Mónica Mira - Me cuesta tanto olvidarte

Crítica realizada por RocioDC

Me cuesta tanto olvidarte es la primera novela que leo de la autora, no la conocía porque al parecer es la primera vez que publica en castellano.

Empiezo mi reseña advirtiendo que la novela me ha despertado sentimientos encontrados.

Tanto por el título, la portada como por la sinopsis esperaba otro tipo se historia. Bueno, en realidad no sé lo que esperaba, pero no una historia tan truculenta y que tuviera más romanticismo y sensualidad.

Por un lado es una novela que no es muy extensa, y que tiene diferentes tramas, lo que lía un poco. Al principio, la trama principal se centra en Gabriela que es al primer personaje que se conoce.

Gabriela es una joven que ronda la treintena, ha dedicado muchos años de su vida a trabajar y cuidar de su padre con Alzheimer, hasta que este fallece. Con una hermana mayor que la abandona a ella y a su padre nada más diagnosticarle la enfermedad, Gabriela se siente totalmente perdida y sola. Solo la ayuda su amigo cura, Santiago y su compañera de trabajo Luz. Son los que la hacen seguir adelante.

Para colmo, todo se complica cuando tiene un accidente en el bar en el que trabaja y tras tener que darse de baja es despedida... En medio de este caos aparece en su vida Darío, un hombre muy atractivo y muy insistente que Gabriela intenta espantar... algo que resulta ser misión imposible.

Darío es un hombre con una vida también muy complicada, se dedica a la fotografía y trabaja con un reconocido fotógrafo que es un poco... peculiar.

Bien, pues aunque en realidad la novela es buena y entretenida no me ha terminado de llenar. Explico el porqué de mi desconcierto empezando porque no sé aún qué es lo que he sentido o siento hacia los personajes.

Por un lado, Gabriela me pareció demasiado borde con él al principio, pero pronto descubrí que tenía un escudo puesto y era una mujer digna de admirar, con sus fallos y sus virtudes, como todo el mundo. Este personaje es el que de alguna manera me ha parecido más coherente y real. Junto con Santiago, el amigo de ella, ha sido toda una sorpresa y el que más me ha gustado sin duda. Y eso que no soy muy fan de la sotana.

Darío, sin embargo, es el que más me ha descolocado; al principio me pareció un personaje con carácter y más alegre, alocado y divertido. Justo lo que necesitaba Gabriela... Pero después la trama, que se centra un poco más en él y su complicada familia, me chafó todo lo que pensaba de él, y por así decirlo me decepcionó un poco que fuera un personaje con tan poco coraje y sumiso. Y no puedo contar por qué, pero en la mayoría de las circunstancias no lo he entendido, ni sus actuaciones ni sus razones para hacerlo. Conforme avanza la novela también me ha producido pena, porque su vida es verdaderamente triste y fría. Pero sigo sin poder justificar ciertas reacciones que tiene, aunque a la vez intento justificarlo porque me ha caído bien.

Otra cosa es que me esperaba encontrar una historia de amor más extensa. Y en realidad creo que es una novela más sentimental que romántica.
Los protagonistas son dos almas solitarias y perdidas que se encuentran en el momento adecuado para ayudarse mutuamente, y me hubiese gustado disfrutar más de este descubrimiento mutuo.

Creo que la novela se centra mucho más en los asuntos turbios, que en los protagonistas, y creo que su historia podría haber dado más de sí.

En mi opinión, el hecho de que haya tantas tramas en tan poco contexto perjudica a la novela, por lo enredado que resulta todo. Demasiadas mentiras, mucha violencia, muchos personajes egoístas y pocos sentimientos.

La forma de escribir de la autora es sencilla y directa, y engancha por la incógnita que consigue crear. Los diálogos y descripciones están muy cuidados, y en general me ha gustado conocerla.

En conjunto es una novela entretenida, aunque esperaba encontrar algo diferente y me ha faltado felicidad, pero es una buena novela.