Michelle Willingham - Brumas de silencio

Crítica realizada por Mencía

Libro 4 de la Serie: "The MacKinloch Clan"

Su fuerza silenciosa llegó hasta el corazón de ella

Después de sufrir torturas brutales durante muchos años, Callum MacKinloch logró, por fin, la libertad de sus captores. Sin embargo, su voz siguió prisionera. Él nunca había dejado que nadie oyera sus gritos de sufrimiento.

Aunque las cadenas de lady Marguerite de Montpierre eran invisibles, también era prisionera de los designios de su padre y, cuando descubrió que Callum estaba a punto de morir, sintió dolor y una inexplicable y poderosa atracción por aquel guerrero, aunque sabía que nunca podría haber un futuro para los dos. Sin embargo, ella era la única persona que tenía el poder de dominar toda la rabia que había en Callum...

A pesar de la cruda ambientación que nos presenta Michelle Willingham en esta serie, debo de reconocer que ha sabido crear unas historias de amor realmente bellas. Como no podía ser de otra forma Brumas de silencio me ha ofrecido la oportunidad de recrearme en la ternura, de gozar del descubrimiento de la pasión, de mortificarme con los reveses, y de embelesarme con la narración de un amor profundo, genuino y sincero.

Estamos ante una novela donde lo que prima es el sentimiento desde su comienzo hasta el final. Pocas obras como esta se nos antojan tan difíciles. Callum es mudo, escocés, analfabeto, pobre, y arrastra un pasado en cautividad donde solo existía tortura y muerte. Marguerite es una francesa cuyo padre es aliado de los ingleses, es bella, culta y ha llevado una vida tranquila y feliz rodeada de riqueza. La distancia que les separa es enorme, y sin embargo, ese amor insensato, sin razones que lo sustente y sin palabras que lo alimente, se nos antoja real, único y precioso.

Esta novela no contiene mayor intriga que descubrir como conseguirán unir sus vidas. No basa la fuerza de su amor en una atracción carnal sin medida, sus relaciones sexuales son expresión de amor, pasión y ternura. Su protagonista masculino no cuenta con el halo de riqueza y poder en el que suelen venir envueltos, estamos ante un héroe romántico que nos atrapa por la fuerza de su amor, por la determinación y la entrega que desprende, y por la ternura que manifiesta.

Brumas de silencio es el relato de una hermosa historia de amor.

Crítica realizada por Crishi

Dejando de lado mi afán por leer un determinado perfil en cuanto a novela de temática escocesa se refiere, un perfil incrustado en hechos históricos reales con personajes a la medida de los acontecimientos, debo decir que esta historia me ha llenado por completo, ya que se dirige única y exclusivamente a encauzar el argumento sobre la difícil relación amorosa que mantienen los protagonistas, Callum y Marguerite.

La historia me ha parecido realmente bella pero dura a la vez, con un desarrollo repleto de obstáculos frente a unos protagonistas con una meta por alcanzar...

Callum Mackinloch es un escocés salvaje y fiero cuya vida le viene marcada por la crueldad padecida desde muy joven, es por ello que su carácter desconfiado se ha forjado a golpe de soledades traumáticas que han derivado en la pérdida de su voz.

Por otro lado tenemos a Marguerite de Montpierre, una joven francesa hija del duque D'Avignois. Nuestra heroína es una hija obediente, siempre ha estado relegada a un segundo plano bajo el yugo de su padre. Él quiere a Marguerite a su manera, pero su interés por incrementar la riqueza familiar y por conseguir una buena alianza política con los ingleses está por encima de todo. Así que el duque ha concertado un matrimonio de conveniencia con el conde de Cainross, un ser despreciable que maltrata a sus prisioneros de manera brutal.

Es en el castillo del conde donde Callum se halla apresado, y donde las miradas de los protagonistas se funden entre el sufrimiento calmo que soporta Callum y la comprensión que el silencio de las palabras transmite a Marguerite. Pero lo que ellos no sabían era que Cainross estaba al tanto de ese encuentro, y de que iba a ser el primero de los alejamientos que la pareja padecerían en su lucha por estar unidos.

Como he dicho antes me he tropezado con una historia muy bonita, no exenta de alguna que otra lucha intensa por su crueldad, pero sólo las necesarias para conducir la trama hacia el objetivo primordial de la historia: la exposición de unos sentimientos bien detallados que me han llenado por completo.

Callum me ha parecido un protagonista con las frustraciones inherentes a su mudez, la falta de expresión oral sustituida por el lenguaje del tacto me ha encantado... Leer lo que pensaba y pronunciarlo mediante roces, caricias y miradas que guardan secretos, para que Marguerite comprendiera lo que su "mordaza" le impedía articular en forma de sonidos ha sido una delicia.

Pero diría que es en Marguerite donde recae todo el peso de la relación, es la que madura, la que se da cuenta de que ella, y sólo ella, debe tomar decisiones propias, la que mantiene una lucha interior donde la lealtad hacia su padre es tan fuerte que pone en peligro su amor por Callum.

La única pega que le pongo al libro es la rapidez con que se arreglan un par de situaciones hacia el final del libro. Una de ellas me ha sabido a poco y la otra... En fin, que me ha causado un poco de risa ya que me ha parecido de cartón-piedra, la verdad... porque la historia de risa, nada de nada. No obstante el libro me ha parecido una lectura entretenida y con un calado muy aceptable para ser un Harlequin.

Valoración personal: Bueno.