
Me decidí con este libro cuando leí una crítica sobre el siguiente de la serie, y para que no me pase como otras veces empecé por el primero. Francamente ahora que lo he terminado me ha dejado con una sensación extraña no sé si me ha gustado o no.
Al principio me pareció que más que romántico era chick lit, le encontraba cierta similitud en la narración al diario de Briget Jones, la autora tiene un ritmo ágil e ingenioso pero me parecía que profundizaba poco en los sentimientos de la protagonista, después ya metida en la historia mejora un poco pero continúa con el ritmo rápido sin analizar el porqué de un comportamiento un tanto errático.
Bronte no me ha gustado como protagonista, me parece una inmadura tanto en la relación con sus padres, como con sus novios y por supuesto con Max. Es además mal hablada y el lenguaje que utiliza con su padre no me parece adecuado, no es que me vaya asustar por un taco más o menos, pero no considero que haya habido una relación problemática con él salvo la diferencia generacional entre padres e hijos, durante toda la novela su comportamiento es de vaivén es una mujer de treinta años que se comporta como una adolescente de quince a diferencia de Max que es maduro, sabe lo que quiere y lo afronta pese a que su familia no es idílica, tiene una madre orgullosa y manipuladora, pero eso no es óbice para que él sea un encanto, ese protagonista que a todas nos gusta, aunque a veces me ha parecido demasiado permisivo con Bronte. La historia es lógica: la diferencia de clases entre un aristócrata de nuestros días y una chica que trabaja, los problemas que se les pueden presentar pero giran más en torno a los sentimientos un poco enrevesados de Bronte con sus dudas y sus complejos. Está bien escrita, con un estilo dinámico que es lo único que te hace terminar porque no escribe mal Megan Mulry, y me han gustado los secundarios que están bien perfilados, simplemente que está historia no me ha enganchado, no sé si me atreveré con el segundo pese a las buenas críticas que tiene.
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