Michelle Willingham - Rendida al guerrero

Crítica realizada por Mencía

Era un guerrero con sed de venganza…
Trahern MacEgan tenía un cuerpo hecho para la guerra y un alma oscura y atormentada. Las mujeres se sentían irremediablemente atraídas por su físico, pero él ya había amado una vez y había perdido. Morren O’Reilly sabía lo que era el dolor y la humillación, pero llevaba la cabeza muy alta aunque su terrible experiencia hiciese que no soportara el contacto con los hombres. Sus caminos estaban destinados a cruzarse…y Trahern fue poco a poco llegando hasta su corazón.

La literatura romántica es tan amplia como el universo de sentimientos que encierra un ser humano. Pues bien,  Rendida a un guerrero es una de esas novelas con un trasfondo tan duro como la oscura época en la que está ambientada, el siglo XII en Irlanda, y al mismo tiempo tan conmovedora como el sueño de un recién nacido.

Por aquellos años, Iralanda seguía rigiéndose por el antiguo sistema de clanes, y por la propiedad y cultivo comunales de la tierra. El ataque a uno de esos clanes hace que un guerrero pierda a su prometida y emprenda la búsqueda de los asesinos con la intención de vengarse.

Thaern MacEgan se dirige hacia Glen Omright el poblado amurallado atacado por vikingos cuando tiene que detenerse a asistir a una joven gravemente enferma. Ella es Moreen, una vecina del poblado, refugiada desde aquella aciaga noche en el bosque cercano, junto a su hermana pequeña.

L a lucha por salvar su vida, el conocimiento del horror que padeció y la belleza y carácter de la joven van dejando, sutilmente, su impronta en Thaern. MacEgan no puede ni quiere olvidar a su amada prometida,  pero Moreen empieza a ocupar el vacío que dejó ésta en su corazón.

La reconstrucción del poblado amurallado con la ayuda de un poblado vikingo vecino y la captura de uno de los asaltantes, ponen al guerrero de nuevo en camino junto a Moreen y algunos hombres de su clan. Si fuera cierto lo que el malhechor confesó antes de morir, el resto de los culpables viven cerca de la familia de Thaern y él buscará su apoyo para hacer justicia.  Y hasta ahí puedo desvelar….

Rendida a un canalla es una novela corta pero intensa. La pasión existe pero está sujeta a otro tipo de sentimientos. Este es el relato de un amor que nace del dolor, de la necesidad y la desesperanza. La fuerza que lo alimenta es la ternura y el conocimiento.

Tiene un punto amargo como hijo de la época en la que su autora lo ambientó, pero es tan sencillo y humano, como hermoso es el amor entre un hombre y una mujer, sea cual sea su pasado.  Y es que el amor, el verdadero amor, vive y se alimenta en el hoy con la mirada puesta en el camino que llamamos futuro…