Miranda Mayo - Tú sin frenos y yo con tantas curvas

Crítica realizada por Carmen

Kilos de amor en esta comedia romántica entre fogones.

Me llamo Marina, tengo 33 años y mi novio me ha dejado por una de veinte que come medio lacasito al día. Yo soy de las que tienen curvas, aunque estoy intentando quitármelas pedaleando por todo Madrid. Tengo un servicio de cátering de comida casera chic a domicilio y hago el reparto en bicicleta. Antes iba en coche, pero me retiraron el carné después de que me llevara por delante con el Mini la terraza de un Starbucks. Lo del cátering aún está despegando, pero me ayuda mi hermana Silvia y ya tengo unos cuantos clientes fijos. El que no falla ni un solo día es Álex, que es un encanto, y tiene un trabajo estable en un banco, y se le nota que está detrás de mí, pero, pero... Mis problemas de verdad empezaron cuando me quedé sin bicicleta, después de que se me cerraran un segundo los ojos y acabara estampada contra el cochazo de un hombre que era como George Clooney en rubio. El caso es que estoy pendiente de juicio por conducir sin carné y puedo ir a la cárcel. A mi hermana no se le ocurrió otra cosa para levantarme el ánimo que subir a YouTube un vídeo mío cocinando. Me enfadé, aunque se me pasó cuando se hizo viral y me llamaron de la revista Vogue para tener un canal de cocina en su web. Desde entonces, mi vida ha pegado un giro radical: famosos que cocinan mis recetas, inauguraciones de restaurantes de lujo, citas con Dante... Así se llama el George Clooney rubio que me atropelló y que resultó ser un chef con estrellas Michelin.

Esta novela de título tan largo y portada sencilla me ha parecido una gran comedia, inteligente y adulta, sobre una chica como tú y como yo (o al menos como yo), con problemas, situaciones al límite y muchos complejos.

El personaje de Marina es maravillosamente humano. Es una persona real, que todavía no tiene claro qué hacer con su vida y que ha ido probando cosillas para buscarse a sí misma. Es verdad que es una persona algo mentirosa, que se mete en muchos líos, principalmente los provoca ella, y sin mala intención. Está rodeada de un grupo de personajes variopintos, también muy creíbles, que la apoyan en todo lo que hace, como lo hacen los amigos, pero que también intentan frenarla. Son todos tan diferentes que es fácil identificarse con alguno. La autora consigue un grupo bastante equilibrado y eso se agradece.

Es divertida, dinámica, realista y toca temas muy cercanos en un toque de humor. Está muy bien escrita, o por lo menos a mí esta manera de escribir me ha gustado mucho. En cierta manera me ha recordado a una comedia que leí hace tiempo y que me gusto muchísimo, Cómete a un irlandés (no sé si la habéis leído, pero yo os la recomiendo). Las dos guardan similitud porque te muestran la vida de una chica de treinta y tantos desde un punto de vista algo irónico y cercano.

No quiero hablaros mucho más de lo que os vais a encontrar en las páginas de esta historia, porque, como digo siempre, lo interesante de leer una historia es descubrirla desde cero. Sí que puedo deciros que me he reído a carcajadas con algunas de las situaciones en las que se encuentra Marina y todo por sus líos, porque no dudéis que ella siempre se mete en líos. Es como si no descansara nunca.

Me gusta el giro que toma la historia. Me gusta que la autora sea fiel a los personajes. Me gusta cómo está contada y lo que cuenta. Y, sobre todo, me gusta que ella no sea una heroína al uso, sino una mujer corriente, con muchos complejos, muchas inseguridades, y que parece que va por la vida metiendo la pata. En resumen, es fácil recomendaros la lectura de esta novela, escrita con inteligencia, mucho humor, algo de picardía y mucha cercanía. Todas somos un poco Marina, en realidad.