Crítica realizada por Matty
(Sin traducir)
Artemisia Dalrymple Pelham-Smythe no da importancia a las opiniones de la alta sociedad porque quiere que la tomen en serio como artista y pintora.
Trevelyn Deveridge no esperaba posar sin ropa para nadie, pero problemas en las praciones en la India obligan a seguir el juego de esa mujer a la que parece importar más que nada conseguir sus objetivos artísticos.
¿Qué haría un hombre si una mujer le pide que se desnude para posar? En esta época está claro, fuera ropa y, de paso, a ver si pillamos cacho. Pero en la época en la que nos narran esta novela, la cosa era más problemática. El escándalo, el hazmerreír de los amigos y todo eso. Las normas sociales, siempre estrechas de miras, eran las normas, chicas.
Esta historia es divertida, de narrativa ágil, graciosa, consigue ponerte una sonrisa en los labios por lo atrevida que es la protagonista y los apuros del protagonista. Puede que resulte hasta un poco perversa, jajaja, pero casualmente eso es lo que me ha hecho deliciosas las horas que he pasado leyéndola. Ya estaba un poco harta de damas encorsetadas y caballeros diligentes, necesitaba este soplo de vena artística capaz de saltarse todas las normas a la torera.
Aunque ya en sí la relación entre los protagonistas es divertida, la autora nos da una ración de intriga, traiciones y problemas diplomáticos que arropan un argumento estupendo.
Sexy. Así la definiría yo a Cómo distraer a una duquesa. Muy sexy, picantona, que se sale de lo habitual casualmente por ese atrevimiento de una dama a pedir a un hombre que se desnuda para ella y le sirva para ejecutar su obra de arte. En la época victoriana, donde el decoro era primordial, sobre todo en las mujeres (ya sabemos que los hombres no comulgaban con esas cosas), resulta chocante y gracioso.
Artemisa es viuda, pero es joven, y de siempre le ha encantado pintar a hombres desnudos. Ojo, simplemente por pintarlos y recrear la forma de sus músculos, sin más intenciones. Claro que su extraña afición le da montones de quebraderos de cabeza. Pero ella es empecinada y quiere que todos la tengan en cuanta no como una niña boba, sino como una artista. Es una mujer con inteligencia y quiere demostrarlo.
El héroe es genial, estupendo para enfrentarse a la protagonista. No es perfecto del todo, pero es encantador desde que se le conoce.
De verdad, no os podéis perder esta novela, vais a pasarlo genial leyéndola, tiene química, aventura, espías, misterio, es sensual, chispeante y muy divertida. No se puede pedir más para una historia romántica.
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